MANANTIAL

Burbujas efervescentes en la alta cocina catalana

Desde inicios del siglo XX, el Agua de Vilajuïga, que proviene del parque natural del Cap de Creus, se ha convertido en una de las mejores aguas minerales naturales del mundo

Vista de Vilajuïga, que custodia el secreto de su agua mineral con gas natural

Vista de Vilajuïga, que custodia el secreto de su agua mineral con gas natural / periodico

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Tiene una sensación carbonatada muy delicada, una textura única que envuelve el paladar con suavidad y un sabor que respeta al máximo las elaboraciones gastronómicas. Así describe el Agua de Vilajuïga Ferran Centelles, quien fue sumiller del restaurante elBulli. Una joya que proviene de un manantial situado en el parque natural del Cap de Creus y que se ha convertido en una de las mejores aguas minerales naturales del mundo. Vilajuïga es un pueblo de naturaleza distinguida, efervescencia discreta y espontaneidad acreditada. Un pueblo que, desde el 1904, ha custodiado uno de los bienes más preciados y únicos de la comarca catalana del Alt Empordà.

Inspiración desde el 1904

Inspiración desde el 1904

El Agua de Vilajuïga es un agua mineral carbonatada naturalmente que procede de un acuífero situado a 70 metros de profundidad. Sus burbujas naturales son fruto de un viaje de más de treinta años que se inicia con las lluvias sobre las colinas circundantes del parque natural de Cap de Creus. El agua circula por el subsuelo absorbiendo minerales a su paso, como el magnesio, el sodio, el calcio, el litio y los bicarbonatos, responsables de sus burbujas naturales.

Sus inicios se remontan a un modesto pozo que abastecúa de un agua muy singular a los vecinos de Vilajuïga, que bajaban por unas escaleras para poder obtenerla. No fue hasta inicios del siglo XX cuando Ramón Margineda constituyó una sociedad bajo el nombre de Aigües de Vilajuïga y, poco después, el 15 de julio del 1094, fue declarada agua de utilidad mineromedicinal. De hecho, un año antes, el prestigioso químico Dr. B. Oliver i Rodés certificó con el primer análisis del agua sus beneficios mineromedicinales, con lo que se convirtió en un agua de referencia para las farmacias y las droguerías de la época. La presión del subsuelo que recorre antes de llegar al acuífero de donde se extrae le aporta una gran cantidad de propiedades puras que enriquecen el agua con sales minerales y oligoelementos necesarios para el equilibro del organismo.

Maridaje gastronómico

Maridaje gastronómico

Estas cualidades, junto con la sensación de frescor que produce en el paladar y su cuerpo ligero, la convierten la pieza perfecta para culminar un maridaje gastronómico de alta calidad. Estas cualidades, junto con la sensación de frescor que produce en el paladar y su cuerpo ligero, la convierten en la pieza perfecta para culminar un maridaje gastronómico de alta calidad, sobre todo, para acompañar vinos, cavas, cafés e infusiones.

Sus propiedades organolépticas y, sobre todo, sus burbujas efervescentes en boca ayudan a limpiar suavemente el paladar. Reconocidos chefs como Ferran Adrià han elegido el Agua de Vilajuïga para combinar sus propuestas culinarias en sus distinguidos restaurantes. “La evolución del restaurante elBulli se ha pasado, entre otros aspectos, en la estimulación de las emociones de los comensales. En este contexto, el Agua de Vilajuïga ha sido un producto clave y fascinante, ya que la naturaleza, por sí misma, ha elaborado una bebida maravillosa y con alma propia”, remarca Adrià.

De la botella de diseño a la copa óptima para degustarla

Para darse cuenta de que Vilajuïga no es un agua cualquiera, solo hay que observar las recomendaciones de sumilleres expertos, que aconsejan utilizar la copa óptima para disfrutar al máximo de sus propiedades organolépticas. En este caso, la copa escogida por Riedel es la que proporciona su máxima expresión en forma de frescor, con volumen y elegancia, porque llena todo el paladar cuando entra en la boca y, al mismo tiempo, sorprende con su gas carbónico único y natural.

La temperatura también cuenta. Si lo que se quiere es tomar el agua a temperatura ambiente, se recomienda como ideal los 15-16°, que es la temperatura natural de captación. Si se quiere disfrutar fría, se aconseja una temperatura de servicio entre los seis y ocho grados. Sin duda, poder disfrutar de una buena comida con Agua de Vilajuïga es una de las mejores experiencias gastronómicas a las que un buen paladar difícilmente puede renunciar. Su botella tampoco deja indiferente a nadie, su diseño se inspira en el territorio del que procede, sometido al viento de la tramontana y erosionado durante siglos. Su atrevida asimetría y la imperfección de sus formas orgánicas hacen evidente que solo un agua única podía presentarse de una forma tan singular.