Viernes, 12 de diciembre del 2014 Guillermo Martí (Sant Pol de Mar)

Hace tiempo compré un pequeño libro titulado Què cal saber de Catalunya, de Ferran Soldevila. Me llamó la atención la portada, deteriorada por el tiempo, con un diseño deficiente y pasado de moda que llevaba como fondo la senyera. Me llamó la atención porque quería leer algo sobre la historia de Catalunya que no estuviera contaminado por los viscerales tiempos actuales en torno al proceso catalán. Sinceramente, no conocía a su autor, Ferran Soldevila, un prestigioso historiador, autor entre otras muchas obras de Història de Catalunya, encargada por Cambó en 1928 y publicada en 1934. Què cal saber de Catalunya, de 244 páginas y publicado en 1968, resultó ser una pequeña gran joya, un resumen de la tierra catalana, de su lengua, su historia, su literatura, su economía y su derecho. Escrita con la boca pequeña, eran tiempos de censura, pero sin omitir nada relevante; nunca una palabra altisonante ni de rencor contra el régimen imperante y opresor, simplemente exponiendo con gran amor y pasión las virtudes (y también algunos defectos) del pueblo catalán desde un rigor académico e histórico impecable. Cuando uno termina de leer este breve ensayo siente también un fuerte aprecio por esta tierra y su gente; sin proponérselo el autor, estos textos confirman que el proceso por la soberanía de un pueblo contiene razones y fundamentos de gran contundencia. Sería una gran idea de que un editor reimprimiera esta joya. Como hizo conmigo, sacaría de dudas a muchos indecisos.

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