Patrimonio

Barcelona restaura el palacio del Marquès d'Alfarràs en el laberinto de Horta y lo abre por primera vez al público

El ayuntamiento ofrece visitas guiadas gratuitas y previa inscripción a partir de este domingo al edificio monumental que se hallaba en estado ruinoso

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La fachada del palacio del Marquès d'Alfarràs, en los jardines del Laberint d'Horta, en Barcelona.

La fachada del palacio del Marquès d'Alfarràs, en los jardines del Laberint d'Horta, en Barcelona. / MAR ARMENTEROS

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Barcelona
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Barcelona oculta un palacio de inspiración árabe que, a primera vista, bien podría pasar por ser parte de la Alhambra de Granada o el Alcázar de Sevilla. Se trata del palacio del Marquès d’Alfarràs, una construcción tirando a desconocida y al margen de las rutas turísticas, escondido en los jardines del Laberint d’Horta. El edificio con orígenes milenarios se abre por primera vez al público este domingo, después de que el ayuntamiento haya destinado 4,7 millones de euros para rescatarlo del deterioro tras unos dos años de obras.

El consistorio programa desde este fin de semana unas visitas guiadas gratuitas cada domingo y cada miércoles, con un pase a las 10:30 y otro a las 12:00 horas, a las que es necesario inscribirse antes de asistir. Los días elegidos coinciden con las jornadas de la semana en que la entrada al jardín es libre. La coincidencia brinda la ocasión de zambullirse en el parque que ocupa 10 hectáreas y sus interioridades.

“El palacio es la pieza clave del laberinto”, define Izaskun Martí, la directora técnica de Parques y Jardines de Barcelona. La génesis del monumental recinto se remonta al siglo XI, de cuando data la atalaya desde la que se avizoraba la ciudad medieval y que fue el antecedente sobre el que se cimentó el inmueble ahora existente. La llamada Torre Sobirana está declarada Bien Cultural de Interés Nacional, el máximo rango de catalogación que obliga a una conservación íntegra.  

Interior del palacio del Marquès d'Alfarràs, en Barcelona, que abre sus puertas por primera vez al público.

Interior del palacio del Marquès d'Alfarràs, en Barcelona, que abre sus puertas por primera vez al público. / MAR ARMENTEROS

Tras encadenar vicisitudes, el palacio comenzó a erigirse en el siglo XVIII, concebido por Joan Antoni Desvalls, marqués de Alfarràs, artífice también del laberinto. El consistorio es el titular de la propiedad desde 1968 y se han restaurado más de 3.000 metros cuadrados para permitir el acceso.

Cuatro décadas sin reforma

Martí explica que la finca “estaba muy dañada” porque ha permanecido vacía desde que el consistorio la adquirió hace casi 60 años. “Había techos caídos y goteras, era un edificio en ruinas”, admite. Además, no se sometía a reforma desde la década de los 80 del siglo pasado, cuando se rehízo el ala derecha, que alberga un centro de formación en jardinería, agricultura y biodiversidad. El ayuntamiento sopesa con qué ocupar el resto de las salas, desiertas.

Un detalle de las pinturas del interior del palacio del Marquès d'Alfarràs, en Barcelona.

Un detalle de las pinturas del interior del palacio del Marquès d'Alfarràs, en Barcelona. / MAR ARMENTEROS

Las reparaciones en el palacio son parte de una recuperación más amplia de los jardines del Laberint d’Horta. Precisamente, el laberinto empezó a reconstruirse en marzo con la plantación de 2.211 cipreses. Miden de 1,50 a 1,75 metros de altura y se extienden a lo largo de un kilómetro y medio de recorrido.

Mientras se recompone, el laberinto permanece cerrado. Se prevé que la remodelación se prolongue durante un año. Luego habrá que dar tiempo a que la vegetación arraigue, lo que Martí calcula que requiera un año más de espera. Las labores se presupuestan en 1,32 millones de euros.