ENTREVISTA

Dr. Luis García-Ibáñez Cisneros: “Las mascarillas han provocado más consultas por pérdida de audición”

El Instituto de Otorrinolaringología García-Ibáñez tiene su sede en Barcelona

Esta clínica emplea técnicas modernas para la mejora de la audición de sus pacientes

Dr. Luis García-Ibáñez Cisneros, subdirector médico de la clínica

Dr. Luis García-Ibáñez Cisneros, subdirector médico de la clínica

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El Instituto de Otorrinolaringología García-Ibáñez nació en Valencia a mediados del siglo pasado de la mano del Dr. Luis García Ibáñez, que dejó tras de sí una brillante trayectoria profesional y sembró un futuro esperanzador para aquellas personas afectadas de sordera. Todo ello gracias a su incansable búsqueda de nuevas técnicas y los últimos avances a lo largo y ancho del globo. Hoy, en Barcelona, su hijo, el Doctor Emilio García-Ibáñez, y su nieto, con quién hablamos, el Dr. Luis García-Ibáñez, actualmente subdirector médico de la clínica, siguen su legado de innovación para mejorar la vida de las personas.

-La tercera generación al frente de IOGI, ¿cuál es la historia?

-En medicina, las sagas familiares en la misma especialidad son bastante habituales, aquí en Barcelona tenemos varios ejemplos. Mi abuelo nació en Albarracín, se formó en Valencia y, después de trabajar en distintos hospitales, fundó el Instituto de Otorrinolaringología García-Ibáñez, con sedes en Valencia y Barcelona. Tuvo dos hijos, los dos otorrinolaringólogos, y cada uno dirigía una de las clínicas: mi tío la de Valencia y mi padre, esta de Barcelona.

Dos generaciones

Dos generaciones / Archivo

-Pero, además, es una historia llena de hitos y de ser pioneros en muchos campos…

-En la época de mi abuelo, estamos hablando de los años sesenta, la única manera de enterarse de los distintos avances era, si las conseguías, a través de revistas científicas que estaban escritas en inglés u otros idiomas, así que decidió visitar y aprender en otros países. Fue a clínicas y hospitales de Europa y América y trajo consigo los últimos avances. Fue el primero en España en recuperar la audición de un paciente aquejado de otosclerosis. 

Mi padre, siguiendo sus pasos, también se formó en Italia y Estados Unidos e importó técnicas mucho más avanzadas que las que había aquí. Una de ellas fue el Implante Coclear que estaba empezando a dar esperanzadores resultados y, en 1985, implantó el primero en España con éxito. 

-¡Un gran avance, sin duda!

Algunos de sus colegas de la época no opinaron lo mismo, ya que lo tildaban de experimentar con humanos, de engañar… Así que a las conferencias tenía que llevar a los pacientes para demostrar que la operación funcionaba. Yo me empapo de esta historia y de toda la tecnología y, en 2007, soy el primero en España en realizar una operación de un sistema auditivo totalmente implantable.

-Parece que los avances son continuos…

-Así es. Piensa que el oído es el único órgano que ha sido sustituido tecnológicamente, y hace ya 30 años. No pasa lo mismo con la vista o con el olfato. Y en el futuro veremos muchos más cambios. Los audífonos han hecho un salto de gigante, con filtros de ruido, detección del ambiente para cambiar automáticamente la configuración, conexiones inalámbricas con los teléfonos y las televisiones… Y con un dispositivo electrónico implantable que da audición a personas completamente sordas, el cambio es superior, porque eliminan las limitaciones que tienen los audífonos, como el agua (playa o piscina), hacer deporte o algo tan simple como que muchas madres y padres con niños pequeños, cuando se los quitan para dormir, tienen miedo de no escuchar el llanto de su bebé.

Y es que la sordera es mucho más invalidante que la ceguera, porque elimina una de las características que nos hace humanos, que es la comunicación. Una persona con problemas de audición tiende al aislamiento, lo estamos viendo con la pandemia.

“Los bastoncillos de las orejas son un arma letal, el agua y el jabón de la ducha son suficientes para limpiar los oídos” 

-¿A qué te refieres?

-A las mascarillas. Inconscientemente, las personas con problemas de audición tienden a leer los labios para acabar de entender lo que les dice su interlocutor, con la mascarilla no pueden. Además, la tela tapa la salida limpia de la voz, con lo que todavía les cuesta más. De hecho, desde que empezó la pandemia, hemos recibido muchas visitas de personas que dicen que están perdiendo el oído o que su dolencia ha empeorado, pero no es así. Es simplemente que las mascarillas, en este caso, juegan en su contra.

-¿Y qué debemos hacer para cuidar nuestra audición?

-Los que vivimos en ciudades industrializadas estamos inmersos en el mundo del ruido, y deberíamos evitar exponernos a él. Para ponerte un ejemplo: en el entorno laboral, a partir de 85 dB, se debe llevar protección y descansar cada 4 horas para evitar daños permanentes. Pero en cualquier cruce transitado de Barcelona puede haber picos de hasta 120 dB.

También debemos evitar sobrepasar el límite marcado del volumen cuando usemos auriculares. De hecho, debido a ellos y al entorno, ya sea de trabajo, ambiental o lúdico como las discotecas, cada vez diagnosticamos enfermedades provocadas por traumas acústicos en personas más jóvenes. Y otra cosa importante que debemos tener en cuenta y que yo siempre digo a las madres: los bastoncillos de las orejas son un arma letal, el agua y el jabón de la ducha son suficientes para limpiar los oídos.

“El oído es el único órgano que ha sido sustituido tecnológicamente, y hace ya 30 años. No pasa lo mismo con la vista o con el olfato”

-Además de tratar los problemas relacionados con el oído, ¿qué otros servicios ofrecéis?

Somos otorrinolaringólogos, lo que significa que, aparte de la pérdida auditiva, lesiones en el oído, acúfenos o problemas de equilibrio como los vértigos, también tratamos problemas nasales, como ronquidos, sinusitis o poliposis, y problemas de garganta, especialmente importante es la cirugía de la voz, es decir, curar lesiones en las cuerdas vocales de personas que las usan mucho, como profesores o cantantes.

También realizamos tratamientos estéticos y cirugía plástica facial, incluso para ayudar en casos de parálisis facial. Con la COVID hemos detectado un aumento de consultas de pacientes que han perdido el olfato o que mantienen alteraciones olfativas. Con ellos realizamos tratamientos de recuperación para que puedan volver a su estado de antes de la enfermedad.

Instituto de Otorrinolaringología García-Ibañez

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