Domingo, 24 de febrero del 2013 Albert Benítez Hugas (AGA - Associació Animalista de Girona)

El Festival Internacional de Circo de Figueres ya incumplió el año pasado la legislación catalana que prohíbe el uso de cualquier animal con fines promocionales al pasear a un pobre elefante por la localidad. Y este año ya volvemos a tener el circo del Circo. Entre las actuaciones destaca un espectáculo con caballos que vulnera el pacto no escrito de la Generalitat. No hay semana sin que un municipio se declare libre de circos con animales. El Ayuntamiento de Figueres y su festival, sin embargo, van en sentido contrario. Lo que deberían ser unas jornadas de alegría es un viaje al pasado, cuando los circos eran para ver a personas con habilidades extraordinarias y pobres bestias. Pero esto no acaba aquí. El Patronat del Castell de Figueres no ha dado el permiso para ocupar este emplazamiento alegando medidas de seguridad y la ruptura con su estética. ¿Es porque el circo es demasiado moderno o demasiado antiguo? Al paso que vamos, el próximo año el circo traerá a la mujer barbuda y al hombre elefante. Un circo sin animales es posible.

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