Los 5 mejores parques infantiles de Barcelona

Barcelona no se había caracterizado nunca por ser una ciudad especialmente amable con los más pequeños, más bien todo lo contrario, pero los tiempos cambian, en este caso, a mejor. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, en los últimos años los espacios de juego infantil han ido ganando terreno, gran noticia para los pequeños y también para sus familias, a las que cada vez les resulta un poco más fácil encontrar lugares en los que pasar la tarde de forma agradable, segura y, sobre todas las cosas, divertida. Hemos venido a jugar.

Lo que les presentamos a continuación es una selección personal de los rincones con más encanto, más originales o entretenidos de la ciudad, tanto para las criaturas, importante, como para sus acompañantes.

Los elegidos, ya les iremos mostrando los motivos, son:

  1. Los Jardines de Interior de manzana de Indústria (el parque de la golondrina).
  2. El parque de Glòries (y sus toboganes).
  3. El parque de La Pegaso (y su espectacular Pulpo).
  4. El Parc Central de Nou Barris (y su inmensa ballena).
  5. El parque de Diagonal Mar (y su mítica montaña mágica).

Interior de manzana de Indústria

Un oasis en la densa trama urbana del Eixample

Es el más pequeño de la selección y puede que también el menos espectacular, pero a la vez el más genuinamente barcelonés y, lo más importante, la mejor demostración de que no hace falta tener grandes extensiones de terreno sino voluntad de hacer de la ciudad un espacio más agradable para todos. Este lo es y mucho.

Su elemento más característico, además de ser un parque de tierra, algo muy de agradecer en un interior de manzana, es la gran golondrina instalada en el centro; de madera, el material más utilizado en todas las estructuras y una de sus señas de identidad. Se trata de uno de los nuevos juegos singulares de la ciudad, una de las apuestas de Barcelona para convertirse en una ciudad (más) jugable. Golondrina que tiene incluso su nido, sobre un imponente faro en el gran poste metálico en una de las entradas de la plaza, en la que hay también dos mesas de pimpón para los más mayores, a los que ya les da reparo trepar con los más pequeños por la golondrina gigante que reposa en el centro del interior de manzana, en el que hay también una concurrida zona para perros.

UBICACIÓN Y FICHA TÉCNICA


Uno de los rincones más valorados del enclave es la parte más selvática, en una de las esquinas, donde los niños olvidan por unas horas que están en miedo de la ciudad y se sienten casi en medio el bosque. Una cabaña de madera entre árboles se antoja casi la casita del árbol, y es el espacio favorito de muchas de la criaturas del barrio de la Sagrada Família, muy cerca del metro de Sant Pau-Dos de Maig (L-5).

Pese a su centralidad, en pleno Eixample, además del 'parque de la 'Oreneta' (golondrina en catalán), hay quien lo llama el ‘parque secreto’, ya que al estar en un interior de manzana, desde la calle, sobre todo si se accede desde Lepant, se hace casi imposible imaginar lo que se esconde allí detrás.

Para los alumnos de la Escola Bressol Barrufet, en la plaza, eso así más que secreto (a voces) es casi la extensión del patio.

Un elemento previo a la agradecida reforma que trajo hasta este parque a la famosa golondrina –que se presenta como inclusiva por la parte de la cola, aunque no lo es para todos los niños (una de las asignaturas pendientes de la ciudad es hacer sus parques completamente inclusivos) son las empinadas rampas que salvan los desniveles. Montañitas de baldosas que han sido durante años el entretenimiento favorito de los pequeños del lugar. Subirlas y bajarlas es un reto que ríanse ustedes de los maestros del 'parkour' (versión niños de primaria).

Las zonas de juego están diferenciadas (para niños de hasta 5 años y las que son para niños de cualquier edad). Por la entrada de Lepant hay una fuente de las clásicas barcelonesas, aptas para llenar globos de agua, otra de las actividades favoritas de los críos en verano.

