Sábado, 18 de abril del 2015 María Marcos (Barcelona)

Es tiempo de 'reality show' y España y su vida política son el escaparate perfecto para llegar al máximo de espectadores posibles.  En el 'prime-time' de la parrilla televisiva  tenemos a los concursantes imprescindibles para obtener una buena audiencia e incendiar  las redes sociales con nuestros comentarios ingeniosos. Los protagonistas confirmados del 'Talent-show' de las influencias, el 'Master-chorizo' y 'Gran Hermano' Presunto  son la folclórica Isabel, el noble Iñaki, el 'gentleman' de las finanzas Rodrigo y el introvertido  aventurero Luis.
Pero ellos no son los únicos. Otros nombres no confirmados por la productora para completar la casa-juzgado  de esta edición son  el profesor  Juan Carlos, el abogado de la jet económica Emilio,  el respetado Jordi y otros  famosetes del papel cuché-sindical-futbolero.
Los espectadores asistimos atónitos a un desfile de personajes que en épocas anteriores merecían nuestra confianza y que ahora  nos muestran sin pudor sus vergüenzas. La temida expulsión y el juicio de sus amigos  hacen todavía más interesante estos juegos del hambre del siglo XXI que se retroalimentan debido a la cantidad de VIP blanqueadores de capital que irrumpen  cada día en nuestras aburridas vidas.
La verdad es que  la culpa de lo que sucede es  de todos aquellos que miramos sin pestañear  el programa político de la corrupción. Lo que tenemos que hacer es votar de una vez y expulsar a todos los corruptos de la vida pública para de esta forma dejar esta edición del 'reality' de la corrupción española sin ganador. Basta ya, es hora de que busquemos nuevos programas, por favor.

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