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Un año al límite

"Nos coordinamos con 'walkies'": la degradación de la vigilancia indigna a los paradistas del mercado de Santa Caterina

Los comerciantes se ven obligados a supervisar ellos mismos ante el "abandono del servicio" de las empresas contratadas por el Institut Municipal de Mercats de Barcelona

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Judith Cutrona

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Barcelona
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Para que un mercado municipal funcione, la organización y la seguridad son esenciales. Garantizar la apertura y el cierre, coordinar el día a día y proteger a comerciantes y visitantes es una tarea que no siempre resulta fácil. Si, además, ese mercado está en pleno corazón de Barcelona, en Ciutat Vella, donde se concentra un gran flujo de gente y turistas, la vigilancia se vuelve aún más crucial. Bien lo saben los paradistas del mercado de Santa Caterina, que, desde hace un año, se ven obligados a asumir ellos mismos las tareas de seguridad.

"Estamos coordinándonos con 'walkies' para abrir y cerrar, controlar accesos y poner alarmas", denuncia a EL PERIÓDICO David Barroso, presidente de la Associació de Comerciants del Mercat Municipal de Santa Caterina. Los comerciantes denuncian un "incumplimiento grave y continuado" del servicio de vigilancia que ofrecen las empresas contratadas por el Institut Municipal de Mercats de Barcelona (IMMB), lo que supone un "peligro inminente" para la seguridad del equipamiento.

El mercado de Santa Caterina tiene siete puertas de entrada -con cristales y celosías de madera- más la puerta de acceso al muelle de carga y descarga, lo que lo convierte en un edificio "vulnerable", apuntan los paradistas, de "fácil acceso". Últimamente estos accesos están controlados por auxiliares que desconocen el funcionamiento de la instalación.

Barcelona, 17/10/2025 Barcelona. Imágenes del mercado de Santa Caterina, sobre todo de los accesos. Hay nueve puertas de entrada. Los comerciantes denuncian la degradación del servicio de vigilancia. Teóricamente no hay personal de seguridad, durante el día deben gestionarlo ellos mismos: abrir, activar las alarmas y vigilar si entra alguien "sospechoso". En las imágenes, comerciantes actúan de vigilantes con sus walkie talkies. Palabras clave: mercado de Santa Caterina, vigilancia, seguridad, comerciantes, accesos, Barcelona, denuncias, degradación, alarmas, robos, inseguridad, Ciutat Vella. AUTOR: MANU MITRU

El gerente del mercado de Santa Caterina enseña a un auxiliar como funciona el sistema. / MANU MITRU / EPC

Según señalan, suele venir cada día uno distinto y a los comerciantes no les queda otra que enseñarles ellos mismos como funciona el sistema. No obstante, recalcan que el mercado es un "espacio seguro" y aseguran que lo que les ha hecho decir "hasta aquí" es el “mal servicio” que reciben de las empresas contratadas, que hace que su día a día empiece sea inviable.

Costes repartidos

Un año antes de la reapertura del mercado en 2005 tras su gran remodelación, la Associació de Comerciants y el IMMB firmaron un acuerdo en el que figuraba que el servicio de vigilancia lo asumiría el organismo municipal. Así fue hasta hace dos años, cuando ambas partes pactaron un nuevo modelo: los paradistas se encargan del coste de la vigilancia diurna -lo que asciende a 93.694 euros- y el Institut Municipal de la nocturna, que comporta 93.411 euros, a los que se suma la instalación de un nuevo equipo de videovigilancia. Todas las tareas las realiza una única empresa contratada a través del IMMB y los comerciantes la financian mediante un canon municipal.

Este sistema, sin embargo, empezó a tambalearse el año pasado, cuando se abrió un nuevo concurso de contratación y fue impugnado por una de las empresas licitadoras, Wakeful. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Barcelona ya suspendió un contrato con esta empresa, a quién acusó de haber cometido un "abandono de servicio" al haber desatendido la vigilancia en la cabalgata de Reyes de este año.

Barcelona, 17/10/2025 Barcelona. Imágenes del mercado de Santa Caterina, sobre todo de los accesos. Hay nueve puertas de entrada. Los comerciantes denuncian la degradación del servicio de vigilancia. Teóricamente no hay personal de seguridad, durante el día deben gestionarlo ellos mismos: abrir, activar las alarmas y vigilar si entra alguien "sospechoso". En las imágenes, comerciantes actúan de vigilantes con sus walkie talkies. Palabras clave: mercado de Santa Caterina, vigilancia, seguridad, comerciantes, accesos, Barcelona, denuncias, degradación, alarmas, robos, inseguridad, Ciutat Vella. AUTOR: MANU MITRU

Un auxiliar en el mercado de Santa Caterina. / MANU MITRU / EPC

La impugnación ha comportado la suspensión de la licitación y que el servicio se tenga que cubrir de manera provisional, algo que el IMMB admite a este diario que "ha podido comportar algunas incidencias". La situación que denuncian los paradistas es que el servicio se cubre con contratos menores, de corta duración y con empresas distintas que se van relevando sin coordinación ni formación previa, hasta que un tribunal dicte una resolución y se adjudique el contrato a una nueva empresa. Un parche que ha convertido la vigilancia y seguridad del mercado en una improvisación constante.

