Novedad editorial

'Nadar con atunes', las aventuras y desventuras gastronómicas de Pau Arenós

El cronista de El Periódico publica un libro que repasa sus experiencias por todo el mundo y por todo tipo de establecimientos, y cuenta el verdadero origen de muchos platos clásicos

Pau Arenós, con su libro 'Nadar con atunes y otras aventuras gastronómicas que no siempre salen bien'

Pau Arenós, con su libro 'Nadar con atunes y otras aventuras gastronómicas que no siempre salen bien' / Ferran Nadeu

Ferran Imedio

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Cronistas gastronómicos hay muchos. Pero pocos, por no decir ninguno, como Pau Arenós, que lleva desde los años 90 explicando qué, cómo y dónde come. Y no solo por lo longevo de su trabajo, sino por la variedad de experiencias que ha vivido en todo este tiempo. Así que ha dibujado un mapa de lo vivido, comido y bebido y lo ha plasmado en 'Nadar con atunes' (Debate), cuyo subtítulo explica bien qué va a encontrar el lector en sus páginas: 'Y otras aventuras gastronómicas que no siempre salen bien'. Porque, como admite Arenós, "la gastronomía es un goce, pero a veces las flores tienen pinchos". Y él no evita esos fiascos que ha vivido porque, "a veces, la comida y el servicio son malos, a veces el restaurador hace trampa y te engaña...". "Algo no muy diferente a otras cosas de la vida", resume.

En su nuevo libro, convive lo bueno y lo menos bueno (tendrás que leer el libro para saber si lo de nadar con atunes fue bien o mal) que ha vivido un Arenós explorador que te guía a través de su búsqueda de experiencias satisfactorias que en alguna ocasión le ha hecho acabar "con los pies en un charco". En todo caso, su punto de partida ha sido adoptar "una mirada muy amplia, sin manías, porque igual visito un restaurante con estrellas Michelin que uno que hace bocadillos y no aparece en ninguna guía aunque tenga colas para entrar [se refiere a Es Cruce, en Mallorca]".

Momentos inolvidables

En su nueva obra (y van 15), el escritor gastronómico, Premio Nacional de Gastronomía en 2005 entre otros muchos reconocimientos, recuerda momentos inolvidables. Como aquellos cinco días que vivió con José Andrés en Washington y que culminaron con unos huevos abuñolados con callos que hizo el cocinero en su propia casa. O como la admiración que le causó el empeño de El Langui por moverse por sí mismo, rechazando cualquier tipo de ayuda, cuando coincidió con él en Quique Dacosta. O los esfuerzos de Jordi Roca por expresarse "con esa voz que le sale de lo más hondo".

O la visita que rindió a Kevin Fan, chef de Asian Glories (Róterdam), cuyos padres fueron asesinados en un atentado aéreo y a pesar de todo ha sacado adelante el restaurante, considerado el mejor chino de la ciudad. O su visita a Casa Marcial, un dos estrellas Michelin en una aldea, La Salgar, con más vacas (19) que vecinos (3).

Remata la obra un "mapa de ingredientes y platos" en el que explica de manera entretenida el verdadero origen de platos emblemáticos como la ensaladilla rusa, el canelón y la hamburguesa, entre otros. La razón: "Estoy harto del conocimiento cacatúa, que repite lo que otros han repetido dando por hecho que es correcto". Porque se goza más (y mejor) de la gastronomía cuanto más se sabe de ella. Y gracias a mapas como los de 'Nadar con atunes' eso resulta más fácil y placentero.