Un estudio prueba que la vacuna de Pfizer protege contra las variantes británica y sudafricana

Un estudio prueba que la vacuna de Pfizer protege contra las variantes británica y sudafricana

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Una buena noticia para la batalla mundial contra el coronavirus se publicó ayer en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine. Según una investigación realizada en Qatar, los científicos consideran que hay una evidencia sólida de que las actuales vacunas pueden detener las nuevas cepas más peligrosas que conocemos hasta el momento.

No es una noticia de hoy y para siempre, porque los constantes contagios propician nuevas mutaciones y nadie sabe cuándo puede aparecer una variante de escape.

Pero sí que resulta muy tranquilizadora en tanto en cuanto, y tras un estudio realizado con más de 6.000 personas, podemos decir que al menos la vacuna de Pfizer es eficaz para frenar las nuevas variantes.

La investigación ha tenido lugar en Qatar, donde después de meses de tranquilidad, con relativamente pocos contagios y muertes, estalló una nueva ola.

Alarmante rebrote en Qatar

La causa primera de este importante rebrote, según los investigadores, fue la variante mutante B.1.1.7 de rápida propagación, que se identificó por primera vez en el Reino Unido y por eso es más conocida como cepa británica.

Pero pocas semanas después, los investigadores se encontraron con la preocupante presencia de la variante B.1.351, más conocida como cepa sudafricana y que se considera capaz de provocar reinfecciones y de poder disminuir la efectividad de las vacunas.

Así lo anunciaban los ensayos clínicos que se realizaron en Sudáfrica cuando se identificó por primera vez esta variante. Y así lo temía la comunidad científica, aunque estaba a la espera de nuevos estudios para sacar conclusiones.

Y la realidad es que este nuevo estudio ofrece una imagen más completa y tranquilizadora de lo que en este momento podemos esperar en la lucha contra estas nuevas variantes.

75% menos de probabilidades

En Qatar, las personas que recibieron la pauta completa (dos dosis) de la vacuna de Pfizer-BioNTech tuvieron un 75% menos de probabilidades de desarrollar Covid-19 causado por la cepa sudafricana, B.1.351 que las personas no vacunadas.

Y lo que todavía es mejor noticia: mostraron una protección casi total contra la enfermedad grave causada por esa cepa.

Según el artículo publicado en The New England Journal of Medicine, las vacunas de ARN actuales parecen ser un arma potente contra las variantes más preocupantes por su supuesta capacidad de vencer a la enfermedad pasada (reinfección) y a las vacunas.

Tanto Pfizer como Moderna están ya desarrollando una vacuna de ARN actualizada y dirigida contra la cepa B.1.351, cuyos primeros resultados parecen dejar evidencias de que esa inyección de refuerzo de la vacuna desencadena una fuerte respuesta contra la cepa de Sudáfrica, B.1.351.

Según el director del estudio, epidemiólogo de enfermedades infecciosas en Weill Cornell Medicine, Laith Jamal Abu-Raddad:

– «Esta variante es probablemente la peor de todas las nuevas variantes que conocemos hoy, pero tenemos las herramientas para controlar al menos las formas graves de infección».

La noticia es muy importante porque en los primeros estudios de laboratorio se pensó que esa variante albergaba mutaciones que mitigaban los efectos de los anticuerpos bloqueadores de virus. Incluso los ensayos hicieron pensar que algunas vacunas eran significativamente menos efectivas contra esta cepa.

Pero ya en el mes pasado, abril, las compañías anunciaron que un pequeño ensayo en Sudáfrica había concluido que la vacuna era completamente efectiva contra la cepa B.1.351. Lo malo es que se trataba de un ensayo pequeño que se tomó más como una esperanza que como una realidad.

Primera evidencia

Primera evidencia de que las vacunas COVID protegen a las personas contra nuevas variantes

Ahora las cosas son muy diferentes y el estudio es suficientemente grande para darle credibilidad.

El equipo de Abu-Raddad analizó decenas de miles de casos de Covid-19 entre el inicio de la campaña de vacunación de Qatar, a fines de diciembre, y los últimos días del mes de marzo.

Durante ese tiempo la secuenciación del genoma mostró que la cepa británica (B.1.1.7) y la sudafricana (B.1.351) se responsabilizaba de casi todos los contagios ocurridos desde mediados de febrero aproximadamente al 50%.

Y los resultados, que ahora conocemos, son más que esperanzadores.

Comparando las tasas de infección por SARS-CoV-2 en personas vacunadas con las de los no vacunados, encontraron que las personas que recibieron dos dosis de la vacuna tenían aproximadamente un 90% menos de probabilidades de desarrollar una infección causada por B.1.1.7.

investigadores identificaron alrededor de 1.500 infecciones causadas por la variante sudafricana en personas vacunadas, pero solo 179 de ellas ocurrieron más de 2 semanas después de la segunda dosis.

Y apenas hubo casos graves de Covid-19 causados por la cepa británica o la cepa sudafricana entre personas completamente vacunadas.

El director del estudio manifestaba que «a pesar de que hubo infecciones, no condujeron a la hospitalización ni a la muerte, excepto muy, muy raramente».

Concretamente se sabe que dos personas murieron de coronavirus causado por la cepa sudafricana después de recibir su segunda dosis de vacuna, pero lo más probable es que se contagiaran antes de que comenzaran los efectos protectores de la vacuna de refuerzo.

«Si, hace un año nos dice alguien que tendríamos un 75% de efectividad contra las peores variantes del virus, no nos lo creeríamos. Es una muy buena noticia», concluye Abu-Raddad.