En el Poblenou
Un gran despliegue policial desaloja a 56 personas dedicadas a la chatarra en una nave de Barcelona
Decenas de antidisturbios desahucian a un grupo de chicos que defiende que ocupaba parte de La Escocesa sin causar problemas tras echar hace pocos días a otros a los que acusa de robos e incidentes
Cuatro detenidos por intentar desalojar ilegalmente un piso en Barcelona

Desalojo de la nave La Escocesa / Zowy Voeten

Decenas de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana de Barcelona se han desplegado este viernes desde antes de las 08:00 horas alrededor de la antigua fábrica de La Escocesa, en el barrio del Poblenou, y han desalojado a 56 personas de origen subsahariano y dedicadas a la chatarra que vivían en el recinto. El desahucio se ha completado de forma pacífica, sin resistencia ni incidentes en la finca situada en el número 345 de la calle Pere IV, blindada por la presencia de los agentes y un amplio cordón policial.
No se ha visto más que alguna discusión hacia el final del operativo, cuando las pertenencias de los expulsados ya estaban en la calle y las cargaban en un carro tirado por una bicicleta para trasladarlas. En todo caso, quienes habitaban el espacio -varios de ellos son supervivientes de las pateras procedentes de Senegal y Gambia, han precisado- han expresado inquietud al no saber dónde se realojarán a partir de ahora. Alguno barruntaban que tendrá que pasar la próxima noche a la intemperie.
El ayuntamiento ha informado de que el desalojo en una nave de propiedad municipal dentro de la vieja colonia industrial se ha ordenado tras recabarse un informe de los Bomberos de Barcelona que advierte de la degradación del inmueble. El consistorio ha explicado que el desahucio se ha acometido "después de que los Bomberos determinasen que la estructura sufría daños graves y supone un peligro para las personas que viven en el interior".
Fuentes policiales han añadido que se han detectado grietas y que el estado del inmueble es tan precario que el desahucio era inaplazable. Mbaye Sarr, un chico senegalés de 23 años, no llegó ni hace un mes a La Escocesa. "Se estaban cayendo piedras, porque la casa está vieja -ha comentado-. Es verdad que está un poco mal, pero no tenemos otro lugar donde vivir. No sabemos dónde iremos, no tenemos adónde ir".
El ayuntamiento ha explicado que se han activado los servicios sociales para prestar auxilio a los desalojados, a través del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB). Tras la intervención, el consistorio ha concretado que 21 desalojados han sido atendidos, pero ninguno de ellos ha solicitado alojamiento. La estancia en el CUESB no suele alargarse más de unos pocos días. Aunque al menos una fuente ha dicho que "dos o tres menores" convivían con los desalojados, el consistorio ha contestado que los agentes no han hallado a ningún niño en el interior de La Escocesa durante la actuación.
Enfrentamiento en la nave
En contraste con la tranquilidad con que el espacio se ha vaciado esta mañana, el recinto vivió una disputa el pasado fin de semana. Uno de los muchachos que ocupaba la nave fue agredido con dureza. Durante el mismo día, parte de los subsaharianos -que llegaron en los últimos meses al recinto fabril- echaron a unos magrebíes que se instalaron en la misma fábrica hace cosa de un año.
Tanto los expulsados esta mañana como varios de los artistas que continúan asentados en La Escocesa definen de delincuentes a quienes se fueron del lugar el pasado fin de semana. "Eran muy problemáticos, la policía no se atrevía a enfrentarse con ellos", asegura Mor Sylla, un músico que se cobija en la colonia. "Han sido los senegaleses los que han tenido que entrar para sacar a los árabes, que eran agresivos y crueles -sostiene-: robaban, agredían, se peleaban entre ellos... En cambio, los senegaleses no roban ni agreden ni insultan, son chicos que no tienen papeles y no son conflictivos, están en su mundo, intentando limpiar Barcelona de chatarra".
Aunque se refugiaban bajo el mismo techo, los subsaharianos y los magrebíes estaban separados en compartimentos distintos, con los que habían improvisado una suerte de apartamentos dentro de la fábrica. Lo cuenta Abdullah, que llegó a Barcelona hace un año tras embarcarse en una patera. Es otro de los desahuciados que ha dejado el complejo fabril esta mañana, donde ha pasado tres semanas. "Los marroquíes se peleaban entre ellos, eran agresivos y robaban móviles. Nosotros no hacemos eso. Cumplimimos con nuestra responsabilidad y luchamos contra ellos, mientras la policía estaba fuera esperando, sin hacer nada. Y, ahora que ellos están fuera, vienen a echarnos", lamenta.
