Diputación de Barcelona

El plan antiincendios de la Diputación vigilará 615.000 hectáreas este verano

El dispositivo activa 96 profesionales, 275 ayuntamientos, tecnología 24 h y un sistema pionero de zonas de impacto para reducir riesgos ante el agravamiento de la emergencia climática

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Incendio en la calle de Nou de la Rambla, en Barcelona

Incendio en la calle de Nou de la Rambla, en Barcelona / JORDI OTIX

Clàudia Mas

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Barcelona
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Ni solo informan ni solo vigilan. Los 74 agentes cívicos que este verano recorrerán las zonas más vulnerables al fuego en la provincia de Barcelona tienen como objetivo detectar conductas de riesgo, localizar puntos críticos —como vertederos peligrosos o irregularidades en líneas eléctricas— e intervenir de forma activa antes de que aparezca el fuego. Este enfoque, de vigilancia intensiva y presencia operativa sobre el terreno, es uno de los ejes centrales del nuevo modelo del Plan de Información y Vigilancia contra Incendios Forestales (PVI) que ha activado la Diputación de Barcelona este miércoles.

Con una inversión de 2,4 millones de euros y la colaboración de 275 ayuntamientos y 126 Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF), el dispositivo llega a su 29ª edición desplegado sobre más de 615.000 hectáreas agroforestales. Y lo hace con una filosofía clara: no basta con reaccionar cuando el fuego aparece; hay que anticiparse con datos, con tecnología y con una presencia activa allí donde el riesgo se multiplica.

El nuevo planteamiento refuerza la presencia territorial del dispositivo, con un enfoque quirúrgico en los puntos de mayor riesgo. Un total de 74 agentes cívicos, distribuidos en 37 unidades móviles, actuarán en las denominadas zonas de impacto: urbanizaciones forestales, áreas recreativas, accesos a parques naturales y otros enclaves con fuerte presión humana. Estas zonas han sido identificadas mediante el análisis de datos históricos de incidencia, lo que permite —según la Diputación— una asignación más eficaz de recursos.

Los agentes patrullarán a diario entre las 13:00 y las 20:00 horas —el tramo horario más crítico en cuanto a afluencia y riesgo—, con funciones que van desde la información y sensibilización ciudadana hasta la detección de conductas de riesgo, vertidos incontrolados o irregularidades en infraestructuras como líneas eléctricas. En paralelo, el plan destina 120.000 euros a la retirada de vertidos peligrosos, cuya presencia puede acelerar la propagación de un incendio o actuar como foco de ignición.

El operativo de este verano también contará con un refuerzo notable de efectivos por parte de Bombers de la Generalitat, que dispondrá de 2.930 bomberos profesionales —133 más que en 2024— y 1.577 bomberos voluntarios, lo que supone un incremento de 266 respecto al año pasado. A este contingente se suma la incorporación de 457 personas de refuerzo, entre las que destacan 369 ayudantes de oficio forestal (AOF), desplegados por todas las Regions d’Emergències para apoyar tareas logísticas y operativas en primera línea durante la campaña de alto riesgo.