Textos de María Jesús Ibáñez

Marzo es el mes en el que todo (o casi todo) empieza. Es tiempo de preparación y siembra en las huertas, donde dentro de unos meses, cuando la primavera esté madura, habrá una nueva cosecha. La guía alimentaria de este mes quiere animaros a que lo probéis y cultivéis, incluso si el espacio es reducido, alguna verdura u hortaliza casera. Es fácil, barato y muy sabroso. Auténtico kilómetro cero.

Marzo es también momento de comer buen pescado fresco, una vez terminadas las vedas en los puertos catalanes y con las flotas de pescadores tirando de nuevo sus redes. El producto de primera calidad está garantizado, cada vez más, gracias a la actividad de la acuicultura (o piscifactorías), que asegura que el pescado llegue cada día al mercado aunque haya mala mar o temporal de invierno.

Lo más laborioso de montar un huerto en casa es probablemente la logística previa, tenerlo listo todo antes de empezar. "Hay cuatro cuestiones que son clave", explica Marc Olomí, cuya empresa PuntEco Agroambiental se dedica a llevar este tipo de instalaciones a escuelas, residencias de gente mayor y centros ocupacionales, entre otros. "¿Y cuáles con esas claves? Los envases, la tierra o sustrato, las semillas y el riego", detalla.

LOS ENVASES

"Dependerá siempre del tamaño que queramos que tenga el huerto, pero en este aspecto no hace falta gastar mucho dinero. Basta con reutilizar algún tiesto viejo, una caja de madera o una garrafa de plástico cortada por arriba", señala Olomí. Eso sí, advierte, "siempre, siempre, hay que asegurarse de que ese envase está perforado por debajo, para que el agua cuele y no se encharque en el interior".

EL SUSTRATO

Aquí la cosa ya no es tan sencilla, "porque no todo vale", avisa el experto, que recomienda comprar la base orgánica en la que se plantará la hortaliza en tiendas especializadas o centros de confianza. "Ha de ser un sustrato de calidad, enriquecido con nutrientes que garanticen el bueno crecimiento de la planta", indica. "Hay que pensar que una lechuga no es igual a una flor: necesita mucho más alimento para crecer", agrega Colomí, que recomienda, por ejemplo, los sustratos ya preparados para huertos caseros por las firmas leridanas Batlle y Fitó.

LAS SEMILLAS

"Más que plantar semillas, nosotros recomendamos, porque es más rápido y más eficiente, comprar planteles o planteros, es decir pequeñas plantas ya crecidas, que tienen más garantías de echar adelante", avisa el técnico. Recomienda no plantar la semilla en la tierra o sustrato, sino hacerla germinar antes en un pequeño bote, "y eso supone un riesgo porque hay que controlar muy bien la humedad y la luz", advierte.

EL RIEGO

Un truco: a la hora de plantar, es recomendable que la tierra esté ya húmeda. "Se puede mojar poco a poco, con algún tipo de vaporizador, antes de meterla en el envase en el que luego crecerá la planta", sugiere Colomí. Los riegos, explica, "han de combinar los copiosos, es decir aquellos que inundan el envase, y los cortos, que han de ser varios, según el sol que le dé a la planta". Son lo que se denominan riegos profundos y riegos superficiales, que se han de ir alternando.

La disponibilidad de espacio va a condicionar mucho la decisión de dónde instalar el huerto urbano. También cuántas variedades se quieren plantar, claro... Pero de eso hablamos luego. "Lo ideal, desde luego, es que esté en el exterior, porque así la salida del agua de riego sobrante no supone problema y, sobre todo, porque la planta aprovecha todas las horas de luz", aconseja el fundador de PuntEco Agroambiental.

Pero si no dispones de un balcón (o si en el que tienes no caben todos los tiestos o envases), "las plantas pueden crecer perfectamente en el interior, siempre y cuando tengan al menos cuatro o cinco horas de luz directa", dice el experto.

La mayoría de las verduras y hortalizas que se plantan en este mes de marzo, estarán a punto para ser recogidas "a tres meses vista, entre 10 y 12 semanas", indica Colomí. La excepción son los rábanos, "que tardan en estar en su punto en torno a cuatro semanas".

Lechugas de varios tipos, cebollas, puerros y zanahorias son ideales para estos pequeños huertos caseros. "También se pueden plantar ya los tomates y los pimientos, aunque no pasa nada si lo hacemos en abril", señala Colomí. Coles y bróquiles, "que se cultivan todo el año" son otra opción, así como berenjenas, calabacines y judías verdes. En las zonas más frías de Catalunya, se pueden plantar también patatas, y en las más cálidas, remolacha, guisantes y garbanzos.

