El bicibús de Barcelona estrena curso con vocación expansiva

El movimiento inicia la temporada con 11 líneas y con otras dos en estudio. Planean, además, salir más de un día a la semana. Vuelven porque la ciudad, sostienen, sigue sin ser segura para todos

Por Via Augusta, por Aragó, por Consell de Cent, por la Meridiana, por Numància, por la Diagonal o por la Rambla. El bicibús de Barcelona no se esconde en calles secundarias. La bicicleta como herramienta de democratización urbana en un espacio público que sigue teniendo al coche, en marcha o detenido en las laderas, como principal protagonista. Empezaron hace año y medio y ya son más de 700 los niños y padres que pedalean camino de la escuela todos los viernes. Esto ya no es una anécdota; es un síntoma. Empiezan el curso 2022-2023 con 11 líneas (más que el metro) y con un par de recorridos nuevos en estudio. Las de Sarrià saldrán dos días a la semana, y la de Sant Antoni prevé seguir el mismo camino.

El 7 de septiembre, los impulsores se reunieron con el gobierno municipal para organizar el curso. Seguirán contando con el apoyo de la Guardia Urbana y en octubre, consistorio y bicibús pactarán un protocolo para que todos los distritos respondan de igual manera, en cuanto al tema de permisos, en el caso de que alguien solicite una nueva línea.

La primera prueba piloto se realizó el 12 de marzo de 2021 en el colegio Reial Monestir de Santa Isabel, en Sarrià. La primera salida oficial se hizo una semana más tarde, con unos 25 participantes, entre padres y alumnos. Empezaron cinco familias, y un mes después ya eran 15. Hoy son decenas y durante el curso pasado abrieron otra línea que sale de la plaza de la Bonanova. Tienen en estudio una nueva línea que suba desde Les Corts y que pase por Francesc Macià. Y al otro lado de la ciudad también los vecinos del Fort Pienc ultiman su propio recorrido.

 El primer bicibús de Catalunya empezó a rodar en Vic poco antes de la pandemia de marzo de 2020. Canvis en Cadena nacía en Osona con la voluntad de alentar los desplazamientos escolares en bicicleta, sin importar que en las primeras salidas fueran apenas una docena los participantes. La experiencia creció de manera exponencial y otros municipios, como Sabadell o Manresa, crearon líneas de bicibús.

Las primeras rutas de bicibús en Barcelona

Sarrià: de la plaza de Gregorio Taumaturg hasta el Santa Isabel

El 12 de marzo de 2021 se hacía una prueba piloto y el día 19 se estrenaba el primer bicibús de Barcelona. Iba desde la plaza de Sant Gregori Taumaturg hasta el colegio Santa Isabel. Ahora salen desde plaza de Molina y recorren parte de la Via Augusta.

Eixample: de Sant Antoni hasta los coles cercanos a la Model

El curso 2021-2022 empezaba con la primera línea del Eixample, que iba desde el mercado de Sant Antoni subiendo por Calàbria y luego por Entença. Lo impulsaron las familias de las escuelas Joan Miró, Entença y Xirinacs.

Eixample: inicio en Letamendi y final en la antigua cárcel urbana

A mediados de noviembre, el distrito central de Barcelona sumó la ruta que se atrevía con un pequeño tramo de Aragó y que llegaba a la Model a través de Mallorca y Provença. Se sumaron a la iniciativa escuelas como la Auró, Llorers o IPSI

La ciudad dispone ya de 11 líneas de bicibús, una más que metro. Cierto, el subterráneo transporte a decenas de miles de personas a diario, pero no deja de ser un argumento para sacar pecho. El guapo lo tienen subido, además, porque en junio recibieron un premio vinculado al Día Internacional de la Bicicleta que les reconoce como la mejor iniciativa ciclista infantil. En concreto, el galardón hace referencia al bicibús del Eixample, que se ha convertido en estandarte del movimiento

Foto de familia de los participantes del Bicibús para celebrar el premio con el que han sido galardonados.

Foto de familia de los participantes del Bicibús para celebrar el premio con el que han sido galardonados.

El bicibús del Eixample ha recibido un premio internacional como la mejor iniciativa de ciclismo infantil

La mitad de los distritos ya tienen líneas. Los impulsores tienen claro que seguirán adelante porque, dicen, apenas se ha avanzado en Barcelona en cuanto a seguridad ciclista. El bicibús, de hecho, es un paso previo a la normalización del uso de la bicicleta para ir a la escuela, es decir, que por mucho que se haya normalizado la movilización de todos los viernes, esto es un grito a la mejora de la infraestructura que debería ser temporal. Lo que dure en desaparecer, por ende, es lo que tardará la capital catalana en ser de verdad 'bicycle friendly'.

Rosa Suriñach, una de las impulsoras del bicibús del Eixample, es consciente de que en año electoral corren el riesgo de ser usados como arma política. A favor y en contra. Ellos, sostiene, no están del lado de nadie, pero sí echan de menos haber recibido “apoyo de todos los grupos municipales al uso de la bicicleta por parte de los niños”. El riesgo de que se les encasille es proporcional al interés de algunos de compadrear con la causa. “En volem més”, tuiteó la teniente de alcalde Janet Sanz, tras los primeros compases de la rúa ciclista del Eixample.

¿Por qué siguen?: "La ciudad no es segura, no hemos visto grandes cambios"

Yago Raventós, promotor del bicibús de Sarrià, aporta ejemplos de su periplo por Via Augusta, donde sobre todo las motos -extremo que comparte Rosa para el caso del Eixample- son las que peor llevan tener que ir detrás del pelotón familiar. Pero ha habido más problemas. Como el apoyo desigual de los distritos o la dificultad de encontrar un sitio en el que dejar las bicis durante las horas de clase. En lo primero, el protocolo municipal debería ayudar.

