RETOS DEL ECOSISTEMA SANITARIO

Hospital del futuro: más humano, más pequeño y más tecnológico

Para responder a las necesidades de un nuevo panorama social, caracterizado por el envejecimiento de la población, la cronificación de la enfermedad y el avance tecnológico, los hospitales vivirán toda una revolución

Nuevo centro médico Asisa en Barcelona

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Tras la Covid-19, los sistemas sanitarios en el mundo desarrollado se enfrentan a diferentes retos que requieren una reconfiguración de los modelos actuales para atender a las demandas de la población. Esos retos pueden sintetizarse en tres aspectos: el envejecimiento de la población, la cronificación de la enfermedad y el avance imparable de la tecnología.

Para hacer frente a este triple reto, el ecosistema hospitalario, que hasta hace muy poco anclaba su origen conceptual en el siglo XVI con el nacimiento de los hospitales generales, empieza a organizarse hoy en torno a dos grandes tipos de infraestructuras: las sociosanitarias –destinadas al cuidado de los pacientes crónicos y/o dependientes, en las que la asistencia domiciliaria jugará un papel creciente–, y los hospitales dedicados al tratamiento de los pacientes agudos, complementados por centros médicos y con un uso cada vez más extendido de la telemedicina.

El Dr. Carlos Zarco, director médico del Hospital HLA Universitario Moncloa (Madrid) explica que “la división entre pacientes crónicos y agudos determina la primera característica del hospital del futuro: serán centros más pequeños y, a la vez, capacitados para lo más complejo; con menos camas y menos profesionales; con estancias más cortas; crecientemente especializados; y, sobre todo, escalables. Esta última característica es esencial, como ha demostrado la crisis de la Covid-19: el hospital del futuro debe tener capacidad para adaptarse a cualquier circunstancia de manera rápida y eficiente. Un ejemplo son las UCI: en el futuro, la infraestructura hospitalaria deberá estar preparada para convertir cualquier habitación en una unidad de cuidados intensivos si el paciente llegara a una situación crítica”.

La tecnología es el segundo elemento que definirá los centros hospitalarios. “El desarrollo tecnológico en el ámbito sanitario en los últimos años ha sido exponencial y, por el momento, esa tendencia se mantendrá. Los robots, las 'apps', los ‘weareables’ para el control del paciente o los sistemas automatizados de triaje basados en el ‘machine learning’ y la inteligencia artificial se extenderán por la red hospitalaria, entre otras razones por que mejoran la seguridad de los pacientes; aceleran el diagnóstico, el tratamiento y la recuperación; multiplican la capacidad de los profesionales; y ayudan a un uso más eficiente de los recursos”, explica el Dr. Zarco. 

Formación, investigación e innovación

La formación, combinada con la capacidad de investigación, será decisiva para establecer el nivel de calidad de cada centro. En palabras del director médico de HLA Moncloa, “la tecnología por sí sola no será un factor de diferenciación: lo volverán a ser las personas, los profesionales. En los próximos años asistiremos al desarrollo de nuevos roles entre el personal sanitario. Los futuros médicos, además de estar superespecializados en su área, deberán ser gestores de datos; desarrollar un vasto conocimiento en genética; y contar con una gran capacidad para comunicar en salud”. 

En este nuevo escenario, los hospitales incrementarán su oferta asistencial. La combinación de la tecnología con el avance de la genómica supondrán un paso decisivo hacia la medicina personalizada y de precisión. En este sentido, la incorporación de herramientas como la nanotecnología revolucionará la capacidad diagnóstica y de tratamiento. Esta innovación será un elemento central en la configuración de los hospitales del futuro. 

El Dr. Zarco resume la importancia del factor humano en estos cambios: “En los próximos años, algunas (muchas) cosas cambiarán. Es una ley inexorable al progreso humano. Sin embargo, algunas otras permanecerán inalterables. Una de ellas es la necesidad de respetar la dignidad individual de la persona enferma y atender sus necesidades de manera integral, con el objetivo no solo de curar su patología, sino de cuidar al paciente y permitirle participar de forma proactiva e informada en la toma de decisiones. Por eso, el Grupo ASISA, del que forma parte el Grupo Hospitalario HLA, recoge en su código ético el compromiso permanente por trabajar poniendo los derechos del paciente en el centro de nuestro quehacer. Así lo seguiremos haciendo, porque la humanización de la sanidad seguirá siendo un reto central en el futuro”.