Debate técnico

Por qué la Via Laietana reformada no tiene árboles: de los túneles del metro al volumen de las macetas

La ausencia de vegetación en las enormes aceras surgidas de tres años de obras han sorprendido a muchos paseantes

HYPERLAPSE | Visita guiada a la nueva Via Laietana: la reforma, como nunca la habías visto

Fiesta ciudadana de inauguración de la Via Laietana

Fiesta ciudadana de inauguración de la Via Laietana / Jordi Otix

Laia Carpio

Barcelona
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La Via Laietana de Barcelona totalmente reformada se presentó al público el pasado día 29 de junio con una gran fiesta de presentación. La satisfacción de poner fin a tres años de obras en el corazón de Ciutat Vella y la expectación ciudadana quedaron un tanto enturbiadas por las quejas sobre el restrictivo carril de subida, que no podrán usar los vecinos del Gòtic ni dos buses populares, y por las protestas de patronales contrarias a esta pacificación. Pero a pie de calle y en las redes sociales, el tema estrella era otro: ¿por qué no hay árboles en las nuevas aceras XXL?

En efecto, las aceras de la nueva Via Laietana miden más de cuatro metros de anchura desde Urquinaona hasta Correos, pero no cuentan con arbolado. Ni siquiera parterres con arbustos o céspedes. Sí hay vegetación, y habrá más cuando la meteorología permita plantar con garantías, en las plazas y cruces del recorrido. Fuentes municipales detallan a EL PERIÓDICO que después del verano está prevista la plantación de árboles en la plaza del Àngel y la de Correus.

Vista de la Via Laietana el día del estreno

Jordi Otix

Para los tramos longitudinales, no obstante, no estan previstas zonas verdes de ningún tipo: ni alcorques convencionales ni soluciones innovadoras. La extrema sobriedad resultante contrasta con las coloridas recreaciones virtuales difundidas antes de las obras. Y da pie a un debate de interés para futuras remodelaciones en la ciudad, como la que tiene en perspectiva la plaza dura más famosa de Barcelona, la dels Àngels.

La profundidad del metro, una ‘tara’ de origen

Preguntada al respecto el mismo domingo inaugural, la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, justificó la falta de árboles por la poca profundidad de los túneles del metro que discurren bajo esta calle. La línea amarilla, la L4, es una de las más antiguas de la capital y este tramo se construyó durante la propia apertura de la Via Laietana, una calle creada de cero a través del Pla Cerdà y ejecutada mediante derribos y expropiaciones entre 1908 y 1913. De hecho el corredor subterraneo se pensó para trenes, pero acabó destinado al metro en los años 20.

Fiesta ciudadana este domingo para estrenar la Via Laietana

Fiesta ciudadana este domingo para estrenar la Via Laietana / Jordi Otix

“La apertura de la vía Laietana ya fue un trauma en el siglo XX”, afirma Xavier Cordomí, investigador, presidente de la Comissió de Festes de Sant Roc de la Plaça Nova y vecino de Ciutat Vella. Este eje de ciudad cortó el paso natural de los habitantes del barrio Gòtic hacia el nucleo de Santa Caterina, al que acudían a menudo para comprar en el mercado. El abuelo de Cordomí trabajó en la construcción de los túneles del metro de la L4, por lo que este activista cultural conoce de cerca las virtudes y defectos de esta avenida.

Priorizar la superficie libre para los peatones

Guim Costa, decano del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC), respalda el argumento municipal sobre la excesiva proximidad del metro. Y añade que las raíces de los árboles podrían enredarse con los cables de telefonía móvil y provocar atascos en la red de alcantarillado de la ciudad.

La única alternativa sería plantar en superficie, es decir, instalar grandes maceteros o parterres sobre las nuevas aceras. Aunque Costa recuerda que Cerdà, en su diseño de ciudad, recomendaba que hubiera al menos un árbol cada ocho metros, contrapone que la nueva Via Laietana prioriza la fluidez de los peatones y estos elementos de jardinería reducirían el espacio ciudadano. Además, añade, “la amplitud de la acera facilita el paso a las personas con discapacidad”.

¿Y por qué no macetas?

Jaime Palomera, director del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA), discrepa sobre el impacto de instalar vegetación superficial. Asegura que “existen opciones de mobiliario urbano, como jardineras elevadas con arbustos pequeños, bancos con vegetación incorporada o jardines verticales en las fachadas”, que pueden “contribuir a combatir el calor en verano y el calentamiento del espacio público”.

El instituto Poeta Maragall, en Enric Granados con Provença, con un espacio para proteger a los alumnos de la calzada

Ejemplo de mobiliario urbano con vegetación frente al instituto Poeta Maragall, en Enric Granados con Provença / Jordi Cotrina

Palomera pone el ejemplo de la calle Enric Granados, donde ya se han utilizado estos recursos que “refrescan el aire y aportan una imagen más estética”. Incluso remarca que no se tienen que plantar árboles; los arbustos de plantas mediterráneas que son robustas al sol, como el romero, cumplirían esta función.

El factor verde puede ser relevante para que Via Laietana gane atractivo y calidad comercial, un objectivo colateral de la reforma. “El eje cívico nos da también el punto de partida para trabajar para que sea también un eje económico”, anticipó Laia Bonet en la inauguración. Xavier Cordomí se muestra crítico con la estética gris de las nuevas aceras, porque considera que la vía “no mejora en cuanto a imagen, porque no invita a pasear, y entonces los comercios tradicionales no son tan atractivos”.

Aunque otros vecinos de Ciutat Vella como Bernat, que también forma parte de la Comissió de Festes de Sant Roc de la Plaça Nova, agradecen la nueva amplitud de la acera, Cordomí hubiera preferido “cerrarla totalmente el tránsito”. “Es una obra bien intencionada que buscaba soluciones para una vía también bien intencionada en su momento, pero con una solución mal diseñada”, sostiene.

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