Lunes, 12 de enero del 2015 Jaume Rovira (Barcelona)

Últimamente en Catalunya se habla mucho de soberanía, independencia, federalismo... Pero quizá tendríamos que pensar en qué queremos decir en realidad cuando utilizamos estos términos. ¿Son hoy los estados soberanos? ¿Que un Estado sea independiente significa que puede libremente tomar decisiones? Dos ejemplos de la actualidad me hacen pensar que no.

En primer lugar, se está negociando secretamente entre EEUU y Europa el tratado de comercio conocido como TTIP. Por lo que se ha podido conocer de este tratado, entre otras cosas, limitará la capacidad de los estados de elaborar normativas medioambientales, sanitarias o laborales cuando afecten a los intereses de las grandes corporaciones, permitiendo, por ejemplo, que las multinacionales demanden a los estados que aprueben leyes que perjudiquen sus beneficios económicos presentes o futuros.

También hemos visto las amenazas del Fondo Monetario Internacioonal (FMI) o de la cancillera alemana, Angela Merkel, ante la posibilidad de que en las próximas elecciones en Grecia gane una lista contraria a las políticas de austeridad extrema aplicadas hasta la fecha. Interfiriendo, como otras veces en los últimos años, sin ningún respeto en la toma de decisiones de un Estado pretendidamente soberano. Por todo ello pienso que hay que repensar el concepto de soberanía y que lo más importante y urgente es recuperar la capacidad de la ciudadanía de decidir sobre lo que le afecta, más allá de la forma que adoptemos de relación con otros estados o naciones.  

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