SUSTANCIA VITAL

Agua embotellada vs. agua del grifo

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En 2010 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) dictaminó que el estado normal de hidratación de la persona podría alcanzarse mediante un amplio rango de ingestas de agua, gracias a mecanismos homeostáticos de control.

Por tanto, y ante la duda, "bebe agua del grifo, siempre que sea potable, en función de tu sed y si tu médico te dice lo contrario, posiblemente padezcas alguna de las pocas enfermedades en las que está justificado beber sin tener sed o beber un agua especial", afirman en 'Beber sin sed' (Paidós) el pediatra Carlos Casabona y el dietista-nutricionista Julio Basulto, quienes aseguran que "no se necesita entonces beber dos litros de agua al día".

Un argumento muy utilizado para defender el consumo de agua embotellada es que la del grifo suele ser más dura o con más residuo seco, y su sabor suele ser peor. "Opinamos que la dureza del agua no debe ser impedimento para beberla, salvo que nos lo diga un nefrólogo en bata blanca. Y que el consumo de aguas duras puede contribuir a cubrir las necesidades de calcio y magnesio del organismo", añaden.

Ahora bien, señalan que las entidades de referencia son conscientes de que la dureza influye en el sabor o en las propiedades organolépticas del agua. Así, en las aguas potables, la dureza suele oscilar entre los 10 y los 500 miligramos de equivalentes de carbonato de calcio por litro.

"Para la OMS, el agua con una dureza superior a 200 miligramos por litro puede formar incrustaciones en tuberías o depósitos y si la dureza es inferior a 100 mg/l las puede corroer en el largo plazo. No obstante, en los sucesivos informes que ha dedicado a esta cuestión el ente sanitario internacional, no ha encontrado pruebas científicas convincentes de que la dureza del agua causa un efecto adverso en los humanos", añaden Basulto y Casabona.

En Catalunya puedes averiguar cuál es la calidad del agua de consumo humano, aunque existe un buen control de la misma, a través de la web del ministerio de Sanidad, en el sistema de información nacional de aguas de consumo (SINAC), o puedes preguntar a tu consejería de sanidad o a tu ayuntamiento.

¿Sabias qué...?

En el supermecado. El agua que compras en una tienda puede ser de manantial o simplemente agua del abas- tecimiento público (agua del grifo) metida en una botella. De ahí las diferencias de precio. Es bueno que leas la letra pequeñísima de los envases para que no te lleves una sorpresa.