Moda de inspiración culinaria

Ropa que está de rechupete (para ella)

Todas ellas son de marcas de proximidad, que elaboran sus piezas en talleres locales o en fábricas con certificado ético

Igual que la tendencia del kilómetro cero se extiende cada vez mas en el mundo de la cocina, también crece en la moda

Una selección de prendas de vocación gastronómica, que pueden ser el regalo ideal de esta Navidad para cualquier amante de la cocina

Camiseta inspirada en el ramen japonés (y en los gatos) de Suara

Camiseta inspirada en el ramen japonés (y en los gatos) de Suara

Eduard Palomares

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Aunque esta Navidad va a ser muy diferente a todas las demás, hay algo que no cambiará, como es la enorme dificultad de encontrar el regalo ideal. Es cierto que a los amantes de la gastronomía les suele hacer ilusión un libro de cocina, aparatejos para jugar a ser un gran chef como un sifón o un soplete o un vale para cenar en un restaurante de categoría, pero también hay otra opción que seguramente les sorprenderá bastante más: la ropa de inspiración culinaria. Prendas que no están pensadas para llevar en la cocina, sino para lucir por todas partes el amor por una buena comilona.

Esta es la primera parte de una selección de piezas de ropa basada en la gastronomía que provienen, además, de pequeñas marcas de proximidad, elaboradas en talleres locales o bien en fábricas con certificados de buenas prácticas y con tejidos sostenibles. Porque igual que el kilómetro cero es una tendencia a seguir a nivel culinario, también hay cada vez más marcas de moda que contraponen un modelo ‘slow’ al sistema ultra globalizado de las grandes multinacionales. Para empezar, cinco propuestas pensadas sobre todo para las gurmets, aunque también se pueden encontrar en algunos casos su versión masculina.

Suara, ramen y gatos

Camiseta de Suara

Camiseta de Suara, cuyos beneficios se destinan a los gatos callejeros. / Suara

La combinación puede parecer extraña, pero no lo es tanto al conocer la esencia de Suara. No se trata tanto de una marca de moda, sino más bien de una fundación de ayuda a los gatos callejeros que vende todo tipo de ropa de inspiración felina para financiar el proyecto, cuya sede se encuentra justo detrás del antiguo mercado del Born (Fusina, 6). En el espacio dedicado a la tienda se pueden encontrar camisetas, sudaderas y demás prendas con los gatos como protagonistas, que tanto pueden llevar el casco de Darth Vader como pintarse la cara a lo Bowie, o incluso nadar en un bol de ramen –la sopa de fideos japonesa– palillos en mano. Fomentan además el comercio justo y el bajo impacto ambiental, por lo que se trata de un regalo ideal para todas aquellas (y aquellos, porque también hay versión unisex) que consideran que el compromiso social no está reñido con el buen paladar.

Compañía Fantástica, que no falten los huevos

Vestido de Compañía Fantástica

Vestido con estampado de huevos cocidos de Compañía Fantástica. / Compañía Fantástica

Esta firma madrileña defiende a capa y espada que la moda debe servir para expresar la propia personalidad sin necesidad de sumarse a tendencias pasajeras ni caer en los tópicos de siempre, con total libertad e inspirándose en la vida cotidiana. Y prueba inequívoca de ello es este vestido camisero con un estampado de huevos cocidos, que sin duda expresa no solo amor por la gastronomía, sino también la voluntad de no amedrentarse ante nada ni nadie. Explican que el ADN de Compañía Fantástica son los estampados originales llenos de fantasía y color, así como los patrones confortables. La comida suele ser un tema recurrente en sus colecciones, y antes ya han homenajeado al sushi, al bocata de calamares o a la langosta. Sus piezas cuentan con el certificado Sedex, que garantiza que se cumplen todos los requisitos de seguridad, derechos laborales y buenas prácticas medioambientales. 

Rollitoasí, una gamba a todo color

Camiseta con la acuarela de una gamba de Rollitoasí.

Camiseta con la acuarela de una gamba de Rollitoasí. / Rollitoasí

Si se tuviera que escoger un solo ingrediente que englobara la cocina mediterránea, la gamba no sería una mala candidata. Porque por sí sola ofrece una explosión de sabor, porque realza cualquier plato y porque su color rojo promete un verano intenso bajo el sol. Algo, esto último, más necesario que nunca cuando a las seis de la tarde ya es de noche. Esta camiseta es obra de Nataline Pomar, propietaria de la tienda Rollitoasí de Gràcia (Travessera de Gràcia, 141) y firme defensora de ampliar la paleta cromática del vestuario del día a día, como un elemento de expresión personal y de empoderamiento. Se trata de una edición especial a partir de un dibujo en acuarela, posteriormente digitalizado para estamparlo sobre una camiseta de algodón orgánico, con tintas respetuosas con el medioambiente. Un regalo (para los y las gurmets) que también sirve para apoyar al pequeño comercio en una época complicada.

Laurel Estudio, calcetines de kilómetro cero

Calcetines de aguacates y piñas de Laurel Studio.

Calcetines de aguacates y piñas de Laurel Estudio. / Laurel Estudio

En los últimos tiempos, los calcetines han dejado atrás los aburridos colores oscuros para llenarse de color y estampados originales. Y la gastronomía también ha encontrado su hueco en estos dos modelos de la firma catalana Laurel Studio, que presenta unos calcetines de caña media llenos de aguacates o piñas. Son, además, de kilómetro cero, porque están fabricados en Pineda de Mar (Maresme) y cuentan con el certificado Oeko-Tex, que garantiza un producto sostenible, biodegradable, sin metales pesados ​​y con todas las garantías laborales. Esta firma, liderada por la diseñadora Laura Jaramillo y que también elabora joyas o cortagalletas, forma parte de la campaña Yo Regalo Talento Local, que agrupa a más de 60 pequeños creadores para difundir las ventajas de confiar en las marcas de proximidad a la hora de escoger los regalos de Navidad.

Laliblue, un dulce toque de distinción

Pendientes de helado de Laliblue.

Pendientes de helado de Laliblue. / Laliblue

Como complemento, unos pendientes en forma de cucurucho elaborados en metacrilato y madera y ensamblados a mano por la firma Laliblue, que también forma parte de la iniciativa Talento Local. Se trata de una pequeña marca que diseña bisutería artesanal de inspiración retro desde su taller de Castellón, apostando por la originalidad y la frescura. Y pocas cosas hay más frescas que un buen helado. Las diseñadoras Gema Arnal y Cristina Arnau se inspiran para diseñar sus piezas en cuentos clásicos, el mundo del circo, jugueterías antiguas, todo tipo de anticuarios, trucos de magia, dioramas de papel, autómatas, cine, ballet… e incluso la gastronomía, aunque siempre con un toque ‘vintage’. En sus colecciones también se pueden encontrar pendientes o broches de camareras ‘pin up’, cestas de pascua, batidos o tazas de capuchino.

Próximamente, la segunda parte del artículo, esta vez de ropa con corte masculino.