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Cultura viva

Barcelona celebra la vida con el Desfile de Catrinas: color, tradición y homenaje en el corazón de La Rambla

Más de 60 participantes llenan de música, arte y simbolismo mexicano el centro de la ciudad en una jornada que une culturas y recuerda a los difuntos con alegría

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Daniela Cabeza

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Barcelona
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Barcelona se ha convertido un año más en escenario de un encuentro entre culturas, colores y emociones. El Desfile de Catrinas, inspirado en la tradición mexicana del Día de Muertos, organizado por las entidades Mexcat y Amics de La Rambla, ha vuelto a llenar el centro de la ciudad de vida y simbolismo. Miles de personas han convertido La Rambla en una pasarela vibrante de creatividad, homenaje y celebración, donde turistas, curiosos y residentes se han mezclado entre flores, velas y maquillaje en un ambiente donde memoria y vida se entrelazan.

El punto de partida ha sido el Teatro Poliorama, donde los 60 participantes se han concentrado desde las 10.30 horas. Entre el bullicio de preparativos, las conversaciones, las risas y los últimos retoques, los miembros del jurado ya comenzaban a recorrer el interior del teatro para evaluar los trajes antes del desfile. Los participantes han aprovechado para inmortalizar el momento con fotografías.

Afuera, en el punto de encuentro, la expectación también crecía. Anai y su amiga Laura, dos jóvenes que participaban por primera vez, esperaban el inicio del desfile entre nervios y emoción. “Nos apuntamos porque nos encantan los colores y la historia de las Catrinas. Es la primera vez que participamos, y nos hace mucha ilusión formar parte de algo tan bonito”, comentaba Anai mientras observaba el ambiente que se formaba a su alrededor.

Entre el público que se concentraba en la zona se encontraba también Ana Mari, una mujer de mediana edad que descubrió el evento por casualidad mientras paseaba por La Rambla. “¡Qué bonito! Estaba pasando por aquí y me he enterado de esto. Es increíble, los disfraces y todo”, ha contado.

Fiesta y homenaje

A mediodía, un grupo de jóvenes vestidos con trajes típicos mexicanos han irrumpido con guitarras, violines y trompetas, llenando el aire de música y ritmo. Ha sido la señal: el desfile comenzaba. Los grupos inscritos se han puesto en marcha, desfilando a lo largo de Las Ramblas en un recorrido que ha convertido el paseo en un mosaico de color y celebración.

Las Catrinas han desfilado entre aplausos y fotografías, con un abanico de estilos que iban desde las versiones más tradicionales hasta interpretaciones contemporáneas, todas cargadas de simbolismo. Entre ellas, una participante de origen peruano destacaba por su disfraz inspirado en la bandera mexicana. “Cada año cambio de vestuario. Este año me he inspirado en los colores verde, blanco y rojo, como la bandera de México. Esto no es solo un disfraz, es un homenaje a nuestros difuntos”, ha explicado con emoción. Actriz de profesión, confiesa llevar más de una década participando en este tipo de eventos: “Estoy acostumbrada a las cámaras y a los vídeos. Esto me resulta natural, y me encanta ver cómo cada año más gente se suma”.

Otra de las voces destacadas fue la de Azahara, quien ha desfilado acompañada de su hija. Su propuesta rendía tributo a la tradicional Catrina de Posadas, símbolo por excelencia del Día de Muertos. “Me he inspirado en la figura original de Aguascalientes, una Catrina muy elegante que imitaba a la sociedad occidental”, ha explicado. Azahara, de nacionalidad española, vivió tres años en México, experiencia que marcó su vínculo con esta celebración: “Desde que descubrí esta tradición, quise siempre ser participante y formar parte. Este es nuestro tercer año participando y cada vez hay más gente. Es muy bonito ver cómo crece”.

La creatividad también se ha manifestado en las formas y materiales. Jimena, decoradora y diseñadora de fiestas infantiles del local ‘Roro Ballons Party’, ha sorprendido con un disfraz elaborado con globos ecológicos y biodegradables, en los tonos naranja, amarillo y negro característicos de la festividad. “Quería representar el Día de Muertos desde una perspectiva sostenible. Es mi manera de unir arte y conciencia ambiental”, ha explicado.

El desfile ha avanzado muy lentamente entre aplausos, música y muchas cámaras. Los turistas se detenían a admirar los maquillajes detallados, los tocados florales y los disfraces.

La jornada ha acabado con un ambiente festivo que, más allá del espectáculo visual, ha transmitido el mensaje profundo que da sentido al Día de Muertos: honrar la vida recordando a quienes ya no están.

Barcelona, ciudad abierta y multicultural, ha acogido una vez más una tradición que traspasa fronteras y que cada año gana más adeptos. Como resumía una de las participantes, Teresa,: “Esto no es solo un desfile, es una celebración del alma”.

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