Entrevista
Albert Batlle: "El negocio criminal de la droga origina toda la actividad delictiva"
El teniente de alcalde de seguridad de Barcelona asegura a EL PERIÓDICO que "la colaboración entre Guardia Urbana y Mossos siempre ha sido buena pero ahora es óptima"
Barcelona cierra el primer club cannábico en su cruzada contra la droga
Batlle denuncia una campaña contra la imagen de Barcelona: "No es cierto que no se pueda entrar en el Raval"

Manu Mitru


Germán González
Germán GonzálezPeriodista.
Soy licenciado en Historia y Periodismo. Hace casi 30 años que me dedico a informar. He pasado por varios medios y he sido profesor de Derecho a la Información en la UIC durante una década.
Pocos días después de conocerse el descenso un 16% de los delitos en Ciutat Vella y a poco de dar luz verde casi definitiva a la modificación de la ordenanza de convivencia, el teniente de alcalde de Prevención, Seguridad, Convivencia y Régimen Interior del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle (Barcelona, 1953), recibe en su despacho a EL PERIÓDICO.
Las cifras de delincuencia en Barcelona bajan, hay cada vez menos narcopisos y se ponen las medidas para acabar con la reincidencia. Pero la sensación de inseguridad persiste en la ciudad.
Siempre hay que ser prudente con las cifras sobre seguridad. Todavía no hemos de sacar pecho del descenso de delitos. Hay un punto de inflexión desde el año pasado, pero tenemos que esperar que se consolide en el próximo periodo. La Junta de Seguridad del próximo julio previsiblemente confirmará que estamos en bajada de hechos delictivos, aunque eso no viene acompañado de una mejora de la percepción de seguridad. Estoy de acuerdo con la frase que la seguridad objetiva no existe, por lo que cada uno percibe la seguridad o inseguridad a su manera. Por eso la inseguridad subjetiva acaba primando.
La sensación de inseguridad que percibe el barcelonés persiste, pese al descenso de delitos.
Estamos sometidos a la dictadura de las redes. Si nos fijamos en los datos objetivos de los responsables policiales, de seguridad, de los sociólogos y de los juristas, entonces estamos en un buen momento. Si nos guiamos por los opinadores de las redes esto no hay quien lo arregle. Por eso tenemos que abstraernos del ruido y centrarnos en la pedagogía, en explicar bien lo que estamos haciendo. Lo que importa es estar convencidos de que estamos en el camino que hemos de estar.

Albert Batlle / Manu Mitru
¿Qué causa el descenso de delitos?
En el último periodo hemos incrementado los efectivos policiales en la calle, tanto de la Guardia Urbana como de los Mossos d'Esquadra, además hay más colaboración entre los cuerpos y también con la Guardia Civil y la Policía Nacional, cada una en sus competencias asignadas. Hay más coordinación con la judicatura y la Fiscalía y hubo una modificación del Código Penal, que algunos consideramos insuficiente, pero que hace su recorrido. También se ha mejorado la Planta Judicial en Barcelona para luchar contra los atascos al judicializar hechos delictivos. Todos estos factores explican esta mejora objetiva de la delincuencia pero hay que seguir trabajando ante las amenazas del entorno.
Aún así hay percepción de inseguridad.
Hay fenómenos, como la pobreza o situaciones personales que también influyen en esta percepción. Veremos lo que dicen los próximos barómetros, pero hay quien dice que la preocupación de la ciudadanía ya no es la seguridad sino la vivienda, lo que puede crear más angustia y sensación de inseguridad al no saber si se podrá pagar un alquiler pese a ganar un salario digno.
"La preocupación principal de la ciudadanía ya no es la seguridad sino el acceso a la vivienda"
Más presencia policial en las calles suele frenar la percepción de inseguridad.
Es uno de los objetivos que nos marcamos y el propio jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, insistió en ello: la visibilización de la policía por parte de la ciudadanía patrullando por la calle. Hemos de seguir por este camino sin abandonar las tareas de investigación, que requieren de policías no uniformados. Se debe combinar. Además, tenemos un excelente modelo de formación de nuestros agentes en el Instituto de Seguridad Pública, que reciben todos los aspirantes que ingresan en Mossos y policías locales.
Hace un año se anunció una treintena de cierres de clubs cannábicos. ¿Cómo está ese proceso?
Es lento, ya que somos deudores de un sistema muy garantista. Recientemente, hemos cerrado el primero. Pero está claro que la guerra contra estos clubs continua. Tienen buenos abogados que recurren todas las decisiones administrativas, lo que ralentiza el proceso. Esto puede exasperar a la ciudadanía, además de exasperar a los responsables políticos y policiales, pero son las servidumbres del estado de derecho. Pese a esto, persistimos en este camino de guerra contra la droga. Los clubs cannábicos son una parte de esta lucha porque el origen de toda la actividad delictiva es el criminal negocio de la droga.
¿Cómo se concreta esta lucha?
Tenemos muchos mecanismos: la lucha contra los narcopisos, contra el comercio ilegal de droga, contra los grow shop, contra los clubs cannábicos... Todo forma parte de la misma batalla, que tiene diversos frentes.

