Dr. Eliseo Vaño: “El TAC de tórax de baja dosis tiene una capacidad de detección de la COVID comparable a la PCR”

El 2020 se recordará por el año de la pandemia. Por esos meses encerrados en casa, por las mascarillas… Pero también por la saturación de los hospitales por pacientes con una nueva enfermedad y de pruebas y operaciones que se pospusieron por necesidad. Pero mientas nosotros aplaudíamos desde los balcones a las 8 puntuales, empresas como Bayer siguieron prestando sus servicios a los sanitarios que, lejos de desfallecer, seguían haciendo lo que mejor saben hacer: protegernos. Hablamos con el Dr. Eliseo Vaño, jefe del servicio de Radiología del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid.

-Salimos de un año complicado en el que la radiología tuvo mucho que decir en el diagnóstico de la covid-19, ¿verdad?

-Ciertamente la radiología es un pilar fundamental en el diagnóstico de la COVID-19. La radiografía simple de tórax se hace a todos los pacientes con síntomas respiratorios y nos aporta una valiosísima información pronóstica que permite decidir el manejo de los pacientes y cómo van evolucionando en el tiempo (incluyendo pacientes ingresados graves). La Ecografía Pulmonar se ha abierto camino y ha sido una útil herramienta, accesible (a pie de cama) y muy fiable en buenas manos.

El TAC también ha tenido un papel fundamental sobre todo cuando se sospechan complicaciones, por ejemplo, trombóticas en los que se han realizado estudios de angio-TAC para valorar tromboembolismo pulmonar, y también el TAC de tórax de baja dosis para estudiar cómo ha quedado el pulmón una vez superada la enfermedad. Incluso al principio de la pandemia, cuando las PCRs no estaban tan disponibles, se utilizó como alternativa para clasificar pacientes, puesto que tiene una capacidad de detección de la enfermedad comparable a dicha PCR.

"Desde Bayer nos han compartido ideas muy útiles que se han usado en otros centros y que han ayudado al manejo de los pacientes”

-En este sentido, tener el apoyo de empresas como Bayer debe ser esencial…

-Hemos tenido mucho apoyo, nos hemos sentido arropados y protegidos. En los peores momentos se agradecía la llamada de los compañeros de Bayer, en primer lugar, interesándose por nuestra salud, el estado de nuestros hospitales, y ofreciendo un apoyo sincero y honesto en todo lo que necesitáramos: logístico, económico, científico... Parece un detalle sin importancia, pero saber que tienes por detrás este apoyo te da confianza y energías para seguir. Además, desde Bayer nos han compartido ideas muy útiles que se han usado en otros centros y que han ayudado al manejo de los pacientes.

-Como médico, ¿de qué manera mejoran las pruebas los equipos de radiología de Bayer?

-Los equipos de radiología de Bayer que tenemos, entre los que se incluyen inyectores de última generación (así como contrastes con excelente perfil de seguridad) y un sistema de gestión de dosis de contraste y radiación, han ayudado en muchos aspectos. Algo básico, pero tremendamente útil, ha sido el monitorizar a distancia y de un vistazo el uso de los equipos y contrastes durante la pandemia para poder dimensionar los recursos humanos y económicos. Han sido momentos muy complicados, luego cualquier ayuda en este sentido la hemos agradecido.

Algunos ejemplos más: en este complicado periodo no hemos cesado con la optimización de la dosis de radiación en los protocolos de TAC de baja dosis gracias a Radimetrics, que nos permite tener una visión global de la situación. En los (frecuentes) estudios de angio-TAC de arterias pulmonares para descartar tromboembolismo pulmonar, gracias al sistema Certegra P3T no hemos tenido que repetir ninguna embolada de contraste, obteniendo estudios diagnósticos en todos los casos con la dosis mínima de contraste yodado. A ello también ayuda el buen perfil de seguridad de los contrastes, incluyendo el de mayor concentración, que nos permite reducir el flujo de inyección.

-¿Y el paciente también nota diferencias?

-Para el paciente las ventajas son obvias: los estudios se hacen de forma más efectiva. Además de obtener un diagnóstico fiable, que es lo prioritario, están menos tiempo en la sala de exploración (no hay que repetir inyecciones de contraste), reciben menos dosis de contraste yodado, menos dosis de radiación. Incluso al optimizar las inyecciones, la posibilidad de extravasación es menor (una extravasación de contraste ocurre cuando se rompe la vena donde estamos inyectando y se queda todo el contraste en los tejidos del brazo o de la mano, resultando molesto y doloroso).

Utilizamos el catéter venoso de calibre mínimo necesario para obtener la mejor calidad, esto también mejora uno de los momentos más desagradables para los pacientes, que es cuando hay que pinchar la vena: con un calibre de catéter menor es más sencillo, rápido y menos doloroso. Todo suma para que la experiencia de pasar por Radiología sea agradable y podamos poner nuestro granito de arena en la lucha contra la pandemia.