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Previsto para este viernes

Cuenta atrás para el desalojo por "riesgo de derrumbe" de unas 40 personas que ocupan el cuartel de la Guardia Civil de Sabadell

El Ayuntamiento advierte de riesgo grave por posible derrumbe, mientras entidades sociales reclaman soluciones habitacionales para familias y menores

El Supremo da la razón al Estado y anula la recuperación del cuartel de la Guardia Civil a cargo del Ayuntamiento de Sabadell

El ministro alfredo perez rubalcaba firma un acuerdo para ceder la caserna de la guardia civil al centro hospitalario parc taulí

El ministro alfredo perez rubalcaba firma un acuerdo para ceder la caserna de la guardia civil al centro hospitalario parc taulí / Josep Garcia

Clàudia Mas

Clàudia Mas

Sabadell
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El antiguo cuartel de la Guardia Civil en Sabadell (Vallès Occidental), conocido popularmente como 'La Caserna' y cerrado desde finales de los años noventa, se ha convertido en las últimas semanas en refugio para unas cuarenta personas, incluidas varias familias con hijos pequeños. A simple vista, el edificio mantiene una fachada sólida, pero el interior refleja décadas de abandono: ventanas sin cristales, instalaciones retiradas y paredes deterioradas. Los pisos llevan más de 25 años vacíos.

Este viernes 17 de octubre, se prevé el desalojo del inmueble, alegando “riesgo grave para la seguridad”, según han expresado fuentes municipales en diversas ocasiones, y posible derrumbe, según un informe técnico municipal. La notificación ha generado alarma entre los residentes, que buscan un lugar seguro donde vivir ante la imposibilidad de acceder al mercado de alquiler.

El portavoz de la entidad Ningú Sense Sostre, Jordi Solé, explica a este diario que “hace unas tres o cuatro semanas empezamos a ir al cuartel y ahora viven allí unas cuarenta personas. Hay tres grupos principales: un grupo de españoles, donde también se incluyen dos familias peruanas con cinco hijos; un grupo de subsaharianos y otro de marroquíes. Todos han recibido la notificación de que deberán marcharse este viernes”.

Ante la inminencia del desalojo, Solé pide soluciones urgentes: “Hemos presentado una instancia al Consell Social del Ayuntamiento. Pedimos dos cosas: primero, que si deben ser desalojados, se les ofrezca una alternativa habitacional. No se pueden dejar 40 personas, y menos 25 menores, en la calle de un día para otro. Y segundo, mientras no se resuelva esto, creemos que es más seguro que las familias y el resto de ocupantes permanezcan allí que en la calle”.

El primer teniente de alcaldesa, Eloi Cortés, reconoce la tensión de la situación y subraya los riesgos que supone el edificio: “Ahora mismo en la Caserna tenemos una situación donde ha habido llamadas al 112, incluso un apuñalamiento… Es una situación tensa, además de que hay personas en situación de vulnerabilidad que ya estamos acompañando. Y de fondo, la realidad es que tenemos una situación estructural de riesgo en el edificio”.

Cortés detalla que el informe urbanístico determina el mal estado de la construcción y avala el desalojo: “Tenemos un informe urbanístico que señala esta situación de riesgo y prevé actuaciones de obra para garantizar la seguridad. Este informe da pie a una orden de ejecución que implica el desalojo, ya que existe, como indica el informe, riesgo para la seguridad de estas personas que han ocupado ilegalmente el edificio y a quienes se les ha notificado que deben marcharse”.

La situación sigue siendo incierta. Según Solé, algunos residentes aceptan marcharse y otros se resisten, mientras que las autoridades trabajan para garantizar que nadie quede en la calle sin alternativa segura.

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