Polémica dulce

¿Gofre de Bruselas o de Lieja? La cantante belga Angèle reabre una vieja disputa por error

Angèle es criticada por su actuación en los premios Victoires de la música francesa al sentarse sobre un gofre de Lieja mientras canta ’Bruxelles, je t’aime’, oda a Bruselas, donde el dulce se hace distinto

La criticada puesta en escena de Angèle: sentada sobre un gofre de Lieja mientras canta 'Bruxelles, je t'aime', oda a Bruselas, donde se hace un gofre distinto.

La criticada puesta en escena de Angèle: sentada sobre un gofre de Lieja mientras canta 'Bruxelles, je t'aime', oda a Bruselas, donde se hace un gofre distinto.

Javier Albisu (EFE)

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La cantante pop no era consciente de que, por error, estaba reabriendo una vieja herida que divide a los golosos de Bélgica. Cuando, en la 37ª edición de los premios Victoires de la música francesa, Angèle apareció en escena junto a un gofre gigante para entonar su último éxito 'Bruxelles, je t'aime' (en castellano, 'Bruselas, te amo'), no imaginaba que estaba cometiendo un error fatal.

Y lo estaba haciendo nada menos que en Francia, ese gran país fronterizo cuyo destino se entrelaza a menudo con la pequeña Bélgica, la planicie del norte donde se tejen rivalidades vecinales que van desde el deporte hasta la gastronomía.

Homenaje a la capital de su país

Para rendir tributo a la capital de su país, Angèle, nacida hace 26 años en la comuna bruselense de Uccle, recurría a una canción de propio cuño que se apropia irónicamente del dicho 'Paris, je t'aime', que ha inspirado canciones, películas y perfumes y que sirve de eslogan turístico a la radiante capital francesa.

"No tenemos las torres de Nueva York; no tenemos luz solar durante seis meses al año; (...) ni el Sena; ni es la ciudad del amor; (...) Seguramente esta noche una tempestad cubrirá el cielo; pero después de la tormenta; con cervezas; la gente sale de fiesta; (...) Bruselas, te amo; tú eres mi favorita", empieza la canción.

Símbolo de la gastronomía belga

Rindiendo tributo a una ciudad humilde y sin grandes pretensiones, Angèle se presentó en escena acompañada por un inmenso gofre, uno de los símbolos por excelencia de la gastronomía nacional de Bélgica, junto con los bombones, los mejillones, las patatas fritas y la cerveza. Pero algo no cuadraba.

La estrella belga, muy popular desde que en 2018 publicó el disco 'Brol', especialmente apreciado en Francia, cantaba a Bruselas pero interpretaba su tema costumbrista sentada sobre un gofre de Lieja.

El de Bruselas, rectangular; el de Lieja, con bordes irregulares

Había recurrido como atrezo al postre de la ciudad valona que compite con el preparado bruselense y que, ya a primera vista, se distingue de su rival: el de Bruselas es perfectamente rectangular y el de Lieja tiene bordes irregulares.

"Bruselas o Lieja, ¿realmente Angèle se equivocó de gofre en las Victoires de la Música? ¿Cuál es la diferencia?", titula un artículo de la radiotelevisión pública RTBF, que al igual que las redes sociales y cabeceras belgas como 'La Libre', '7sur7' o 'DH Les Sports' no han perdonado el error de Angéle.

Historia y diferencias

La diferencia, además de en la forma rectangular del bruselense o irregular del liejense, parte de una masa diferente: líquida y aireada en la capital, con claras montadas a punto de nieve y, según la receta original del siglo XIX, sin levadura.

Una vez horneado en una prensa con cuadrículas, se suele regar con chocolate, azúcar o mermelada.

El de Bruselas es anterior

En cambio, en la ciudad valona de Lieja se emplea una masa más densa y espesa, con azúcar perla y menos leche, que generalmente se consume directamente, sin necesidad de añadidos.

Según el especialista del Centro de Gastronomía Histórica y colaborador científico de la Universidad de Lieja, Pierre Leclercq, el gofre de Bruselas es anterior, pero nació en el municipio de Gante de la mano del pastelero Florian Dacher, quien se trasladó a la capital hacia 1840.

La primera receta, de 1874

Existen reseñas que lo sitúan en las ferias parisinas desde 1864 y la primera receta escrita data de 1874, según explica Leclerq en un artículo publicado en 'RTBF'.

Durante años convivieron dos apelaciones, la del gofre de Bruselas y la del gofre flamenco, este último con levadura de cerveza, pero la denominación capitalina acabó abarcado ambas variantes.

Del gofre de Lieja -que originalmente tenía 24 agujeros frente a los 20 de la versión bruselense- no constan recetas escritas hasta 1890, siendo la primera obra del que fuera presidente de la Asociación de Pasteleros Belgas, Léon Roty.

Actuación criticada

Angèle, que con su 'Bruxelles, je t'aime' competía en la categoría de Canción del Año en la fiesta de la música francesa, vivió una noche aciaga. Además de su desliz gastronómico, su actuación fue criticada, cuestionando incluso si tuvo problemas con el sonido en los auriculares.

Finalmente se quedó sin postre y el galardón concedido el viernes al mejor tema del año fue para el rapero francés Orelsan con el tema "L'odeur de l'essence" ("El olor de la gasolina").

Pese al tropiezo musical y gastronómico de la voz femenina más sugerente de Bélgica, la húmeda planicie centroeuropea mantuvo alto el pabellón gracias al infalible Stromae, presidente de honor de la ceremonia, que ofreció una de las mejores actuaciones de la noche, según recogen las crónicas de la prensa francesa.