Viernes, 9 de noviembre del 2012 Maribel Malavia Cuevas (Barcelona)

Somos las víctimas de un podrido sistema económico que nos ajusticia recortándonos derechos y dinero día tras día en un pulso frustrante a la dignidad, como si nuestro trabajo no fuera útil para todo el mundo. Sin paladín que nos defienda, no tenemos más remedio que abrazarnos entre nosotros para reconfortarnos un poco. He tenido la fortuna de vivir una emotiva experiencia al ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital Clínic de Barcelona. La generosidad adquiere su verdadero significado ante el trabajo tan bien hecho y con tanta entrega de todo el personal con el que he tratado estos días: enfermeras, médicos, auxiliares, celadores, personal de limpieza, conductores de ambulancias... Su premio, sin embargo, es la supresión de la paga doble de diciembre y el recorte del sueldo dos veces en un año. Quisiera abrazar a todos estos curritos olvidados y anónimos para agradecer su gran derroche de humanidad y su capacidad de olvidar las frustraciones laborales haciendo que el paciente se sienta en todo momento mimado, comprendido y acompañado. Gracias, gracias, muchas gracias.

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