Nació en 1817

Día mundial de la croqueta: ¿por qué se celebra hoy, 16 de enero?

La efeméride recuerda el plato que hizo famoso en el siglo XIX el cocinero Antonin Carême, la 'croquette à la royale'

La croqueta se reivindica como uno de los platos estrella de la gastronomía española que ofrece múltiples variedades, sabores y texturas

La croqueta está de fiesta en su Día Mundial

Xavier Pérez

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Hoy martes se celebra el Día Mundial de la croqueta. Sabrosa y delicada, se trata de un plato que ha arraigado en la gastronomía española desde hace mucho tiempo, aunque su origen hay que buscarlo en la Francia del rey Luis XIV. Fue al parecer François Massaiot, un cocinero francés, que trabajó entre otros para Felipe de Orléans, el hermano del Rey Sol, el que publicó la primera receta conocida de una croqueta (de hecho de un 'croquet', en masculino). Lo hizo en su libro 'Le cuisinier royal et bourgeois', en 1691.

Pero fue otro cocinero, y también francés, quien hizo famoso el término croqueta. Corría el año 1817 cuando el chef Antonin Carême, que tras la caída de Napoleón había cambiado las cocinas de Talleyrand por las del príncipe regente de Inglaterra, elaboró un plato especial en un banquete ofrecido por el futuro Jorge IV de Inglaterra al gran duque Nicolás de Rusia, futuro zar Nicolás I. Para agasajar el estómago de este ilustre invitado se le ocurrio preparar una pasta fluida rebozada con una capa crujiente, un plato que fue bautizado como 'croquettes à la royale'. La palabra 'croquant' significa en francés crujiente. De ahí que al pasar al vocabulario popular tomase esa terminología. No queda claro, con todo, si ya utilizó bechamel, o bien patata.

Como sucede con los tradicionales canelones, este plato que llega pronto a España (aunque la primera receta, en 1830, es de una croqueta dulce, de arroz con leche) se difunde en una época de hambruna en la que la harina era abundante y se elaboraban para aprovechar la carne sobrante de los cocidos y estofados. Hoy en día ha pasado de ser un plato tan popular gracias a que puede enganchar tanto como aperitivo, plato principal o como acompañamiento. Cada vez son más los chefs y restauradores que, con su creatividad e innovación, incorporan novedosos ingredientes (marisco, quesos…) tanto a la masa como a su cobertura. Sin embargo, aún son muchos los que se siguen decantando por las tradicionales croquetas de jamón o de carne.

Para elaborar una buena croqueta no hacen falta demasiados conocimientos, pero como en todo en la cocina, los materiales, la paciencia y los tiempos son sagrados. La receta es sencilla: la base es la bechamel para la que nos bastará con harina, mantequilla, leche y sal. Mientras que el relleno puede variar desde la carne, el jamón, las setas, el pescado, el marisco o las verduras, todo manjar es susceptible de ser 'croquetado'. Para elaborar el empanado tan solo precisaremos huevo (batido) y pan rallado.