Domingo, 21 de abril del 2013 Judith Sala Morales (Terrassa)

AActualmente no se habla, con la frecuencia e intensidad con que se debería, de la gran dependencia energética de nuestra economía, pese a ser el quid de la cuestión. Según los últimos datos de Eurostat, el 76,4% de la energía que consume España proviene del exterior. Y aquí no tenemos petróleo, pero sí viento y radiación solar. Invertir en energías renovables supone invertir en un sector puntero y sostenible que, además, respeta el medio ambiente y el desarrollo humano sostenible. Pero los costes de las energías renovables sí que han acabado con las primas y las subvenciones destinadas a impulsarlas, dado que, supuestamente, se trata de «energías caras y poco competitivas». Por fortuna, existen iniciativas que se han propuesto hacer lo que el Gobierno no hace; fomentar la producción y consumo de energía limpia, así como concienciar de la necesidad de reducir nuestro consumo energético, puesto que la energía más limpia es aquella que no se consume.

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