HECHO EN CASA

Recetas para resistir: garbanzos con tellinas (2 en 1)

Platos sencillos, sabrosos y eficaces para hacer más llevadero el confinamiento

RECETA PAU GARBANZOS

RECETA PAU GARBANZOS / periodico

PAU ARENÓS

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QUÉ

Garbanzos hervidos

Tellinas

[o chirlas o almejas]

Ajo

Aceite

Perejil

Pimienta

CÓMO

Para los garbanzos (1): en los mercados hay puestos donde cocinan de maravillas las legumbres. Sed fieles a esos lugares, en los tiempos fáciles y en los difíciles como estos. O abrid un bote. O preparadlas vosotros: las leguminosas en un recipiente con agua durante 10-12 horas, escurrir y aclarar, colocarlas en agua en una olla exprés; cuando hierva, cerrar la tapa y bajar fuego a la mitad. ¡Cuidado al despresurizar la cabina! (consejos de la Fundació Alícia en el libro ‘La cocina de las legumbres’). Esto no lo dice Alícia pero lo digo yo: añadid semillas de comino para minimizar las flatulencias. Y guardad el agua de cocción.

Para las tellinas (o chirlas o almejas): un par de horas en agua con gas y sal. Pasar después por el grifo. Nada más molesto que la arena en los dientes (parece un verso de El Último de la Fila).

Para los ajos: pelar y cortar en trocitos. En la yema de los dedos, un olor que no te quitarás en todo el día. O sí, porque nos limpiamos tanto las manos que asoma el subcutis. Puedes usar guantes: vamos acostumbrándonos al látex. O pensar que el ajo, además de a los vampiros, ahuyentará al virus, al ‘vampirus’ (perdón por el chiste: cosas del aislamiento).

Para el perejil: picar con habilidad de ninja. No aleja a los vampiros, pero tiene mucha vitamina C.

Para las tellinas (o chirlas o almejas): en una cazuela, sofreír los ajos (que no se quemen), echar las tellinas (habrá potente chisporroteo), dar unas vueltas para que se impregnen, esparcir el perejil y sacar al ruedo el molinillo de la pimienta. Un poco de agua y tapar. Atentos: se trata de que se abran, pero no de que se cocinen demasiado. ¿Tellina seca? Puag. De pararnos en este punto, ya tendríamos un plato.

Para los garbanzos (2): abrir la cazuela y sacar las tellinas abiertas (o chirlas o almejas), añadir las legumbres al caldo verdiamarillo. Rectificar de sal si fuera necesario. Si faltara líquido, añadir un poco del de la cocción de los garbanzos. Separar la carne de los moluscos de sus valvas.

Emplatado: en un bol o plato hondo, los garbanzos y los ajos, y ese perejil humedecido. Encima, las tellinas ‘peladas’ (o las chirlas o las almejas). Si has sido prudente y has separado las tellinas con la concha y algo de jugo, dispones de un 2 en 1, dos platos por el mismo trabajo.

POR QUÉ

Hay que sacar a las legumbres del tedio. Las leguminosas están en el origen de la civilización y son responsables, en parte, de que los seres humanos dejaran el vagabundeo, el nomadismo. Guardar paquetes secos en la despensa permite sobrevivir incluso a la una guerra atómica. Son los mejores aliados de la resistencia.

Alejémoslas del cerdo, su gran amigo, y probemos con otros ingredientes. Son más versátiles que una navaja multiusos o que Prince, que tocaba todos los instrumentos.