El elemento 'fantasma' de la gramínea

Arsénico en el arroz: ¿es peligroso?

Que nadie se asuste: la cantidad de veneno en los granos es ínfima, así que todo el mundo a comer paella tranquilamente

Arroz

Arroz / Shutterstock

Ferran Imedio

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Escuchar o leer la palabra arsénico da cosita. Menudo veneno. Más cosita te puede dar si descubres que el arroz que comes cada dos por tres lo lleva. Pero que nadie se asuste. Antes te morirás de un empacho de paella que de una intoxicación de arsénico. Grasas, hidratos de carbono, fibras, proteínas… Y poco más enumeran las etiquetas de los paquetes de la popular gramínea. Pero el arsénico -¿será por no asustar al consumidor?- no aparece en la composición nutricional.

Hablamos con Abel Mariné, catedrático emérito en Nutrición y Bromatología del Campus de la Alimentación de la UB, para que nos saque de dudas y nos quite el susto del cuerpo (el arsénico será más complicado porque nos encanta el arrocito). “En ciertas regiones del mundo, como en algunas zonas de Bangladesh y algún que otro estado de Estados Unidos, los suelos son ricos en arsénico por razones geológicas, no de contaminación. Y eso hace que los cereales que se cultivan allí no sean comestibles”, explica el sabio.

Cantidad ínfima

Pero en el resto del planeta, esa cantidad de veneno es ínfima y además está controlada por agencias estatales de seguridad alimentaria. “En general, el contenido de arsénico en el arroz de nuestro entorno no llega en ningún caso a representar un peligro para la salud, aunque es un hecho que sus granos lo contienen. Pero tendrías que comer muchas paellas seguidas para envenenarte, así que antes morirías de indigestión”, explicó Mariné.

Al fin y al cabo, dice Mariné, lo importante es saber de cuánta cantidad de arsénico se trata, y en los documentos que maneja encuentra unas cifras que resumen bien la nula gravedad del ‘problema’: un catalán, según un informe de la Agència Catalana de Seguretat Alimentària de 2021, consume de media 0,02 microgramos (un microgramo es millonésima parte de un gramo) por kilo de su peso corporal y día. Y el límite que establece la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) es de 0,3. O sea, casi cero patatero. De ahí que no figure en las etiquetas de los paquetes de arroz.

En algas, pescados, mariscos...

“También hay arsénico en las algas marinas, los pescados, los mariscos (unos grandes filtradores de agua que acumulan lo bueno y lo malo) porque el mar tiene muchos minerales y porque también llegan hasta el agua vertidos con muchos residuos, los pescados y el marisco que es un gran filtrador de agua acumula bueno y malo. Incluso en el agua de consumo”, apunta Mariné.

Algo muy similar ocurre con el mercurio del pescado, un caso más conocido. “Solo sería peligroso para tu salud si comieras pescado y nada más que pescado, y en grandísimas cantidades, pero más peligroso sería hacer eso porque no estarías comiendo otros productos que necesitas para tu salud”.

Y si tienes alguna duda, siempre echa mano de la dieta equilibrada, tal y como defiende el autor de 'Dietas. Una inmersión rápida' (Tibidabo), un libro en el que sostiene que hay que "comer con emoción pero con racionalidad", y para ello la mejor herramienta es la dieta de las cinco eses que defiende su colega María Carmen Vidal: "Sana, segura, saludable, sabrosa y social".