El presupuesto y las ordenanzas fiscales de 2026 de Barcelona superan el primer trámite con el apoyo de ERC y BComú

Los presupuestos y ordenanzas fiscales de Barcelona para 2026 han superado su primer trámite al conseguir el apoyo de BComú y ERC en la Comisión de Economía extraordinaria de este jueves. La propuesta elaborada por el gobierno socialista de Jaume Collboni plantea un nuevo récord de 4.180 millones de euros -la primera vez que se supera los 4.000 millones en la historia del ayuntamiento- y está centrada en la atención a las personas, la vivienda y la seguridad. Con la aprobación inicial en el bolsillo, el ejecutivo local abrirá ahora una nueva negociación con todos los grupos para lograr la aprobación definitiva de las cuentas en el pleno de noviembre. Las ordenanzas, por su parte, deben estar aprobadas antes de que finalice al año.

El gobierno de Collboni no ha perdido el tiempo y sólo una semana después de presentar su propuesta ha conseguido que ya eche a andar. "Es una presupuesto solvente, que prioriza las personas, la vivienda y la seguridad" y que "muestra un proyecto de ciudad", ha recalcado el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls. Tanto las ordenanzas como los presupuestos, que se han votado por separado, han obtenido el mismo posicionamiento de los grupos: el apoyo del PSC, BComú y ERC, y el voto en contra de Junts, PP y Vox.

Para su trámite inicial ha sido clave la negociación con los republicanos y los Comuns, los dos grupos que pusieron sus condiciones encima de la mesa para poder apoyar las cuentas, que han sido aceptadas por el gobierno municipal. El primer avance fue con ERC, con quien el PSC selló un acuerdo presupuestario incorporando las peticiones de los republicanos en vivienda, turismo y el catalán. Con este pacto, el ejecutivo se aseguró los 15 concejales -sus diez más los cinco de los republicanos-, pero necesitaba los nueve de los Comuns, sabiendo ya que Junts y PP votarían en contra.

Pocas horas antes de la comisión, la líder de BComú, Janet Sanz, ha anunciado que su grupo votaría a favor tras distintas reuniones con el ejecutivo de Collboni. Las dos líneas rojas de los Comuns eran claras: aprobar el veto urbanístico para regular los alquileres de temporada y buscar alternativas habitacionales para los vecinos de Vallcarca en situación de vulnerabilidad. Dos compromisos que han conseguido arrancar al gobierno.

Por un lado, han establecido una mesa de negociación entre los vecinos de Vallcarca y el ayuntamiento -capitaneada por el Síndic de Barcelona, David Bondia-, y, por otro, el compromiso de aprobar antes de que termine el año la Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) para regular los alquileres de temporada en la ciudad. Este veto urbanístico está pendiente de alegaciones y de un dictamen jurídico para hacerla "más robusta", además de la regulación del Parlament. “Estos dos planteamientos hace que desde BComú podamos recuperar inicialmente la confianza con el gobierno”, ha expresado Sanz, que avisa de que ahora estarán pendientes de las negociaciones que se abrirán de nuevo.

"Estamos muy contentos"

El gobierno de Collboni celebra el "cambio de actitud" de los Comuns, tras la última negociación presupuestaria que terminó con una prórroga de las cuentas. "Estamos muy contentos", ha expresado la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, horas antes de la comisión, a la espera de ver el mismo posicionamiento el día de la aprobación definitiva. "Tiempo al tiempo, estamos en el inicio de esta tramitación", ha dicho con prudencia.

Desde ERC, el portavoz, Jordi Castellana, ha asegurado que encaran el debate presupuestario “desde la utilidad” con el objetivo de que Barcelona recupere su “identidad”. Por eso abogan por “trabajar con acuerdos que sean positivos para los vecinos”, como dice que han hecho también en los mandatos anteriores.

El 'no' de Junts, PP y Vox

También en la línea de los años anteriores, Junts, PP y Vox han decidido votar en contra. El concejal de Junts Arnau Vives ha argumentado que votan ‘no’ por coherencia y porque “Barcelona merece más que una gestión mediocre”, con una presión fiscal que considera alta y un modelo “agotado”. “No hay proyecto, no hay ambición ni visión de futuro”, ha criticado.

El portavoz del PP, Juan Milián, ha denunciado que “Collboni ha cogido las cuentas de Colau y les ha situado la estelada de ERC”, mientras que el líder de Vox, Gonzalo de Oro, ha criticado que la propuesta está "cargada de ideología".

Valls entiende que los tres grupos tienen un proyecto de ciudad distinto al socialista, pero ha insistido en que no tienen un "proyecto mayoritario" y que deben compartir. "Únicamente comparten la negativa", ha dicho. Por eso defiende que el acuerdo entre PSC, BComú y ERC hace que "la ciudad no esté bloqueada".

Suscríbete para seguir leyendo