Otra información de interés, en este caso para padres: es que hay una agradable terraza de bar, en la que los progenitores pueden tomarse algo mientras sus criaturas juegan en un espacio seguro al tratarse de un interior de manzana, sin la posibilidad de que una pelota acabe en medio de la calle. 

🔝 ESTRELLAS DEL PARQUE

  • La estrella indiscutible del espacio es 'L'Oreneta' (1), la inmensa golondrina de madera en el centro del parque
  • Muchos niños acuden también al recinto para jugar en la pequeña cabaña (2), casi como la casa del árbol, versión Eixample.

🟩 OTRAS ZONAS DESTACADAS

  • Muy útil para refrescarse en verano es la fuente (4). No es de las de chorro vertical, sino de las de grifo, ideal para llenar globos de agua.
  • Uno de los puntos fuertes para los padres es que tiene un bar con terraza (5) en una zona segura para los críos, al ser un interior de manzana.

Glòries

Casi como ascender a la Torre Agbar

Ocupando uno de los rincones otrora más grises y duros de la ciudad (el tambor de Glòries), los toboganes del nuevo parque de Glòries se ha convertido en poco tiempo en un icono para los pequeños barceloneses.

El recinto tiene una fuente en cada extremo. Quizá insuficientes cuando el sol pica con rabia, pero ahí están (y se agradecen). La del extremo Castillejos, apta para llenar globos de agua (una fuente clásica, con su boquilla). La que está en la entrada de la zona de los grandes toboganes, la estrella indiscutible del parque, un paraíso para los niños, irresistible incluso para algún que otro padre, es de las de chorro hacia arriba. Bien para beber y refrescarse, pero mal -imposible- para llenar globos de agua.

Además de los toboganes de medida gigante, que hacen sentir a los pequeños casi como Alain Robert trepando a la Torre Agbar, en la misma zona está la versión ‘small size’ para los más pequeños (Nota: los hermanos pequeños -muy pequeños, en edad preescolar- si tienen un referente en los grandes no se van a conformar con la copia).

UBICACIÓN Y FICHA TÉCNICA


Cuando los árboles crezcan -son aún jóvenes- las sombras serán más abundantes. De momento, en la zona de toboganes a pleno sol es bastante imposible estar (mejor ir o a primera hora o cuando el sol ha bajado). Los niños ansiosos, eso sí, tienen trucos. Desde tirar agua por los toboganes para apagar el fuego -que la alcaldesa les perdone- hasta tirarse con una toalla de casa -los más ‘pro’- recurso muy útil para deslizarse mejor -modo trineo- y porque la toalla adquiere después múltiples usos.

Lo mismo sucede con las seis mesas de pimpón en el paseo por la entrada de Castillejos, por ahora, el lugar con más y mejor sombra gracias a las palmeras y los plátanos. Un martes cualquiera del mes de junio, de los de jornada intensiva en los coles, los días antes de empezar las vacaciones, la mesa del extremo se ha convertido en eso, en una mesa, pero de las de comer. Un grupo de familias la han forrado con un hule de papel y convertido en mesa de cumple, con sus ganchitos, sus triángulos de 'nocilla' y sus zumos. La gran mayoría de los pequeños asistentes a la celebración van con bañador y hacen cola en la fuente para llenar sus globos y pistolas de agua.

Otra de las mesas unas preadolescentes la usan como escenario para bailar (y grabar un 'tik tok', evidentemente). Justo delante hay una zona de arena con juegos para niños pequeños, no demasiado grande, pero con sombra. Las madres recién vacunadas -con la tirita aún cubriendo el pinchazo- corren detrás de sus hijos. Junto a la zona de petanca y la cancha de básquet. Si algo tiene este parque es que es 100% generacional.

Además del ambiente cosmopolita que le dan las vistas a los rascacielos del 22@, uno de los atractivos del parque, cuando por fin pueda usarse, será La Clariana, la gran zona de césped, por el momento cerrada. Este verano, eso sí, han abierto unas horas a la semana en una prueba piloto: los martes y los jueves de 10.00 a 11.00 para hacer tai chi y los sábados y los domingos de 10.00 a 13.00 para recomendables actividades para los más pequeños de la familia.

