Proyecto en Sant Antoni

Barcelona pone en marcha la construcción de otros 54 pisos públicos en el solar del antiguo teatro Talía

Nacen los jardines Talia, donde un hombre danzó 10 días sin pausa

Un mural gigante de Elisa Capdevila invoca el espíritu de cuando el Paral·lel fue el Pigalle de Barcelona

El solar del antiguo Teatro Talía, con el mural de Elisa Capdevila, al fondo.

El solar del antiguo Teatro Talía, con el mural de Elisa Capdevila, al fondo. / Marc Asensio Clupés

Carles Cols

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Barcelona
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El Ayuntamiento de Barcelona compró en 2022 la esquina de Borrell con Paral·lel y ahora, pasados tres años, acaba de poner en marcha el proceso administrativo para levantar 54 viviendas públicas y una planta baja y un altillo de equipamientos para el barrio. En el mejor de los casos, las obras comenzarán en 2027 y, salvo contratiempos, finalizarán en 2029. Siete años pasarán, pues, entre la adquisición y la entrega de las primeras llaves. Uno de los más veteranos concejales del actual consistorio lamenta en ocasiones, siempre en privado, que los tempos de lo que él llama “la curia municipal” sean más de un ‘adagio’ que de un ‘allegro’, pero el proyecto, en cualquier caso, sale por fin adelante y contribuirá dentro de cuatro años a mantener la velocidad de crucero en la ampliación del parque público de vivienda. Tal y como ha subrayado el concejal Jordi Valls, esta es la cuarta promoción pública que de forma simultánea está en marcha en el Eixample, porque se suma a la Fort Pienc, a la del Espai Germanetes y a la que en breve se estrenará en el extremo contrario del Eixample, en Glòries, la mayor de todas, con 238 pisos.

Paral·lel 100-102 fue durante buena parte del siglo XX una de las direcciones postales que hicieron de aquella avenida encajada entre el Raval, Sant Antoni y Poble-sec una suerte de Pigalle barcelonés. En los casi 800 metros cuadrados de aquella esquina se levantó en 1901 un teatro de variedades y de lo que hiciera falta, unas tablas sobre las que, cómo no, escandalizó a las autoridades la Bella Dorita, un lugar de sicalipsis y también de obras de corte más clásico. Tuvo media docena de nombres. Fue bautizado primero como Delicias, fue después el Lírico, el Trianón-Alhambra, el Music Hall As, el Paco Martínez Soria…, pero para el barrio no dejó de ser nunca el Talía. Tanto es así que, cuando el ayuntamiento compró el solar para, entre otras cosas, sacarlo del punto de degradación en el que se encontraba desde que dejó de ser teatro, lo primero que hizo fue acondicionarlo como pequeño parque y le puso el nombre de aquella musa, Talía.

Elisa Capdevila, durante el proceso de creación del mural, que desaparecerá cuando comiencen las obras.

Elisa Capdevila, durante el proceso de creación del mural, que desaparecerá cuando comiencen las obras. / FERRAN NADEU

La esquina dejó de ser un teatro en 1987 y, poco después, un incendio precipitó la degradación de la finca. Fue demolida, pero ni siquiera así se frenó el proceso de deterioro urbanístico. En 2019, una pelea a navajazos destapó que tras las vallas que tapaban las vistas del solar había crecido un asentamiento de chabolas. La compra por parte del ayuntamiento revirtió el curso de los acontecimientos. No solo se acondicionó una pequeña zona verde provisional, sino que incluso, desde el pasado octubre, la pared medianera de la finca contigua es el lienzo de uno de los murales gigantes más bonitos de la ciudad, obra de la artista Elisa Capdevila.

Lo que ahora se ha puesto en marcha es el concurso de arquitectura que dará forma a los 5.345 metros cuadrados de techo edificable. Al espacio reservado a equipamientos está previsto que se trasladen los servicios del Centre Cívic Cotxeres de Borrell, de Viladomat 2, que un recinto que podrás ser después reformado para que pase a tener usos educativos. Y sobre el nuevo equipamiento se levantarán las plantas destinadas a usos residenciales. El solar, lo dicho, es una esquina de algo menos de 800 metros cuadrados. La mayor dificultad, en cualquier caso, no es la disponibilidad de suelo sino, como señala el concurso arquitectónico, la necesidad de acompasar la fachada de la nueva finca con la adyacente, pues en ese tramo el Paral·lel tiene sus característicos pórticos y se pretenden que no se generen rincones que generen sensación de inseguridad.