Paquete de ayudas

El Plan de Barrios de Barcelona compromete más de 40 millones en la franja del Besòs hasta 2028

Los fondos para la Zona Nord, el Besòs i el Maresme y Trinitat Vella, Baró de Viver y Bon Pastor prevén costear medidas comunes en vivienda, ocupación y espacios públicos, entre otras materias

Barcelona aterriza su tercer Plan de Barrios con 315 actuaciones en siete distritos

Bloques de vivienda y un parque infantil en el Besòs i el Maresme, en Barcelona.

Bloques de vivienda y un parque infantil en el Besòs i el Maresme, en Barcelona. / RICARD CUGAT

Jordi Ribalaygue

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Barcelona
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Algo más de una décima parte de los 300 millones de euros que el Ayuntamiento de Barcelona compromete en el nuevo Plan de Barrios se destinan a la franja de la capital pegada al Besòs. Corredor habitual de la vulnerabilidad metropolitana, el extremo que bascula hacia el río alberga la sección censal donde menos renta se declara en la ciudad (ocurre en calles del Besòs i el Maresme) y el vecindario con el promedio de ingresos más bajo (sucede en Ciutat Meridiana). Aunque actualizados con datos de 2022 recién publicados, ambos pésimos registros se repiten desde hace años. Las medidas de rescate para los barrios depauperados de la urbe destina algo más de 40 millones hasta 2028 al flanco que colinda con las poblaciones del Barcelonès Nord.

Las ayudas extraordinarias para el ala septentrional de Barcelona se estructura en cuatro paquetes. El consistorio los está desgranando estos días sin grandes alardes ni presentaciones públicas por cada uno de ellos, despachándolos a través de notas de prensa a modo de resumen. El programa mejor dotado es el que se articula para el barrio del Besòs i el Maresme, con algo más de 15 millones de euros en inversión prevista. Le sigue el que agrupa a Trinitat Vella, Bon Pastor y Baró de Viver, con 14,5 millones. El de la Zona Nord (Ciutat Meridiana, Torre Baró y Vallbona) amasa 11,3 millones de euros, mientras falta por precisar los fondos y su destino en la Verneda i la Pau, el último vértice que completa los auxilios dirigidos de una punta a otra de la línea con que el Besòs cierra la capital.

Los planes contienen políticas comunes en educación, espacio público, vivienda, salud, ocupación y adaptación a la emergencia climática, aparte de otras específicas. El gobierno municipal señala que, en esta edición de la línea de ayudas para 27 barrios de Barcelona, se priorizan los proyectos para adolescentes, ancianos, mujeres e inmigrantes. “Destacan por algunos indicadores de vulnerabilidad que superan de mucho la media de Barcelona” y que, a su vez, “superan la media del resto de la población del propio barrio”, subraya el ayuntamiento.

Acento en la enseñanza

La educación es uno de los vectores donde más se incide en cada barrio. Se prevén remodelaciones en centros educativos del Besòs, continuando las obras en la escuela Prim, reformando los colegios Eduard Marquina y Concepció Arenal y culminando la construcción de la recuperada escuela de adultos, así como redactar el proyecto de la guardería municipal pendiente en el barrio. En la Zona Nord, se programan adaptaciones en los nuevos institutos escuela, incluido el traslado del centro de formación de adultos de Ciutat Meridiana al antiguo colegio de educación especial Sant Joan de la Creu.

Viviendas de Torre Baró, en Barcelona.

Viviendas de Torre Baró, en Barcelona. / MANU MITRU

El Plan de Barrios financia programas de refuerzo y apoyo educativo en los barrios de la franja del Besòs, algunos ya existentes. Entre ellos, figuran líneas para encaminar a jóvenes hacia estudios superiores, formación artística, actividades extraescolares de carácter cultural y científico y también de refuerzo de la lectura y la escritura en catalán. También promueve actividades extraescolares en algunos espacios -como el complejo deportivo Francesc Abad o la biblioteca Baró de Viver- y de aprendizaje de los familiares de los alumnos, sobre todo para enseñar el castellano y el catalán a inmigrantes y socorrer en la crianza.

Las obras en el espacio público ponen el foco en crear nuevos espacios para socializar y mejorar la accesibilidad. En Trinitat Vella, se remodelará el Camí del Rec, se pacificará la calle Palafrugell en el acceso al instituto escuela Rec Comtal y se afrontará la primera fase del parque del Camí de Ronda; en Baró de Viver, se reurbanizará el paseo Santa Coloma y se rehará el muro de la memoria, mancillado por una multitud de pintadas desde hace años.

En la Zona Nord, se aspira a que remontar las cuestas a pie y en transporte público resulte menos complicado en ese sector accidentado de Nou Barris. Habrá obras en la calle Sant Feliu de Codines y en el torrente de Font Magués, que enlaza con el parque central de Torre Baró. En el Besòs i el Maresme, se espera que se inicie una nueva fase de la reurbanización de la calle Alfons el Magnànim y acondicionar locales adquiridos por el consistorio para proyectos sociales.

Rehabilitaciones atascadas

En vivienda, se anteponen los proyectos de rehabilitación, encallados en barrios como el Besòs i el Maresme en los últimos años, que acusan lentitud y encaran el riesgo de perder subvenciones de la Unión Europea. En paralelo, el ejecutivo municipal planea programas que ponen el acento en afianzar la convivencia y las relaciones entre vecinos, centrados en mayores, inmigrantes y personas amenazadas por la soledad.

Bloques de viviendas en el Bon Pastor, en Barcelona.

Bloques de viviendas en el Bon Pastor, en Barcelona. / RICARD CUGAT

Asimismo, el Plan de Barrios pretende incrementar los espacios para jóvenes, con un nuevo local en la Zona Nord, reformando el centro deportivo municipal Trinitat y ampliando el área que se les brinda en el centro cívico del Besòs i el Maresme, aprovechando el traslado de la biblioteca al futuro edificio Jordi Solé Tura. En Ciutat Meridiana y su entorno, se abordará el acompañamiento a jóvenes inmigrantes no acompañados sin papeles

En Bon Pastor y Baró de Viver, se diseña un proyecto para fomentar el canto y la danza entre adolescentes y jóvenes de hasta 35 años. Aparte, se vislumbra rehabilitar la Casa Enric Sanchis y acabar la adaptación del pasillo de la Trinitat Vella para usos comunitarios.

Los paquetes de auxilios enumeran distintos programas de ocupación; por ejemplo, para contratar trabajadores para hacer mantenimiento de zonas verdes y parterres en Ciutat Meridiana o cuidar de ancianos solos. También se ofrecerá formación prelaboral para personas en situación de vulnerabilidad, proyectos de segundas oportunidades para jóvenes y planes para atenuar el peligro de pobreza en mujeres, respaldándolas con servicios como el de canguro municipal.

A margen, se prevé habilitar una zona de sombras frente al calor en torno al instituto Barri Besòs e instalar placas fotovoltaicas en el Campillo de la Virgen, en Torre de la Baró. De ese modo, se busca producir energía de provecho para equipamientos públicos y que abastezca también a los vecinos, en especial a hogares con ingresos reducidos.