come y calla

Valmas: aquí se toma lo que diga la chef

Aviso para gourmets: en este restaurante sin carta tú no pides los platos; te los prepara la cocinera

Melissa Herrera, chef del restaurante Valmas

Melissa Herrera, chef del restaurante Valmas / periodico

Ferran Imedio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace unos meses, en On Barcelona publicamos un reportaje sobre mujeres al frente de restaurantes en Barcelona."Ellas son las jefas", se titulaba. Pues bien, habría que añadir a la lista a Melissa Herrera, que con su socia y jefa de sala, Natalia Jokie, han abierto Valmas. Son las jefas y mandan. Pero mucho. Tanto que no puedes elegir los platos porque no hay carta ni menú. Pruebas lo que cocina Herrera, que ha estado comprando en el mercado horas antes. Como mucho, te preguntan si sufres alguna alergia o intolerancia alimentaria y si hay algún plato o producto que no te gusta. Y como muchísimo, puedes pedir un estilo de comida, tipo vegetariana. Nada más. Aquí, comes y callas..

Es un concepto tan arriesgado que el hecho de que Herrera haya quedado cuarta en la última edición de Top Chef resulta anecdótico. Lo que en otras circunstancias se vendería como gancho mediático queda aquí diluido por la firme apuesta por una cocina de mercado con viajes a la memoria gastronómica de la cocinera (ese pan de mantequilla con boquerones en vinagre que le hacía su abuela) y a países lejanos (ese humus de wasabi en la ensalada de verduritas, esos mejillones a la marinera con salsa 'thai'). Tradición y fusión. Esto es lo que hay. O lo tomas o lo dejas..

Pides uno, dos, tres, cuatro platos. Los que quieras. Medias raciones que siempre cuestan lo mismo, 10,90 euros, así que sabes cuánto te vas a gastar desde el minuto 1. Y por mucho que vayas, nunca probarás lo mismo. Para beber, igual. No hay carta, así que deberás dejarte aconsejar por Jokie. En los nueve meses que Valmas lleva abierto, Herrera solo ha repetido un par de recetas, y porque algún cliente se lo ha suplicado. "Estábamos cansadas de ver siempre las mismas cartas", se lamentan. Y han actuado en consecuencia de manera radical para intentar cambiar el panorama. .

PLATOS MUY TRABAJADOS

Herrera se curra cada plato. Hay muchos ingredientes, mucha elaboración, muchas ganas de gustar con presentaciones cuidadas en un ambiente de lo más agradable desde que pones los pies en el restaurante.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/9\/1\/1538072018619.jpg","author":null,"footer":null}}

En la entrada, hay una especie de cocina con mesas altas donde tomar una copa o un café. En la sala, libros en el suelo, poemas de la propia Herrera en las paredes, cuadros y mesas altas y bajas. Y al fondo, una maravillosa terraza, tesoro por descubrir.

"Es una cocina-casa", sonríen. Y sí, esto es como cuando vivías en casa de tus padres y comías lo que te ponían en la mesa. Pero en Valmas, todo está más rico. -

.