Albert Batlle, entrevistado por EL PERIÓDICO / Manu Mitru
Una de las herramientas para combatir la multirreincidencia es la incorporación de la Urbana al Sistema de Registros Administrativos de Apoyo a la Administración de Justicia (SIRAJ). ¿Cuándo se hará efectivo?
Poco a poco vamos accediendo a la base de datos y en breve tendremos la plena incorporación en este sistema. Tanto en general como en dos temas que nos preocupan especialmente: el servicio de protección a las víctimas del delito y la atención a los detenidos, en el que ya estamos con los Mossos.
Como concejal de Ciutat Vella, ¿reforzará la seguridad los meses de verano, cuando hay más turistas?
Ciutat Vella tiene una fuerza policial dimensionada desde hace tiempo y se incrementa en función de las actividades de todo tipo que se producen, sean sociales, económicas o de concentraciones de personas. Desde hace tiempo, la presencia de turistas en Barcelona está desestacionalizada: llegan todo el año y no sólo en verano. El factor estacional en Ciutat Vella son las playas y por eso lucharemos contra el incivismo y la delincuencia de baja intensidad que se produce en el frente marítimo, pero la lucha contra la delincuencia en el distrito es continua durante todo el año.
Los delitos han bajado un 16% en Ciutat Vella en los primeros cuatro meses del año.
Ha sido una gran actuación policial, por lo que estoy muy agradecido a la Guardia Urbana, a los Mossos y a otras policías, además de que las modificaciones legales introducidas también son una lucha contra la sensación de impunidad, que es lo que más desespera a la ciudadanía y a los responsables políticos. Ahora ya empieza a haber la percepción entre los propios criminales de que delinquir en Barcelona ya no sale tan barato como salía hasta ahora. Ya hay ingresos en prisión.
"Luchamos contra el incivismo y la delincuencia que se produce en el frente marítimo"
Tras años de suspicacias, el verano pasado empezó una nueva etapa de colaboración entre Mossos y la Urbana.
Una de las primeras determinaciones que tomamos cuando la consellera d'Interior, Núria Parlon, ocupó su puesto fue recuperar los patrullajes conjuntos entre los dos cuerpos policiales para luchar contra el narcotráfico y la multirreincidencia. Destinamos 60 agentes de cada cuerpo a trabajar de forma coordinada. Es un hecho importante. La colaboración entre Mossos y Guardia Urbana siempre ha sido buena, pero yo creo que ahora es óptima. Es una relación que va desde mandos hasta agentes que trabajan a pie de calle en las diferentes unidades de los dos cuerpos. Se ha producido una mejora de coordinación que ofrece muy buenos resultados en la lucha contra la delincuencia.

Albert Batlle / Manu Mitru
La ordenanza de civismo sigue a la espera de aprobarse. El gobierno tiene lista su propuesta y los grupos han presentado sus enmiendas. Falta la votación. ¿Se llevará a aprobación inicial este junio o ya será en julio?
Mi idea es llevarla a la comisión de Presidencia del próximo mes, aunque si podemos avanzar y hacer una comisión extraordinaria lo haremos. Cuando tengamos la oportunidad de dar luz verde a la tramitación lo haremos. Hemos dialogado con todos los grupos, principalmente con el más importante de la oposición, que es Junts. Hemos aceptado las enmiendas y observaciones que nos han hecho. Soy consciente de que hay elementos laterales que también influyen en la posición de cada grupo sobre este tema, pero soy optimista. Hay una voluntad de colaboración y creo que tendremos luz verde. Tras la aprobación inicial habrá un periodo de enmiendas y nos iríamos a la aprobación definitiva a final de año.
Barcelona necesita esta modificación, la ordenanza vigente está obsoleta.
No es una ordenanza nueva sino que es una modificación de la que teníamos de 2005. Somos todos conscientes de que ha envejecido y ha envejecido mal. La ordenanza es anterior a la ley de Seguridad Ciudadana, lo que no deja de ser un contrasentido, y está superada en muchos aspectos por esta norma.
Regula la convivencia y por eso usted apela a los grupos a llegar a un acuerdo.
Todos nos hemos de conjurar para sacar adelante esta reforma y luchar contra la impunidad de las conductas incívicas. Entre todos debemos eliminar obstáculos que frenen su aprobación. Espero poder hacerlo en las próximas semanas.
"Haremos una campaña de difusión de la ordenanza del incivismo y de las sanciones de los que la incumplan"
¿Las conductas incívicas generan inseguridad? No son exactamente lo mismo.
En el análisis de la seguridad influye de forma muy importante el incivismo. Una situación de malestar general en la sociedad tiene un reflejo en la percepción de seguridad. Por eso, hemos de apelar mucho al civismo. Una vez tengamos la modificación de la ordenanza aprobada nos planteamos una amplia campaña de civismo, para explicar las normas y también las sanciones a las que se exponen los incumplidores. El civismo se lleva, no hace falta predicarlo, pero está claro que se necesita una campaña de difusión.
Hace más de un año el consistorio anunció que aplicaría un nuevo sistema para identificar los grafitis de un mismo autor y facilitar así su búsqueda y si procede sanción. ¿Se ha llegado a poner en marcha?
La única novedad es la presión intensa. Aquí ha habido cierta dejadez para corregir este tipo de comportamientos. Se han usado eufemismos como 'arte urbano' y se tendría que haber definido lo que es 'arte urbano' y lo que es ensuciar paredes. Se están empezando a imponer sanciones pero es una actividad de difícil corrección, ya que el infractor no la comete ante la policía. Pese a esto, seguimos presionando para acabar con esta práctica incívica.
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