Ya hace 10 años que nuestro hijo forma parte de un club de barrio, que cuenta con una filiación aproximada de 300 niños: la Unió Barcelonista Catalònia. Habrá quien pueda extrañarse al leer este escrito, por los enormes y graves problemas que hoy en día nos toca vivir y sufrir de lo lindo a todos. Sin embargo, la vida también regala momentos de alegría, y por esta razón queremos reconocer y agradecer el trabajo que desarrollan de forma altruista los directivos y entrenadores de la entidad: educar en la cultura del esfuerzo, en saber perder y ganar, en respetar al contrario, en rechazar la violencia y transmitir valores a través de una asignatura llamada fútbol. Nuestro hijo próximamente dirá adiós al fútbol base, y queremos que se sepa que lo hará con el orgullo de haber formado parte de esta humilde pero gran familia. Gracias por esta década maravillosa que ha hecho posible la felicidad de nuestro hijo: también como padres hemos recibido parte de ella.
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