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Carencia lingüística

Los bares de cinco distritos de Barcelona apenas atienden en catalán: no lo habla ni la mitad del personal

La restauración de Horta y las tiendas de Sarrià lideran el conocimiento del idioma, que varía mucho según los territorios

La mitad de los empleados de los bares de Barcelona no habla catalán y una cuarta parte no lo entiende

GRÁFICOS | Una de cada siete tiendas de Barcelona ya tiene el rótulo en inglés

Ambiente de bares y tiendas en la calle Joaquin Costa del Raval

Ambiente de bares y tiendas en la calle Joaquin Costa del Raval / ELISENDA PONS / EPC

Barcelona
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El poco uso del catalán en los establecimientos comerciales de Barcelona es motivo de polémicas recurrentes. Este septiembre dos encuestas municipales, avanzadas por EL PERIÓDICO, ponían cifras concretas sobre la mesa: el 47,6% de los empleados de la restauración no habla catalán y un 24% tampoco lo entiende, frente a un 76,5% de dependientes de tiendas que puede atender en este idioma y un 89,7% que lo comprende.

Sin embargo, la media de la ciudad fluctúa de forma llamativa entre distritos. El Ayuntamiento de Barcelona ha volcado en su portal de datos los resultados íntegros de los dos estudios, que permiten observar dónde se concentra la carencia lingüística. La diferencia entre los barrios con mayor y menor conocimiento lingüístico es de hasta 20 puntos. El factor determinante no parece ser la renta, sino la geografía: el centro de Barcelona y el litoral suspenden mucho más.

Los bares de Horta, el bastión

En la restauración, la encuesta municipal distingue entre la ratio de plantilla que habla catalán y la que lo entiende, siempre según declaran los dueños o responsables de un millar de establecimientos consultados. En cuanto a la capacidad de atender y conversar en catalán, la variabilidad por territorios va de los escuálidos 42,7% de Sants-Montjuïc y 44,8% del Eixample a los dos tercios de Horta-Guinardó (68%) y Gràcia (62%). Cinco distritos quedan por encima de la media y los otros cinco, por debajo.

El porcentaje de camareros y demás trabajadores de bares y restaurantes que comprendería el catalán es superior. La mayoría de barrios quedan por encima de la media de la ciudad, que se ve muy lastrada por los malos resultados de Sants-Montjuïc (69,1%), Sant Martí (68,4%) y Ciutat Vella (67,1%). En el resto de territorios, alrededor de tres cuartas partes de las plantillas sí entienden a la clientela catalanohablante. Sobresale con claridad Horta-Guinardó, con un 88%.

Dueños y encargados suben la media

Las dos estadísticas mejoran al fijarse específicamente en los dueños y los encargados de los locales. Entre los propietarios, el casi el 78% entiende catalán y el 57,4% lo habla. El 61% tienen nacionalidad española, frente a un 7,6 con pasaporte de otro país de la UE y un 28,6% del resto del mundo. El 78,7% están al pie del cañón y trabajan en su propio establecimiento.

El idioma hace aflorar un sesgo en la titularidad de la hostalería de Sarrià-Sant Gervasi, Les Corts y Gràcia, los únicos tres territorios donde más de un 70% de negocios están en manos de alguien capaz de expresarse en catalán. La otra cara de la moneda son el Eixample y Sants-Montjuïc: menos de la mitad de estos hostaleros pueden dirigirse en esta lengua a sus clientes.

Los encargados, elegidos por la propiedad para liderar las plantillas, también tienen un perfil distintivo. Casi el 60% hablan la lengua, diez puntos por encima de sus subordinados. El porcentaje se dispara al 81,4% en el caso de Gràcia y se hunde hasta un 50% raso en Sant Martí, donde uno de cada cuatro encargados ni siquiera lo entiende.

Las tiendas del centro y del Besòs flaquean

Las tiendas de proximidad exhiben más preparación en lengua que los bares, según los 2.400 encuestados por el consistorio el pasado otoño. En cuanto a comprenderla, flaquean en dos ámbitos distintos: en Ciutat Vella y el Eixample por un lado y en Nou Barris y Sant Andreu por otro. En los cuatro distritos, nutridos con inmigración de clase alta y baja respectivamente, más del 10% de dependientes tiene dificultades de comprensión. El líder en la misma categoría es el pequeño comercio de Sarrià-Sant Gervasi.

El retrato no difiere mucho al preguntar si las plantillas logran expresarse en catalán. En Ciutat Vella, el Eixample, Sants-Montjuïc y Nou Barris, uno de cada cuatro empleados no puede hacerlo, mientras que en Sarrià-Sant Gervasi solo sucede con uno de cada siete.

Curiosamente, en el caso de las tiendas, los encargados tienen un nivel de catalán parecido o ligeramente inferior al de sus equipos. Lo hablan el 73,8% y lo entienden 89,5%.

Entre los propietarios de los negocios, la capacitación idiomática es algo superior a la de sus trabajadores: el 78,7% puede hablarlo y el 91,4% lo comprende. Por territorios, Horta-Guinardó despunta con un 88,1% de conocimiento activo, frente al 70-71% de Ciutat Vella y Nou Barris.

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