Conversaba con el propietario de un establecimiento con 40 años de existencia y una superficie de 600 metros cuadrados. Me decía: «Trabajo para hacer frente a los pagos y los impuestos. La mayoría de meses no llego y tiro de reservas. Cuando no pueda, tendré que cerrar». Esta es la situación real de buena parte del comercio en Catalunya. El cierre de la tienda Habitat en la avenida Diagonal de Barcelona es otra constatación de la precariedad del comercio del mueble y de la venta al detall en general. Con este cierre se pone también de relieve la lamentable dejadez de esta zona de la Diagonal, que empeora sin que las autoridades competentes tomen medidas. Mientras vayamos salvando bancos, no fluya el crédito, no se motive a los emprendedores con medidas fiscales incentivadoras y ayudas, no hay nada que hacer. La cola del paro seguirá creciendo. ¿Hasta cuándo lo podrá soportar la ciudadanía? Señores políticos, aparquen el coche oficial y pisen la calle antes de que el tsunami se los lleve por delante.
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