La Escocesa está pendiente de transformación hace años. No existe un proyecto claro. La Asociación de Vecinos del Poblenou reclama que parte del espacio se acondicione para viviendas sociales y discutir qué se hace con el resto. "Queremos interlocución con el ayuntamiento -expresa Joan Maria Soler, vocal de la entidad-. Ha de consolidarse el mundo artístico que hay dentro, pero no ha de ser exclusivamente para artistas. Es un espacio muy grande y puede haber múltiples usos".
Engañados tras el "trabajo sucio"
Florence es uno de los artistas que ocupan estancias de La Escocesa, al margen de las que moraban los chatarreros. "Están en una situación complicada, se buscan la vida como pueden y se sienten engañados, porque los dejaron hacer el trabajo sucio de echar a los que tenían un perfil delincuencial y ahora los sacan sin ofrecerles un sitio donde ir", observa.
Florence es miembro del colectivo de artistas PEPA. Lo integra una decena de personas, que disponen de talleres en el recinto y están a la espera de otro desahucio, previsto para dentro de unos dos meses.
"Cada dos por tres viene la policía y un funcionario a decir que tenemos que irnos -asegura Sarr-. No procuran entender la situación, me pregunto dónde queda la humanidad". "Estamos a la espera de si podemos recurrir y alargar la estancia, el ayuntamiento no ha querido hablar por ahora con nosotros para buscar otro sitio", apostilla Florence.
"Los senegaleses han limpiado el espacio y han echado a los ladrones, la policía hizo el trabajo malo con la mano barata de los pobres de la comunidad senegalesa y, dos días después, vienen a echarlos", ha reprochado Tamara Zaitsva, otra creadora afincada en La Escocesa. "Ahora estábamos más tranquilas, los senegaleses nos han defendido de los chicos conflictivos", ha reconocido.
Otra vecina del entorno ha expresado que siente "miedo" al pasar por la noche frente a La Escocesa. "¿Ya la han limpiado?", preguntaba mientras la policía accedía al edificio. Un grupo de trabajadores se ha desplazado reclamado por el consistorio para tapiar la nave.
Los agentes acudieron ayer para avisar del lanzamiento, manifiesta Ansu Mani Kuyate, que se alberga en el lado de los artistas. "La policía estaba en la entrada para pedirnos la documentación. Me he ido por una salida que no conocen", ha confesado.
Uno de los residentes de la nave se ha encontrado con que los habían expulsado a media mañana, tras regresar de recoger chatarra. Ha explicado que es senegalés, tiene 25 años y vino en patera. Abandonó hace un par de semanas el instituto B9 de Badalona, donde se detectaron casos de tuberculosis y que está a la espera de que se desaloje a la multitud de chatarreros que allí malvive. "¿Cuánto ganamos? Según el día... En uno bueno, 50 euros. Y en uno malo, 10". Hoy se ha sacado 48 euros con la quincalla.
El PP y Vox celebran el desalojo
El Partido Popular y Vox se han declarado satisfechos con el desalojo de esta mañana en La Escocesa. Ambos partidos han presumido de haber advertido de la degradación y la ocupación del inmueble en los últimos días.
El presidente del grupo del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha llamado a "no bajar la guardia" y ha pedido que la policía mantenga una presencia permanente en torno al recinto para evitar nuevas ocupaciones. También ha abogado por que se derriben las partes del complejo que amenazan ruina y ha añadido que propondrá que el recinto se convierta en viviendas públicas.
Por su parte, el líder de Vox en el consistorio, Gonzalo de Oro, se ha desplazado a La Escocesa cuando el desahucio estaba cerca de finalizar. Acompañado por otros miembros de la formación de extrema derecha, algunos vecinos y artistas del edificio les han afeado que hayan acudido. De Oro ha considerado que la presión de Vox ha sido decisiva para que se acometiera la expulsión.
Asimismo, miembros de Barcelona en Comú han estado presentes durante el desalojo. Los miembros de la fuerza de izquierda han querido mostrar su apoyo a los desalojados y a los artistas que siguen en la nave. Al mismo tiempo, se han mostrado preocupados por la suerte de los desahuciados y el futuro del inmueble.
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