CARNES

¡Qué corte!

El flamante restaurante Solomillo se ha especializado en servir platos solo con este corte. Probamos cuatro tipos

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Ferran Imedio

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No se han cortado a la hora de apostar por el solomillo. Por eso, los responsables del hotel Alexandra (calle de Mallorca, 251) eligieron este nombre para su nuevo restaurante, asesorado por el chef Enrique Valenti. Solo sirven solomillo. Probamos cuatro piezas de diferentes tipo de animal y diferentes maduraciones, aconsejados por el jefe de sala del local, Manel Castelló, que recomienda que la carne esté poco hecha para notar aromas y sabores.

Salers. Se trata de una ternera lechal de unos dos meses de vida, que se alimenta de hierba y leche materna. No tiene maduración y es muy tierna. Dicen que por su sabor suave es ideal para aquellos a los que no les gusta la carne.

Frisona. Centroeuropea de tres a cuatro años, al principio es lechera y luego su carne se destina para el consumo. Se madura 30 días para que tenga más consistencia y sabor. Es el tipo de carne más común en España porque llegó aquí en los años 60.

Rubia gallega. Esta vaca de 7-8 años está destinada al trabajo de campo. Por eso tiene la carne más dura y necesita más maduración, pero su sabor es más intenso, más potente, más animal (no se nota nada el pienso). Bebe leche materna y come forraje y -atención- restos de patatas cocidas que les dan los granjeros.

Buey. Tiene 12 años cuando lo sacrifican. Es el corte de carne con un color más oscuro porque se ha dejado madurar durante 120 días. Y eso que le han quitado la parte externa, que todavía es más oscura. Destaca por su sabor, mucho más intenso y fuerte que las demás carnes. Un producto ideal para hacer al horno o para guisar.