Cómo descubrir que la próstata se está haciendo grande y cómo aliviar los síntomas

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Los expertos en urología calculan que en España unos 3 millones de hombres tienen problemas de salud prostática. Pero por tabús o vergüenza apenas unos 900.000 han consultado con su médico y reciben tratamiento.

Este martes, 15 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Salud Prostática. La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es la enfermedad más prevalente entre los hombres. Es lo que comúnmente se denominan «problemas de próstata».

Consiste en un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática que afecta al 50% de los hombres mayores de 50 años y al 90% de los que tienen entre 70 y 80 años, según los datos que aporta el doctor Mauricio López, del Servicio de Urología del Hospital Universitario Virgen de la Salud de Toledo.

«A medida que la glándula crece, puede disminuir o detener el flujo de orina desde la vejiga y producir síntomas del tracto urinario inferior», explica el doctor Carlos Lanciego, jefe de la Unidad de Radiología Intervencionista del mismo hospital.

Síntomas de problemas en la próstata

Los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata son variados. Pueden estar relacionados con el llenado de la vejiga, con el vaciado o con molestias después de orinar.

Lo más usuales son:

  • Interrupciones en el flujo de orina.
  • Dificultad para iniciar la micción.
  • Goteo después de orinar.
  • Necesidad urgente de orinar.
  • Flujo de orina débil.
  • Sensación de que la vejiga sigue llena después de orinar.
  • Orinar con mucha frecuencia, sobre todo por la noche.

Consultar a un especialista en urología es esencial para que estos problemas de próstata no se compliquen y den lugar a otras patologías como incontinencia urinaria, piedras en la vejiga, infecciones de orina o, incluso, insuficiencia renal.

El doctor Mauricio López indica que algunos factores de riesgo de la HBP son la edad o el envejecimiento, los antecedentes familiares de problemas en la salud prostática, la obesidad y enfermedades crónicas, como diabetes y cardiopatías.

Tratamiento innovador que mantiene la función sexual

El tratamiento habitual cuando los síntomas son moderados es la medicación oral. Pero en algunos casos los fármacos no son suficiente y la inflamación de la glándula persiste.

En estos casos, los expertos se pueden plantear el abordaje quirúrgico mediante resección transuretral (RTU). Se realiza a través de la uretra, corta la próstata en fragmentos y se extraen.

Este tipo de técnica es eficaz hasta en el 70% de los pacientes. Sin embargo, presenta complicaciones hasta en un 20% de los casos, como hemorragias, incontinencia y afectación de la función sexual.

En la actualidad, los especialistas en Radiología Intervencionista pueden proporcionar un tratamiento innovador mínimamente invasivo a quienes necesitan una alternativa: la embolización de la arteria prostática (EAP).

Técnica con menor riesgo

«Consiste en acceder a la vasculatura del paciente a través de un catéter insertado en la arteria femoral, radial, etcétera, hasta alcanzar las arterias que irrigan la glándula afectada por la inflamación y seleccionar las que se van a tapar (embolizar) mediante unos dispositivos llamados microesferas”, indica el doctor Ignacio Domínguez, miembro de la Unidad de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Universitario Virgen de la Salud.

De esta manera, el radiólogo intervencionista trata la zona inflamada bloqueando el flujo de sangre a la próstata, lo que disminuye su tamaño, recupera el flujo de la orina y hace desaparecer los síntomas clínicos en los días posteriores al tratamiento.

Por su parte, el doctor Lanciego afirma que, «en nuestra experiencia de más de 60 casos tratados desde hace 10 años hemos obtenido muy buenos resultados y con un alto grado de satisfacción, que nos hace sentirnos muy orgullosos de esta colaboración tan franca con el Servicio de Urología, dirigido por el jefe de servicio, el doctor Antonio Gómez”.

Finalmente, asegura que las ventajas de esta técnica frente a la cirugía tradicional son el menor riesgo, tiempo de recuperación más rápido, menor dolor, mantiene la función sexual y ausencia de incontinencia urinaria.

La embolización de la arteria prostática es una opción de tratamiento segura y efectiva para pacientes seleccionados adecuadamente, por lo que los expertos reiteran la importancia de consultar siempre al especialista, quien determinará la mejor opción terapéutica en cada caso.

Cómo aliviar los síntomas de próstata

Las molestias derivadas de la inflamación de esta glándula masculina pueden tener un impacto en la calidad de vida del paciente.

Por este motivo, además de acudir a un profesional médico para confirmar el diagnóstico y buscar un tratamiento, la Asociación Española de Urología propone una serie de cambios en el estilo de vida del paciente para reducir las molestias de la próstata:

  • Para que la necesidad de ir al baño no impida el descanso, lo ideal es limitar el consumo de líquidos en las últimas horas del día o antes de acostarse. Si el paciente va a realizar un viaje, también debe beber menos en las horas anteriores a la partida.
  • Nada de alcohol o bebidas con cafeína.
  • Seguir una dieta adecuada con el fin de evitar el estreñimiento.
  • Consultar con el especialista cualquier medicación que se tenga que tomar para asegurar que no afecta de una u otra forma a los síntomas prostáticos.
  • Practicar técnicas de relajación y de doble micción (intentar orinar nada más terminar de hacerlo).
  • Tratar de controlar las ganas de hacer pis realizando respiraciones profundas, compresión del pene, distracción de la mente.
  • Separar cada micción todo lo que sea posible.
  • Evitar el frío.
  • Realizar cualquier actividad física con el fin de evitar el sobrepeso y la obesidad.