En poco más de cuatro meses se inaugurará la Copa América de vela en Barcelona. El 22 de agosto arranca la última de las tres regatas preliminares que, desde septiembre del año pasado, sirven de preparación para la 37 edición de la histórica competición, que data de 1851. El litoral de la capital catalana presenciará la lucha por la jarra de las 100 guineas, que actualmente posee Emirates Team New Zealand y que otros cinco países anhelan. Entre 120 y 150 personas por equipo trabajan desde hace muchos meses para ganar. Un ejército de estrategas, diseñadores, deportistas, entrenadores... e ingenieros. A pesar de que en Barcelona se celebrará por primera vez una competición femenina, las mujeres están en franca minoría. Y en el terreno de la ingeniería, más. Una de ellas es la analista de datos Andrea Emone, que nos cuenta en qué consiste tu trabajo.

Andrea Emone, una de las pocas ingenieras

Andrea Emone, valenciana de 28 años, conoció el mundo de la vela de la mano de uno de sus profesores del Liceo francés donde estudiaba. Así comenzó a practicar y luego a competir. En su colegio coincidió con familias de personas que trabajaban en la Copa América de vela que se celebraba en su ciudad y supo que quería estar cerca de esa competición. No obstante, enseguida se dio cuenta de que era un mundo muy cerrado y todavía más para las mujeres.

En qué consiste
su trabajo

Pero no se rindió. Le gustaba el deporte y al mismo tiempo le encantaban las matemáticas, la física y el reto tecnológico que suponía hacer progresar a aquellos veleros. Esa mezcla la llevó a estudiar ingeniería: quería formar parte de ese grupo selecto de profesionales de la histórica competición, la más puntera y donde la presencia de las féminas era testimonial. Y lo logró. Hoy, esta mujer entusiasta se ocupa del rendimiento de las embarcaciones, de sacar lo mejor de ellas gracias a la estrecha colaboración tanto con los deportistas que están a bordo como con los diseñadores, velistas, responsables de sistemas, hidráulicos, mecánicos y una lista muy larga de especialistas.

La convivencia entre hombres y mujeres

"Ahora creo que ya está bastante extendido que una mujer ingeniera puede aportar tanto como un hombre", opina la profesional del equipo suizo. A lo largo de su trayectoria, Emone se ha encontrado con gente que la trataba diferente por el hecho de ser una chica: o exigiéndole más por serlo o bien tratándola con condescendencia. Esta ingeniera piensa que lo importante es saber qué perfil de hombre tienes delante y actuar con toda la profesionalidad y lograr que te respeten.