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84 años resistiendo

Mireia Torralba, del histórico restaurante Amaya de la Rambla: “No queremos cerrar, pero nos están ahogando”

El local se cuestiona su futuro por la bajada de ventas durante las obras del paseo y la incertidumbre sobre las terrazas cuando finalice la reforma

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Mireia, copropietaria del restaurante Amaya de la Rambla, abierto hace 84 años.

Mireia, copropietaria del restaurante Amaya de la Rambla, abierto hace 84 años. / Jordi Otix / EPC

Gisela Macedo

Gisela Macedo

Barcelona
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Con 84 años de trayectoria, el restaurante Amaya es uno de los últimos locales históricos que sobreviven en La Rambla de Barcelona. Fundado en 1941, ha pasado por tres generaciones de la misma familia hasta llegar a las hermanas Mireia y Laia Torralba. Durante los últimos años, han rechazado numerosas ofertas para vender el negocio, pero hoy reconocen que, por primera vez, se plantean escuchar las propuestas. Las obras de reforma de La Rambla, la degradación de la zona y un modelo turístico cada vez más precario, exponen, hacen peligrar la continuidad de este establecimiento de toda la vida. Mireia Torralba se muestra visiblemente desgastada, pero con la convicción de que todavía hay margen para salvar no solo su restaurante, sino también otros locales históricos que quedan en la ciudad.

El Amaya tiene 84 años y ha pasado por tres generaciones de su familia. ¿Qué significa para usted haber crecido aquí?

(Sonríe) Esto es casa. Es parte de nuestra vida. Recuerdo venir cada Navidad y Nochevieja, porque mi padre y mi abuelo tenían que trabajar en el restaurante y nos quedábamos con ellos. Mi abuelo sabía que nos encantaba la salsa de los chipirones en su tinta, nuestra receta estrella, y nos la ponía sola en un plato con arroz. También han pasado por aquí personas famosas de todo tipo: escritores, actores, cantantes… Desde Pink Floyd y Norman Foster, hasta la infanta Cristina y el entonces príncipe Felipe, Santiago Segura, Michael Douglas, Pau Donés… No acabaría nunca de contar historias del Amaya.

barcelona 1/10/2025 Barcelona Entrevista a Mireia,propietaria del restaurante Amaya de la Rambla,abierto hace 84 años. - Mireia,junto a una foto de su abuelo. AUTOR: JORDI OTIX

Mireia, junto a una foto de su abuelo. / Jordi Otix / EPC

En 2016 celebraron los 75 años con una reforma del local. ¿Qué esperaban entonces?

Aquella reforma, hace nueve años, la vivimos con mucha ilusión. La hicimos con visión a largo plazo, pensando en renovar el negocio sin que perdiera su esencia y seguir adelante. En aquel momento, decíamos: “La próxima reforma la haremos cuando cumplamos 100 años”. Ahora no sé si ese día llegará.

barcelona 1/10/2025 Barcelona Entrevista a Mireia,propietaria del restaurante Amaya de la Rambla,abierto hace 84 años.- La sala principal del restaurante Amaya. AUTOR: JORDI OTIX

La sala principal del restaurante Amaya. / Jordi Otix / EPC

En una entrevista con este diario, ese año, afirmaba que no miraban nunca las ofertas para vender el local.

No me gustaría cerrar, pero sí es cierto que cuesta mucho tirar adelante. Venimos de la pandemia y, cuando empezábamos a remontar, llegaron las obras de la Rambla; con ruido, polvo y vallas que ocupan parte de nuestra terraza. Nos están ahogando, pero lo soportaríamos mejor si al menos supiéramos qué pasará cuando acaben: si podremos tener terraza, con cuántas mesas podremos contar, en qué condiciones... Pero no lo sabemos. Hemos preguntado varias veces al Ayuntamiento de Barcelona, a través del Gremi de Restauració, y nunca nos dicen nada. La restauración en la Rambla funciona gracias a las mesas del exterior. Si no tenemos garantías sobre eso, no sabemos para qué estamos luchando.

barcelona 1/10/2025 Barcelona Entrevista a Mireia,propietaria del restaurante Amaya de la Rambla,abierto hace 84 años. - Mireia,junto a un artículo del 75 aniversario del restaurante Amaya. AUTOR: JORDI OTIX

Mireia, junto a un artículo en el que aparece el restaurante Amaya. / Jordi Otix / EPC

¿Qué es lo que más les está desgastando?

Ha habido mucha falta de consideración por parte de la administración hacia los negocios que estamos aquí. Por ejemplo, el 17 de diciembre del año pasado, empezaron a poner vallas delante de la puerta del restaurante para abrir la calzada. Los obreros trabajaron tres días, empezaron a picar y a desmontar el asfalto y después, al ser Navidad, se fueron de vacaciones y nos dejaron con todo el vallado delante de la puerta. Estuvimos así toda la campaña de Navidad, sin nadie trabajando en las obras. Eso me transmite el mensaje de que les da igual. A día de hoy, la terraza continúa sin ser un espacio atractivo para el cliente por el ruido, el polvo y las vallas que reducen el espacio de mesas y empeoran la estética. Pero, después de todo esto, llega el cobro de la tasa de terrazas y el ayuntamiento nos pide el pago del 100%. En este caso, creo que la administración podría haber tenido la consideración de reducir la cuota a los establecimientos de la Rambla afectados este año. Para ellos sería poca cosa, y para nosotros sería un gesto que díria: “Estamos a vuestro lado”. Pero no ha sido así.

barcelona 1/10/2025 Barcelona Entrevista a Mireia,propietaria del restaurante Amaya de la Rambla,abierto hace 84 años. AUTOR: JORDI OTIX

Mireia, junto a una de las vallas de obra que ocupan parte de la terraza del Amaya, en la Rambla. / Jordi Otix / EPC

¿Tiene cuantificado el impacto económico de las obras?

