Por Carlota Camps

Periodista de profesión, Anna Grau decidió pasarse al ‘otro lado’, a la política, tras décadas dedicándose a escribir y hablar sobre ella, primero en Barcelona, y después en Madrid y en Nueva York. Se afilió a Ciutadans en 2019, justo después del batacazo en el Congreso, cuando el partido pasó de 57 a 10 diputados. Ahora, tras dos años como diputada en el Parlament, espera que su perfil mediático y 'guerrero' permita al partido contradecir las encuestas y obtener representación en el Ayuntamiento de Barcelona.

Este es un retrato de la candidata naranja:

Item 1 of 2
  • El 14 de febrero de 2021 fue elegida diputada de Cs en el Parlament. Fue en una nueva debacle, cuando el partido naranja pasó de 36 a 6 diputados.
  • Desayunaría con Xavier Trias porque “a esta hora aún sonríe”.
  • Comería como Ada Colau, porque igual “hay que invitarla a comer”, como hizo Trias, “para que dé la cara”. “Le pedí un cara a cara y ni me ha contestado”, lamenta.
  • Tomaría una copa con Jaume Collboni, “si me promete que no va a venir Albert Batlle a cerrarnos el bar”.
  • De momento no cenaría con ninguno porque no le gustan las cenas de trabajo y necesita “más amistad y confianza para hacerlo”.
  • Vive sola en un piso de alquiler en la calle Portaferrissa de Barcelona.
  • Se ha casado dos veces y se ha divorciado las dos: “Doblemente divorciada, doblemente sabia”, dice. Ha sido pareja del controvertido escritor Fernando Sánchez Dragó.

    Tiene un “descendiente” de 17 años.

    Lo dejó hace 21 años.

    Ha escrito varios libros, entre ellos una entrevista con el exalcalde de Junts y ahora también adversario el 28-M, Xavier Trias.

    Item 1 of 3

    “No tengo coche, ni moto, ni bici, ni patinete”. Se mueve a pie y en transporte público. Mayoritariamente en metro, aunque asegura que también usa menos frecuentemente el bus o el taxi.

    Le gusta leer y escribir, lo considera una “necesidad”, también nadar y practicar
    yoga. Lo hace a través de vídeos de Youtube desde casa.

    Una gata que se llama Tao.

    Con unos carteles electorales atrevidos, que hacen “homenaje” al desnudo que llevó a Albert Rivera al Parlament en 2006, y con una campaña llena de estridencias y subidas de tono, Grau intenta hacerse un hueco en las elecciones más disputadas de la historia de la ciudad. La candidata de Cs, que solo hace dos años que está a la primera fila política, tiene como principal reto evitar que su partido desaparezca.