Jueves, 2 de octubre del 2014 Daniel Guardans y Laura del Alisal (Barcelona)

Artur Mas se ha convertido en la imagen del movimiento independentista. El apoyo al independentismo coincide con la crisis económica, y no es casualidad. Por eso, lo preocupante no es si se celebra o no la consulta, sino lo que los resultados muestren. Porque ir a votar con una alta dosis de prozac independentista en el cuerpo (o en la mente) puede ser peligroso, al no poder ser completamente conscientes de las repercusiones que tendría el divorcio para España y para Catalunya. El Prozac de la estelada no va a arreglar el 29,5% de pobreza, la corrupción, la desigualdad social o la deuda. Solo sirve para hacernos sentir bien un corto periodo porque a la larga no es la solución para los problemas de los ciudadanos. El efecto del prozac, como el de todas las drogas, es efímero. 

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