En lo segundo, el Santa Isabel se ha graduado en materia de discusiones con el poder público. El distrito de Sarrià-Sant Gervasi prometió que les cedería un pequeño solar junto a la parada de metro, pero el coste de acondicionar el espacio ascendía a casi 10.000 euros y se descartó. Les instalaron aparcamientos en la calle, pero hubo un par de robos. Descartado. Preguntaron al cercano aparcamiento BSM, pero el precio no les convencía. Finalmente, las dejan dentro del cole.

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Cerca de 700 personas pedalean cada viernes en alguna de las 11 líneas de bicibús de la ciudad

La segunda tanda de recorridos

Sant Andreu: desde los jardines Can Fabra hasta Berenguer de Palou

El distrito de Sant Andreu estrenó bicibús poco antes de la Navidad de 2021. Tiene como impulsoras a las familias de las escuelas 30 Passos, Pegaso y Turó Blau.

Eixample: el bicibús hace suya la Diagonal hasta la plaza de las Glòries

La quinta línea de bicibús se estrenó justo después de la de Sant Andreu. Recorre la Diagonal desde Roger de Flor hasta Glòries y pasa por las escuelas Leonor Serrano, Gaia i Encants y Ramon Llull.

Quedan lejos las sensaciones de los primeros días, pero el recuerdo se mantiene muy vivo. Muchos padres, cuenta Rosa, se fregaban las lágrimas disimuladamente al tiempo que controlaban a sus pequeños. Les podía la emoción de pedalear por la calzada junto a sus hijos, de ocupar (palabra que no le gusta) un espacio en el que nunca se sintieron bienvenidos.

El balance, sostiene, a pesar de los obstáculos administrativos y de algunas situaciones desagradables con algunos conductores que no comulgaban con su iniciativa, ha sido muy bueno. Por eso, dice, en ningún momento en las muchas reuniones que celebran se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de aparcar la movilización.

A pesar de los obstáculos y los momentos de conflicto en la calzada, jamás se han planteado lanzar la toalla

Las últimas incorporaciones

Ciutat Vella: un largo periplo por el Gòtic camino del parque de la Ciutadella

A principios de marzo de 2022 se ponía en marcha el bicibús de Ciutat Vella con participación de cuatro escuelas: Parc de la Ciutadella, Àngel Baixeras, Pere Vila y Cervantes.

Les Corts: paseo tranquilo entre las calles de Benavent y Numància

Los padres de la escuela Anglesola activaron el bicibús de Les Corts a mediados de marzo, enlazando dos vías principales a través de calles secundarias de pedaleo alejado de agobios.

Eixample: un bicibús delante de la postal más turística de Barcelona

La octava línea llegó a finales de marzo y pasa junto a la Sagrada Família. Reparte niños en tres escuelas del bario y va desde Provença con Cartegena hasta Roger de Flor con Rosselló.

Sant Martí: el bicibús más corto, desde el mercat del Clot hasta la plaza de las Glòries

Es la línea más humilde de todas las que hay en marcha en Barcelona. empezó a pedalear a mediados de abril y cuenta con niños de las escuelas Encants y Gaia y la guardería Leonor Serrano.

Eixample: nueva línea a la espera del eje verde de la calle del Consell de Cent

Las escuelas Diputació, Auró, IPSI y Llorers pusieron en marcha a finales de abril la línea de Consell de Cent, calle que a partir de julio será objeto de una profunda transformación con el proyecto Superilla Barcelona.

Sarrià: el atrevimiento de pedalear por el atestado paseo de la Bonanova

Son 1,2 kilómetros pero tiene la peculiaridad de meter la nariz en una de las calles con más tráfico matinal, el paseo de la Bonanova. Desde abril, el bicibús circula íntegramente por esta vía hasta la calle de Major de Sarrià.

Son conscientes de que en este curso seguirán necesitando el apoyo de la Guardia Urbana. Esperan algo más de empatía por parte de los conductores y que cada vez sean más las familias que se animan a apostar por la bici para que sus hijos vayan al cole. Al fin y al cabo, al margen de la reivindicación, “la visibilidad”, señala Rosa, es uno de los principales objetivos del bicibús.

Falta, sin embargo, que se animen distritos y barrios en los que todavía no hay ninguna iniciativa, como por ejemplo Nou Barris. Por el momento, el consistorio solo se ha implicado en materia de seguridad con la policía. Quizás sería hora, propone Rosa, de que la ciudad promocione el bicibús más allá de usarlo electoralmente. Aunque eso le quitaría el punto antisistema al invento.

El bicibús solo desaparecerá con infraestructura segura o por cansancio de los impulsores. Descarten lo segundo.

¿Cuándo desaparecerán los bicibús en Barcelona? Deberían pasar una de estas dos cosas. La primera, que la infraestructura mejorara de manera sustancial y ya ya no tuviera sentido movilizarse. Pero no solo en cantidad (ya hay cerca de 250 kilómetros de carril bici) sino en calidad, con carriles bici anchos de verdad, con intersecciones seguras, con entornos escolares pacificados. Una ciudad 4/80, apta tanto para un niño de cuatro años como para un adulto de 80. La segunda cosa, que los impulsores del bicibús se cansen, pero eso es algo que no está previsto.

Textos: Carlos Márquez Daniel
Imágenes: Manu Mitru, Jordi Cotrina
Infografías: Ricard Gràcia
Edición gráfica: Álvaro Monge
Coordinación: Rafa Julve