🔝 ESTRELLAS DEL PARQUE

  • La Gran Clariana (1), la flamante zona verde rodeada de rascacielos, abre este verano en un prueba piloto (sábados y domingos de 10.00 a 13.00 horas), con juegos de madera para los más pequeños.
  • La estrella del parque son los grandes toboganes (2), para los que se recomienda llevar una toalla o pareo para deslizarse mejor (y no quemarse el culo).

🟩 OTRAS ZONAS DESTACADAS

  • El parque cuenta también con pistas deportivas para jóvenes (3), muy concurridas y celebradas por chavales que ya no están para toboganes.

Parque de La Pegaso

El jardín de la vieja fábrica, el enorme pulpo y el puente de los besos

Pese a la polémica de su arranque por algún que otro problemilla con los ojos -en su estreno saltaron algunas piezas- el enorme pulpo de La Pegaso se ha ganado en poco tiempo el corazón de los niños de Sant Andreu y más allá, igual que sus ‘compañeros’ la golondrina de los jardines de la Indústria y la ballena del Parc Central de Nou Barris.

El parque de La Pegaso, el más frondoso, fresco y amplio de Sant Andreu, fue ganado a pulso por los vecinos del barrio cuando la vieja fábrica se trasladó a la Zona Franca tuvieron claro que aquellos terrenos tenían que ser para los vecinos. Así fue.

UBICACIÓN Y FICHA TÉCNICA

También lucharon para que en ellos se recordara la lucha obrera que allí se vivió (algo que también lograron, y se lee en una visible placa en uno de los accesos: “a la memoria de todos aquellos trabajadores de Pegaso que fueron pioneros en la lucha por las libertades y bienestar de los obreros”).

A un paso de la Meridiana y de la estación de metro de Fabra i Puig (Sant Andreu Arenal si se viene en tren) el parque además de historia y futuro -el Pulpo es uno de los símbolos de lo que tienen que ser los espacios infantiles del siglo XXI, espacios para la imaginación- ofrece muy buscadas sombras gracias a sus imponentes árboles

Además del enorme Pulpo con sus originales toboganes, otro de los grandes atractivos del espacio para los críos es una tirolina gigante, a pocos metros. No le hace sombra al pulpo -ese pulpo es mucho pulpo-, pero es también uno de los elementos estrella del parque, igual que una especie de cinta elástica en la que saltar. Y mucha madera, tanto en las zonas de juego como en los bancos, bien repartidos por el espacio. 

Para los críos que están aprendiendo a ir en bicicleta, el parque dispone de una pista para aprender a circular, con sus pequeños semáforos y sus carriles bien marcados en el suelo.

Además de cotorras, ese pájaro verde tan involuntariamente barcelonés, en el parque el animal más presente es el perro, atados o sueltos, corriendo junto a sus dueños.

Los más pequeños disfrutan también de los muchos puentes que cruzan el parque, que también son muy valorados -de otra manera- por los no tan niños. Verdes y llenos de flores, estos rincones encajan a la perfección en aquello que escribió un día David Trueba, de que un parque es "un lugar en el que besarse".

🔝 ESTRELLAS DEL PARQUE

  • El pulpo (1). El gran animal metálico, rey del mar y del parque, cuenta con tres entradas diferenciadas: una rampa, una escalera y una malla.
  • Un jardín para todas las edades. Uno de los elementos más atractivos del parque es el hecho de que en él se mezclan los espacios para niños de guardería (2), con las pistas de baloncesto y voleibol (3 y 4) y las pistas de petanca (5).

🟩 OTRAS ZONAS DESTACADAS

  • El mirador (8) es un rincón imprescindible. Siguiendo varios carteles que recorren todo el parque, que llevan al paseante por caminos, puentes y escaleras, se llega a la placita de este espacio perfecto para las confidencias.

