Colas que cuentan historias: Barcelona redescubre su patrimonio en el 48 Open House Barcelona

Barcelona ha vivido hoy el primer día de la jornada donde la arquitectura y el patrimonio se han convertido en protagonistas de largas esperas. En el marco del festival 48 horas Open House Barcelona, que ha abierto a la ciudadanía más de 200 edificios en Barcelona y área metropolitana, se han generado colas de horas en varios puntos destacados.

Tres localizaciones, el Edificio Estel, el Palau del Marquès d’Alfarràs (en el Parc del Laberint d’Horta) y la Torre y Cripta del Convent dels Àngels, se han convertido en los epicentros de la curiosidad ciudadana.

Edificio Estel: de sede tecnológica a icono moderno

En la Avinguda Roma 81, el sol se reflejaba en los nuevos ventanales del Edificio Estel, un gigante moderno de cristal que acaba de renacer tras décadas de uso corporativo. Construido en los años 70 como sede técnica central de Telefónica, el edificio fue durante años un referente de la actividad tecnológica y empresarial de la ciudad. Con 14 plantas, fue vendido en 2007, con la intención inicial de transformarlo en viviendas, un proyecto que quedó frustrado por la crisis. Tras años de cambios de usos, actualmente funciona como oficinas, en su mayoría ocupadas por la farmaceutica Astrazeneca.

La profunda rehabilitación que ha realizado el arquitecto Francesc Mitjans Miró lo ha transformado en un espacio moderno y sostenible, con espacios compartidos que incluyen gimnasio, sala de pilates, cocina y comedor, un gran auditorio, amplias terrazas, oficinas diáfanas y una azotea con vistas espectaculares. Este fin de semana ha sido la primera vez que se ha abierto al público tras la gran reforma, y las colas casi han dado la vuelta a la manzana.

Durante la visita, dos señoras que habían trabajado en Telefónica durante muchos años compartieron su asombro: comentaron que el cambio ha sido muy espectacular. Antes, faltaba luz y el ambiente era bastante triste, pero ahora el espacio es brutal por la cantidad de luz natural que inunda cada planta.

Rosa y Antoni, otra pareja mayor, esperaron dos horas para entrar y coincidieron: “Ha valido la pena. Por dentro es espectacular”. Una curiosidad: se puede atravesar de la avenida Roma a la calle Mallorca para acortar camino a pie.

Torre y Cripta del Convent dels Àngels: un viaje entre siglos

En pleno barrio Raval, la Torre y Cripta del Convent dels Àngels han ofrecido una experiencia íntima pero fascinante. Este conjunto gótico y renacentista del siglo XVI incluye la nave gótica de cinco tramos con ábside poligonal y la capilla de Peu de la Creu, considerada la única capilla renacentista de la ciudad.

La torre-mirador, concebida originalmente para vigilancia y como símbolo de presencia religiosa, permite ahora disfrutar de vistas panorámicas de 360 grados sobre el barrio y la ciudad. Además, alberga una biblioteca histórica, accesible únicamente para miembros del MACBA, que actualmente gestiona el conjunto y organiza actividades culturales, museísticas y de creación contemporánea.

Una vez dentro, se puede observar el contraste entre piedra antigua, restauraciones contemporáneas y espacios culturales modernos, convirtiendo la visita en un auténtico viaje entre siglos, del silencio monástico a la Barcelona del arte contemporáneo.

Palau del Marquès d’Alfarràs: historia, abandono y renacimiento

Ubicado en el Parc del Laberint d’Horta, el Palau del Marquès d’Alfarràs se alza como testigo de siglos de historia. Fue propiedad de cuatro familias distintas —Vallseca, Roger, Llupià y finalmente Desvalls— permaneciendo en la misma familia desde el siglo XIII hasta 1967, cuando el mantenimiento se volvió insostenible y se realizó una permuta con el Ayuntamiento de Barcelona.

Durante décadas, el palacio estuvo abandonado y su interior sufrió daños: esculturas rotas, elementos ornamentales retirados y pérdida de mobiliario. Combina estilos neoclásico y barroco, con salas nobles que reflejan la opulencia aristocrática, balcones con vistas al laberinto de arbustos y jardines cuidadosamente diseñados.

En 2025 se han llevado a cabo las últimas obras de mejora, con el objetivo de recuperar los elementos singulares del palacio y abrir el espacio a la ciudadanía. Aunque el interior sigue mayoritariamente vacío, los jardines cumplen una función educativa: permiten que estudiantes de jardinería realicen prácticas, aprendan técnicas de mantenimiento y diseño, y al mismo tiempo mantengan los jardines impecables para los visitantes. Como curiosidad, en este palacio se rodó una escena de la película 'El perfume'.

El Ayuntamiento de Barcelona aún no ha decidido su uso definitivo, y se desconoce si se convertirá en un espacio abierto para el barrio con actividades culturales y comunitarias, o tendrá otro destino dentro de la red de patrimonio de la ciudad.

Una ciudad que se redescubre en la espera

Barcelona ha vuelto a demostrar que su patrimonio despierta auténtica pasión: las colas de más de dos horas en edificios emblemáticos no han impedido que los visitantes disfrutaran de la arquitectura, la historia y el arte.

El festival 48 horas Open House Barcelona convierte la espera en parte de la experiencia, y cada visitante se ha llevado consigo la sensación de haber vivido algo único.

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