Hecho en casa

Receta de espaguetis con sardinillas de lata

Platos sencillos, sabrosos y eficaces 

zentauroepp53013115 receta pau200403122703

zentauroepp53013115 receta pau200403122703 / periodico

PAU ARENÓS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

QUÉ

Sardinillas de lata

Tomate en conserva

Cebolleta

Aceite

Agua

Sal

Pimienta

CÓMO

Para la pasta: recipiente grande con agua y sal. Cuando hierva, echar la pasta. Todas las recetas dicen: “¿Tiempo? Hacer caso al fabricante”. O sacad un espagueti y probad la textura. A vuestro gusto. Eso es la cocina. A vuestro gusto.

Para la salsa: trinchar la parte blanca de la cebolleta. La parte verde, a rodajitas, y reservar. Abrir la lata de sardinillas y separar el aceite del pescado azul. En una cazuela, pochar la cebolla con el aceite de la lata. Ese aceite es oro, y más en tiempo de confinamiento. Usad también el agua de la cocción de la pasta. Cuando la cebolla esté hecha, la sardinilla. A fuego lento, deshacer los cuerpos (como si fuerais unos criminales con un cadáver). Atención: llega el tomate de lata. Pimienta. ¡Viva la pimienta! Rectificar de sal si fuera necesario. Hay que ir probando la sazón. Y el recurso, siempre a mano, del agua de cocción de los espaguetis por si hay que hidratar. Cuando estén hechos, mezclar bien con la cebolleta, la sardinilla y el tomate.

Emplatado: sobre la pasta, las rodajas de la parte verde de la cebolleta. Y más pimienta. ¡Pero que viva y reviva la pimienta!

POR QUÉ

Acabamos la tercera semana de aislamiento y propongo un plato con un solo producto fresco: la cebolleta. Tiramos de fondo de armario: conservas y pasta, que es un ingrediente seco. La sardinilla puede ser sustituida por atún o anchoa. Se procede exactamente del mismo modo, dando uso a elementos que se consideran residuales y que son de primera categoría, como los aceites de las latas y el agua de cocer la pasta. Esas grasas en las que se han confitado –como nosotros, confitados– durante meses los pescados retienen un sabor intenso y característico. La esencia de la conserva.

Las latas son inmortales. Mirar la fecha de caducidad es una forma de terapia. Seguirán en óptimas condiciones cuando todo esto acabe. Es un saludo al futuro.