Parque Central de Nou Barris

Un espacio de cuento (escrito por los niños del distrito)

Una de las instalaciones nuevas y más buscadas del Parc Central de Nou Barris es la cama elástica a nivel del suelo (sobre una suerte de fosa), en el que lo mismo hacen volteretas en el aire preadolescentes que parecen salidos del mismísimo Cirque du Soleil -hijos del Ateneu Popular Nou Barris, cuna del circo barcelonés, no cabe duda- que párvulos dando sus primeros saltos. El juego -en el que suele haber cola porque solo hay uno- está muy cerca de la inmensa ballena, estrella indiscutible del parque. El descomunal cetáceo -bonito y curioso también en su diseño- fue ideado por los propios niños del distrito en un proceso participativo en el que participaron varias escuelas, y uno de los ‘juegos singulares’ instalados en la ciudad en los últimos años en el marco del plan de la Ciudad Jugable.

El área de la Ballena -se ve de muy lejos, no hace falta buscarla- está formada diferentes zonas de juegos para los niños: toboganes, laberinto, hamacas de cuerdas, zona escalable, barco para ser compartido por diferentes niños al mismo tiempo, y una aleta móvil que permite el balanceo. Este rincón, además, tiene buenas sombras para observar a las criaturas mientras se divierten y un arenal -casi como una playa en la que el enorme mamífero pueda tomar el sol- para los más pequeños (si se va con niños en edad de jardín de infancia, mejor acudir al parque bien equipados con palas y cubos para evitar problemas). Justo al lado hay una tirolina, otro de los elementos más valorados por los niños en cualquier parque (y más difíciles de encontrar en los parques urbanos).

UBICACIÓN Y FICHA TÉCNICA

Más allá de la espectacular zona de la Ballena -motivo suficiente para acudir al lugar, al que se puede llegar en metro (L4 Llucmajor)- el Parc Central de Nou Barris, uno de los más grandes del distrito, cuenta con varias zonas de sombras y dos grandes lagos artificiales (en los que está prohibido el baño, sí, pero la simple presencia de agua también refresca).

En el otro extremo del parque, bajo Fabra i Puig, un manto de flores amarillas cubre la tierra. Tierra, ese elemento tan valorado por los niños de y en la ciudad. Es el último martes de junio, primero de los ‘casals’ de verano y varios niños con sus camisetas de colores y sus gorras juegan junto a Can Carreras, vieja masía tapiada dentro del recinto del parque que recuerda a otros tiempos. Justo delante, niños de un ‘casal’ juegan al pañuelo a la sombra de un árbol que recuerda y mucho al baobab del Principito. Y, en un columpio clásico -no todo van a ser juegos singulares- algo más allá, se balancean dos hombres con diversidad funcional que por las camisetas de conjunto son también de un centro. 

Sus compañeros disfrutan de las otras sombras y el agradable aire que corre en la zona, junto al lago (con bastantes baldosas rotas). En esta parte del parque hay también una fuente y rampas para unir desniveles que sirven a las criaturas como montaña para subir y bajar.

Otro de los puntos fuertes del parque es la zona de picnic, en Marie Curie, con buenas sombras, aprovechadas esta mañana por personas mayores pintando en las mesas.

🔝 ESTRELLAS DEL PARQUE

  • La Ballena. La enorme estructura de juego (2) se ha convertido en poco tiempo en símbolo del parque. Fue diseñada por los propios niños en un proceso participativo. La cama elástica y la tirolina junto a la Ballena (2) tienen también mucho éxito entre los niños, igual que el arenal para los más pequeños.

🟩 OTRAS ZONAS DESTACADAS

  • Las mesas de la zona de picnic (4) no son solo muy buscadas, también son cómodas y agradables, por las grandes sombras.
  • Can Carreras . Junto al lago a la altura de Fabra i Puig (5), se levanta todavía, aunque tapiada, la masía de Can Carreras, una suerte de 'casa encantada' cuyo abandono le da un aire de misterio que da mucho juego para inventar historias con los niños.