"En vías de una nueva empresa"

El Institut de Mercats Municipals asegura que está "en vías de contratar una nueva empresa para principios de noviembre y hasta la resolución del litigio sobre la contratación inicial impugnada". Subraya que en Santa Caterina, como en el mercado de Sant Antoni y la Boqueria, el IMMB tramita la contratación de la seguridad que, "en todos los casos", va a cargo de los comerciantes, excepto el horario nocturno, que asume el órgano municipal en estos tres mercados.

Barcelona, 17/10/2025 Barcelona. Imágenes del mercado de Santa Caterina, sobre todo de los accesos. Hay nueve puertas de entrada. Los comerciantes denuncian la degradación del servicio de vigilancia. Teóricamente no hay personal de seguridad, durante el día deben gestionarlo ellos mismos: abrir, activar las alarmas y vigilar si entra alguien "sospechoso". En las imágenes, comerciantes actúan de vigilantes con sus walkie talkies. Palabras clave: mercado de Santa Caterina, vigilancia, seguridad, comerciantes, accesos, Barcelona, denuncias, degradación, alarmas, robos, inseguridad, Ciutat Vella. AUTOR: MANU MITRU

Una de las entradas del mercado de Santa Caterina. / MANU MITRU / EPC

Otra de las acciones que han decidido tomar es realizar mejoras estructurales en el edificio de Santa Caterina, que "previsiblemente empezarán el mes que viene", cuentan fuentes municipales a EL PERIÓDICO. El objetivo es reforzar los cierres y los cristales exteriores y mejorar los sistemas de seguridad pasiva.

"No podemos estar vigilando los pasillos"

Los paradistas hablan de una situación límite. "Los vigilantes que vienen no saben abrir ni cerrar, ni poner alarmas, dicen que no es su trabajo y que lo tenemos que hacer nosotros. Estamos hartos. Nos dicen que lo están intentando solucionar desde hace un año, pasan de nuestras quejas y seguimos pagando igual", dice el vicepresidente de la Associació de Comerciants, Jordi Vilà, en declaraciones a EL PERIÓDICO. "Si necesitas entrar fuera del horario comercial, no tienes a quien llamar porque cada día viene una persona diferente", añade.

Barcelona, 17/10/2025 Barcelona. Imágenes del mercado de Santa Caterina, sobre todo de los accesos. Hay nueve puertas de entrada. Los comerciantes denuncian la degradación del servicio de vigilancia. Teóricamente no hay personal de seguridad, durante el día deben gestionarlo ellos mismos: abrir, activar las alarmas y vigilar si entra alguien "sospechoso". En las imágenes, comerciantes actúan de vigilantes con sus walkie talkies. Palabras clave: mercado de Santa Caterina, vigilancia, seguridad, comerciantes, accesos, Barcelona, denuncias, degradación, alarmas, robos, inseguridad, Ciutat Vella. AUTOR: MANU MITRU

Un walkie-talkie junto a los cuchillos, en un puesto de carnicería del mercado de Santa Caterina. / MANU MITRU / EPC

"Hemos estado pagando por un servicio que no nos han dado", dice Vilà. Esa es ahora su frustración, por eso se plantean reclamar el coste del servicio no prestado correctamente. De hecho, así se lo han trasladado ya al IMMB, a quienes también han enviado un registro de incidencias. En este registro, consultado por EL PERIÓDICO, señalan que viven un "abandono del servicio" durante horas e incluso jornadas completas, retrasos constantes en los relevos y falta de personal formado, hasta el punto de que se han dejado accesos abiertos, alarmas desactivadas y llaves extraviadas. "No podemos estar vigilando los pasillos", insiste el paradista.

"El mercado es patrimonio"

Tras un ir y venir de quejas, la última reunión que tuvieron con la gerencia del IMMB fue la semana pasada. Los paradistas insisten en que "el mercado es patrimonio de la ciudad", así que "el vigilante no sólo vigila el negocio, sino el patrimonio". Lo explica a EL PERIÓDICO el gerente de la asociación, que lleva todos los pasos de este conflicto, Xavier Claveguera. No duda ni un segundo en afirmar que "lo que está habiendo es un incumplimiento de convenio".

Barcelona, 17/10/2025 Barcelona. Imágenes del mercado de Santa Caterina, sobre todo de los accesos. Hay nueve puertas de entrada. Los comerciantes denuncian la degradación del servicio de vigilancia. Teóricamente no hay personal de seguridad, durante el día deben gestionarlo ellos mismos: abrir, activar las alarmas y vigilar si entra alguien "sospechoso". En las imágenes, comerciantes actúan de vigilantes con sus walkie talkies. Palabras clave: mercado de Santa Caterina, vigilancia, seguridad, comerciantes, accesos, Barcelona, denuncias, degradación, alarmas, robos, inseguridad, Ciutat Vella. AUTOR: MANU MITRU

El exterior del mercado de Santa Caterina. / MANU MITRU / EPC

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