Ahora, con las obras, estamos muchos de los restaurantes de la Rambla con alrededor de un 70% menos de facturación. El año pasado la bajada ya fue del 30%, y previamente veníamos de la pandemia. Aún faltan dos años de obras y, cuando terminen, no sabemos qué ocurrirá. Estamos perdiendo dinero pero, si supiéramos que lo de ahora es una inversión para el futuro, aguantaríamos con otra actitud.

¿El cambio de ambiente en la Rambla también afecta a la supervivencia del restaurante?

Sí. La Rambla es mi casa, llevo paseándola de arriba abajo desde niña, y ya no es lo mismo. El ambiente se ha degradado mucho. Antes, la gente podía pasear tranquila, quienes iban al Liceu luego venían a cenar aquí… Ahora, a partir de cierta hora de la tarde, la calle está desierta. Además, durante el día hay carteristas, vendedores de silbatos, abanicos, imanes, incluso gente ofreciendo droga. Y, a mi parecer, poca presencia policial. He oído incluso a guías recomendar a los turistas que no se sienten en las terrazas de la Rambla por inseguridad.

¿Qué tipo de visitante llega ahora?

La degradación de la Rambla provoca que la gente local no venga. Ahora, lo que predomina es un turismo de baja calidad, al que le da igual dónde comer. Algunos vienen sin camiseta, en bañador, quieren comer pizza, pasta, grandes copas de sangría o jarras de cerveza de litro. No les interesa la calidad. En el Amaya tenemos las recetas de toda la vida, no hemos cambiado nuestra carta y seguimos con los platos de siempre: chipirones en su tinta, rabo de toro, kokotxas de merluza... Pero el turista de baja calidad no viene a buscar este tipo de platos.

barcelona 1/10/2025 Barcelona Entrevista a Mireia,propietaria del restaurante Amaya de la Rambla,abierto hace 84 años. AUTOR: JORDI OTIX

Mireia, en la entrada del restaurante Amaya de la Rambla. / Jordi Otix / EPC

¿Qué necesitaría la Rambla para recuperar su atractivo?

Más presencia policial, más orden, más cuidado. Está muy bien arreglar el suelo de la calle, pero necesitamos ir más allá. Necesitamos policía que llame la atención al que va sin camiseta, a los vendedores ambulantes que atosigan a los visitantes. Que la gente pueda pasear tranquilamente y tomar algo, como ocurre en Rambla Catalunya. Y también necesitamos una apuesta clara por un turismo de calidad, que atraiga a otro tipo de público. Nosotros, al igual que otros restauradores de la zona, estamos dispuestos a invertir para tener terrazas nuevas y bonitas, ya que también forman parte del paisaje de la Rambla y condicionan el tipo de público que atrae.

Si tuviera certezas sobre el futuro de la Rambla, ¿aguantaría?

Por supuesto. Si sabes para qué luchas, lo haces con ilusión. Pero no sabemos cómo serán las terrazas, cuántas mesas tendremos, ni siquiera si podremos invertir en hacerlas bonitas y atraer a un visitante de mejor calidad. Necesitamos saber qué nos encontraremos en 2027 cuando acabe la obra, para saber si vale la pena hacer el esfuerzo de sobrevivir ahora.

barcelona 1/10/2025 Barcelona Entrevista a Mireia,propietaria del restaurante Amaya de la Rambla,abierto hace 84 años.-Mireia y su hermana Laia,en un espacio mítico de restaurante. AUTOR: JORDI OTIX

Las hermanas Mireia y Laia Torralba, en el restaurante Amaya. / Jordi Otix / EPC

Más allá del Amaya, ¿qué siente al ver cerrar otros locales históricos en Barcelona?

Es muy triste. Tenemos tantos ejemplos de comercios de toda la vida que cierran... Y, cuando esto ocurre, la gente se lamenta. Pero antes nadie se pregunta: “¿Qué hizo la administración para echarle una mano?” o “¿Cuándo fue la última vez que fui?”. La realidad es que quedan pocos negocios de proximidad y es un mal que está sufriendo Barcelona: que está perdiendo las cosas de siempre y, al final, tendremos una ciudad sin espíritu, sin barrio, y el momento de evitarlo es ahora, antes de que pase. Después, recuperarlo será imposible.

Por eso, además de la ayuda de la administración, los negocios de proximidad también necesitan el apoyo de la gente de Barcelona. Que quienes venían al restaurante con sus abuelos, quienes bajan con sus familias al puerto o al Liceu, se acuerden de nosotros. Nos daría fuerzas ver que vuelve el cliente de toda la vida. De momento, el Amaya no ha cerrado y nos encantaría recibirlos con más frecuencia.

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