Sentencia

Barcelona regulará de nuevo los locales de juegos de azar tras un varapalo del Supremo

El gobierno Collboni suspende licencias durante un año para poder redactar un plan que sustituya al aprobado en época de Ada Colau

Barcelona mantiene las mismas salas de juego que en 2019 por su normativa restrictiva

Badalona sigue la estela de BCN y también restringe las salas de juego

Partida de bingo en un casino de Barcelona.

Partida de bingo en un casino de Barcelona. / FERRAN NADEU

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

Barcelona
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El Ayuntamiento de Barcelona maniobra para mantener las restricciones vigentes a los locales de apuestas tras una sentencia firme del Tribunal Supremo. La justicia anula parcialmente el Plan Especial Urbanístico que el consistorio aprobó en 2021 y que limita las zonas en las que se pueden instalar este tipo de locales, por ejemplo cerca de colegios y hospitales, para luchar contra la adicción al juego.

Para evitar "un vacío normativo", el gobierno de Jaume Collboni (PSC) se ha apresurado a dictar una suspensión de licencias para la implementación de nuevas salas de juego, bingos y casinos en toda la ciudad. Es de aplicación inmediata desde este viernes y tendrá una vigencia de un año, prorrogable a un segundo. Mientras, el consistorio prevé redactar y llevar a aprobación inicial una nueva regulación "con plenas garantías jurídicas".

Contención sin decrecimiento

Los artículos suspendidos por el Supremo se referían concretamente a la prohibición de instalar establecimientos de juego a menos de 800 metros de centros educativos y a menos de 450 metros de espacios sensibles como centros sanitarios o equipamientos para jóvenes. El tribunal recrimina que los requerimientos a las empresas deben ser "justificados, proporcionales y respetuosos con los principios de libre mercado y libertad de establecimiento".

La norma municipal se aprobó hace cuatro años por amplia mayoría, con los votos a favor del gobierno de BComú-PSC y los de ERC y Junts, y la abstención de Cs, PP y la Barcelona pel Canvi de Manuel Valls. Se había empezado a preparar en 2019 con una primera suspensión de licencias durante el segundo mandato de Ada Colau en la alcaldía. En 2023 el consistorio de Bcomú y PSC presumía de haber logrado frenar la apertura de más salas, sin llegar a la reducción inicialmente pretendida. El crecimiento cero de los 51 negocios barceloneses contrastaba con la dinámica contraria en Madrid, donde habían abierto medio centenar en tres años y ya había 428.

Legitimidad y proporcionalidad

La restricción se judicializó rápidamente y ha pasado por un largo periplo judicial. La primera teniente de alcaldía Laia Bonet ha subrayado que "la sentencia reconoce la legitimidad del Ayuntamiento para regular" este campo, pero "pide una fundamentación más detallada de algunos aspectos y ajustarse a la normativa del sector". Preguntada por si se podrá mantener un radio sin apuestas alrededor de ciertos equipamientos sensibles, la mano derecha de Collboni ha evitado promesas tajantes: "Los servicios jurídicos están analizando exactamente cuál es la traducción de la sentencia, qué aspectos hay que reforzar y qué garantías jurídicas debemos dar". Aún así, ha recalcado que el objetivo municipal sigue siendo "proteger la salud de los jóvenes, los niños, los adolescentes y las personas vulnerables". "Hemos de poder restringir esta actividad en la ciudad", ha insistido.

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