Soy consciente de que mucha gente piensa que estas elecciones no son importantes, y es comprensible: en estos años las decisiones en Europa han sido tomadas por organismos no democráticos, como la Comisión Europea o el Banco Central Europeo. Pero precisamente el Parlamento Europeo es el único organismo democrático de la Unión y por eso pienso que es importante una alta participación en las elecciones que dé más legitimidad a este Parlamento. Pero ¿de qué van estas elecciones? Muchos partidos catalanes y españoles parece que tengan la intención de afrontarlas en clave local, pero creo que ahora no se trata de eso, ni de parar a Rajoy ni de comenzar un país. Se trata de decidir qué políticas queremos que se hagan en Europa, si seguimos con las políticas de recortes marcadas por la troika, priorizando el pago de la deuda, o volvemos a poner en el centro de las políticas europeas la defensa de los derechos y el bienestar de las personas.Y ¿a quién votar? Si queremos que las políticas cambien, no podemos votar a los que en Europa y también en España y Catalunya han defendido las políticas de la troika, los que han hecho una defensa cerrada de la mal llamada austeridad. Es necesario un cambio, pero este cambio no puede venir de los que en Alemania gobiernan con la señora Merkel o de los que en España apoyaron la reforma del artículo 135 de la Constitución. Necesitamos nuevas alternativas para recuperar nuestra Europa, la Europa de la democracia y de los derechos políticos y sociales.
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