Martes, 6 de noviembre del 2012 Sergi López Ayats (Vilanova i la Geltrú)

Que la CUP (Candidatura d¿Unitat Popular) se presente a las elecciones al Parlament de Catalunya puede parecer que perjudica a una mayoría por la independencia. Pero los partidos soberanistas ya tenían mayoría absoluta en el Parlament durante la anterior legislatura y quien ha colocado la autodeterminación en el centro del debate ha sido la gente de la calle. Conozco la CUP por su trabajo en Vilanova i la Geltrú, y es una realidad mucho más interesante que la caricatura simplista que algunos cultivan. Encontré a gente preparada que, además de tener un discurso vinculado a la fuerza democrática del pueblo, hace cosas como rebajar o anular el sueldo de sus alcaldes o forzar al consistorio a hacer asambleas abiertas o referendos. No hay presidentes ni disciplina de partido. Deciden en asamblea, las listas son siempre abiertas y los une la idea de construir una mayoría popular crítica y con conciencia social. No son un partido político convencional, sino un movimiento popular con vocación de mayoría. Porque la auténtica mayoría absoluta del país es la gente de abajo, la que no compra deuda soberana, no juega en bolsa y no acepta que se paguen con dinero público las pérdidas de los bancos pero que sus beneficios sean privados. Necesitamos gente con ganas de vencer el pesimismo que dice que cambiar eso es imposible. La independencia también lo parecía y hoy se antoja imparable. No podemos renegar contra la clase política y, a la hora de votar, hacerlo por los de siempre o no votar. Si queremos que las cosas cambien, debemos hacer una propuesta diferente.

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