Doradas y lubinas

Unas y otras, doradas y lubinas, son pescados blancos con bastante contenido magro. En 2019, a acuicultura dio 21.709 toneladas de lubinas y 6.588 toneladas de doradas, según datos del Ministerio de Agricultura. Son una fuente rica de proteína, y de gran calidad, con aminoácidos esenciales para el funcionamiento del cuerpo

Truchas

Cardiosaludable, nutritiva y muy baja en grasa y en calorías, la trucha (aquí la más consumida es la de la variedad arcoíris) es un pescado de río, rico en selenio, fósforo, potasio o magnesio y vitaminas del grupo B. Las primeras piscifactorías llegaron a España precisamente para la cría de estos peces.

Salmón

Este pescado merece un capítulo especial, porque lleva unos años siendo un auténtico fenómeno. La popularización de los restaurantes de sushi y el hecho de que sea un pescado sabroso y sencillo de cocinar han hecho crecer el número de piscifactorías en todo el mundo. Como pescado azul que es, el salmón es rico en omega-3, proteínas, vitaminas B3 y B12 y minerales como potasio y selenio. Está indicado para fortalecer el sistema cardíaco y preservar la tiroides.

Mejillones, ostras y almejas

Las marismas del delta del Ebro son grandes productoras de estas tres especies en Catalunya, aunque lejos de los registros que generan las bateas gallegas, que son líderes en la materia. En total, en toda España hay 4.980 puntos de producción de moluscos de acuicultura. Las tres especies tienen un elevado contenido en vitamina A y propiedades antiinflamatorias. Comer 15 mejillones proporciona la proteína equivalente de un filete de 170 gramos de carne de ternera.

Aunque su sabor y su textura no son como los del pescado salvaje -el que ha sido capturado en el mar-, la producción de acuicultura cobra cada día más fuerza como alternativa para llevar pescado fresco a la mesa. "Es un alimento que cada vez tiene más calidad y presenta precios muy estables todo el año, porque su oferta no está tan expuesta a imprevistos y se puede, hasta cierto punto, planificar", explica Ángel Máñez, presidente del Gremio de Mayoristas del Mercado Central del Pescado de Mercabarna.

Doradas, lubinas, rodaballos, corvinas, truchas, lenguados y hasta mejillones, almejas y ostras nacen y crecen en las aguas de viveros o piscifactorías, lo que sería el equivalente, en el caso del ganado, a las granjas. La cosecha de acuicultura en España en 2020 sumó más de 307.000 toneladas, con el mejillón, la lubina, la trucha arcoíris y la dorada como principales especies. Esta producción alcanzó un valor en su primera venta de 510,9 millones de euros.

"Son todos ellos pescados muy potentes, que han sido engordados con alimentos cada vez más sostenibles y saludables", asegura Máñez. Además, su impacto ambiental es mucho menor que el que acarrea la pesca de sustracción, que supone una amenaza para los ecosistemas marinos si no se controla bien. Con todo, Máñez anima a no olvidarse de estas especies. "Tenemos un pescado salvaje de altísima calidad, considerado de los mejores de España: las merluzas de Tarragona, las gambas de Palamós o Vilanova... Son inigualables", proclama el pescatero.

Marzo sigue produciendo buenos cítricos (mandarinas, naranjas, sanguinas y pomelos), fresas y fresones de Huelva y algunas variedades de manzanas de invierno, escasas pero muy apreciadas. Como novedad, este mes regresa la chirimoya, que vive su segunda cosecha en Andalucía y que es un potente alimento para el sistema digestivo por su alto contenido en fibra, un excelente antioxidante y un estimulante de energía celular.

En marzo continúa, como en meses anteriores, la abundante producción de calçots, que durará aún un par de meses más. Siguen asimismo las escarolas, las espinacas y acelgas, las alcachofas, las habas y toda la gama de coles, coliflores y bróquiles. Y llegan los primeros guisantes de la temporada y los espárragos blancos. Y, aunque su mejor momento será en abril, están ya en los mercados las primeras lechugas de hoja fina.

Mejillones en 'cocotte'

Ligeramente picantes, pero a la vez dulces, estos mejillones son un excelente entrante, ejemplo de la cocina española más contemporánea.

Seis recetas con salmón

Simplemente a la plancha con un toque de sal y una pizca de especias o en tartar, el salmón demuestra su versatilidad en la cocina.

Calçots con romesco de maíz y trufa

Esta versión de la salsa de calçots, más dulce, requiere de destreza con los fogones, pero su resultado no decepciona.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
María Jesús Ibáñez
Diseño e Ilustraciones:
Andrea Hermida-Carro
Imágenes:
Jordi Cotrina y Fernando Bustamante
Coordinación:
Rafa Julve y Ricard Gràcia
Agradecimientos:
Marc Olomí, PuntEco Agroambiental SL
Ángel Máñez, Gremi de Majoristes del Mercat Central del Peix
Associació d'Empreses Majoristes de Mercabarna