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Protesta vecinal

"Alcalde, la Modelo va demasiado lenta", el último mural de la pinacoteca de la prisión del Eixample

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Carles Cols

Carles Cols

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Dentro de dos meses y medio hará ocho años ya que el Ayuntamiento de Barcelona recibió de manos de la Generalitat las llaves de la cárcel Modelo de Barcelona, un tiempo más que suficiente, según los vecinos de la Esquerra de l’Eixample, como para que fuera ya palpable gran parte de lo que el propio gobierno municipal anuncia a través de una cuidadísima página en internet. ‘Así será la Model’, titula esa página con el membrete oficial del ayuntamiento. Y después, con seductoras imágenes, se muestran diferentes dibujos del proyecto que ganó el concurso de ideas, que visto con la perspectiva que dan esos ocho años transcurridos, tiene un nombre que resulta, como poco, irónico. ‘Model, batega’. Ese era el lema del equipo ganador. Las pulsaciones, la verdad, son preocupantemente bajas, se quejan los vecinos. El paciente, es cierto, no está en coma, y mucho menos está muerto, admiten. Es más, su perímetro exterior, uno de los menos paseados de la ciudad, ha terminado por ser una singular pinacoteca de murales que merece la pena conocer.

Hasta abril de 2021, por ejemplo, en una porción de la fachada de Provença resultaba cautivadora la gigante obra que allí estampó Paula Bonet, una reflexión sobre los embarazos malogrados. Nada más girar la esquina en dirección a Entença, ahí sigue, intacto, el homenaje que la ilustradora y pregonera de la Mercè Maria Corte le dedicó a Salvador Puig Antich y Heinz Chez. Otros murales son simplemente gritos que inevitablemente llaman la atención, como ese brutal “Ignora’m’ que se come media calle de Llancà. Luego están las pintadas furtivas, algunas muy oportunas, como ese hermano Dalton que mira a quienes transitan por Provença camino de la estación de Sants. La última incorporación a esa colección de arte es muy modesta. Es una frase dedicada a Jaume Collboni recién pegada a la pared de Rosselló el pasado fin de semana: “Alcalde, la Model va massa lenta”.

La futura Modelo, según el proyecto ganador.

La futura Modelo, según el proyecto ganador. / A. de B.

El Ayuntamiento de Barcelona recibió las llaves de la prisión el 1 de enero de 2018. Un año después, tomó una decisión trascendental para el futuro del barrio. Tiró a la papelera el plan que había sobre la mesa, que proponía destinar la mayor parte de esas dos manzanas a hoteles y oficinas. Fue así como emergió el proyecto ‘Model, batega’, un plan que reconsideraba de cero el espacio y proponía dedicar 14.000 metros cuadrados a zona verde, construir 120 viviendas de alquiler a precios asequibles y encajar hasta siete equipamientos públicos, entre ellos, por supuesto, uno consagrado a recordar la historia de aquella cárcel que nunca hizo honor a su nombre. Partes como esta última se prometió en 2023 que en 2027 serían ya realidad. Resulta obvio que no será así.

La 'colla castellera' Esquerdats, en una jornada de entreno en la Modelo.

La 'colla castellera' Esquerdats, en una jornada de entreno en la Modelo. / Zowy Voeten

Con todo, admiten los representantes vecinales del barrio, siempre podría haber sido peor. Se satisfizo casi desde un primer momento una de sus reivindicaciones, que en ese mientras tanto la Modelo se abriera al público. Con prudencia, porque el estado del edificio es el que es, la Modelo ha albergado potentes exposiciones, es el patio de juego de niños del barrio y, por poner un ejemplo que siempre llama la atención, hasta la colla castellera de la Esquerra de l’Eixample, Els Esquerdats, ensaya allí sus construcciones, habitualmente en el vestíbulo por el que se accedía a la prisión, pero cuando llueve, nada menos que bajo el techo del punto central del panóptico, un lugar icónico.

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