Parque de Diagonal Mar

El jardín de las más de 150 aves

La Muntanya Màgica del parque de Diagonal Mar forma parte de los recuerdos de infancia de varias generaciones de barceloneses, y, por mucho que, por suerte, la ciudad ha ido ganando espacios de juego singulares, este sigue siendo uno de los rincones infantiles con más encanto de Barcelona. Los grandes toboganes metálicos de los frondosos jardines diseñados por los arquitectos Benedetta Tagliabue y Enric Miralles -el segundo más grande de Barcelona- siguen haciendo las delicias de los más pequeños.

Los habituales ya saben que para deslizarse lo mejor es llevar una toalla o un pareo, los que no, lo aprenden rápido y a la segunda visita ya no fallan (consejo válido para todos los parques con grandes toboganes). Los frondosos árboles sobre la montaña la hacen apta durante todo el año.

UBICACIÓN Y FICHA TÉCNICA

Otra característica de este enorme parque rodeado de lujosos rascacielos que atrae mucho a los pequeños es la gran cantidad de aves que se concentran en un imponente lago artificial, lleno también de nenúfares. Gaviotas, ocas, patos, gavilanes..., especies que los niños se pueden entretener a identificar mirando las fotos en los paneles informativos de la biodiversidad, y que hacen al paseante olvidar por unos minutos que está en la ciudad (el metro te deja prácticamente en la puerta, tanto la estación de Maresme-Fòrum como la de Selva de Mar, ambas de la L-4).

Si se lleva material escolar en el bolso (algo que suele ser habitual cuando se tienen niños), es una actividad entretenida y educativa aprovechar una de las muchas y agradables sombras para entretenerse a dibujar alguna de las 150 especies de aves que allí se han identificado. Pájaros que se posan en el parque a descansar durante los viajes migratorios, que se reproducen en este espacio o que eligen el enclave para hibernar, como el ruiseñor bastardo.

Aunque el mantenimiento de las maderas de los puentes de madera deja bastante que desear y la sequía que estás viviendo tenga sobre todo las zonas de césped algo tristes, el lugar sigue ofreciendo paseos agradables, verdes y muchas sombras, imprescindibles en veranos calurosos como este. 

El parque acoge desde este abril un refugio de la biodiversidad (espacio verde con una vegetación naturalizada, con más diversidad y abundancia que favorece la presencia de fauna con el objetivo de protegerla). Abundan especies vegetales, como el lirio amarillo y el junco pequeño, además de otras plantas flotantes, como el nenúfar blanco. También hay otras especies en el suelo, como el álamo y el chopo; arbustos y plantas propias de ambientes húmedos, como el junco.

Además de la Muntanya Màgica -en el top tres- y el avistamiento de pájaros, las sombras, la zona de juegos infantiles de madera y la zona deportiva para los más mayores, entre Llull y Selva (una pista de fútbol, mesas de pimpón y tres pistas de básquet), hacen también el espacio atractivo para los no tan pequeños. El mar, en el otro extremo, es también un buen plan para terminar el día.

Muy cerca, además, y si se ha ido expresamente al parque, merece una visita el Museu de Ciències Naturals de Barcelona, el conocido como Museu Blau, uno de los grandes desconocidos de la ciudad y que nunca defrauda.

🔝 ESTRELLAS DEL PARQUE

  • La montaña mágica (2). Uno de los primeros toboganes gigantes de la ciudad (y de los más frescos). Para disfrutar al máximo de la experiencia se recomienda bajarlos sobre una toalla o pareo.
  • Pistas de fútbol y baloncesto (5 y 6). Muy concurridas e imprescindibles para los más jóvenes. Punto de encuentro muy valorado por los chavales.

🟩 OTRAS ZONAS DESTACADAS

  • El Museu Blau (9). Tras perderse por los jardines diseñados por Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, un planazo ideal para terminar la jornada es visitar el Museu Blau, justo al lado, una de las joyas museísticas de la ciudad.

Textos: Helena López
Fotos y vídeos: Simone Boccaccio
Coordinación: Rafa Julve y Ricard Gràcia