Retirada subterránea
Los fallos en la recogida neumática se cronifican en Sant Martí: “Buscamos contenedores para tirar la basura”
Entidades vecinales reclaman soluciones urgentes al Ayuntamiento de Barcelona ante los colapsos y los malos olores que reaparecen en distintos puntos, mientras algunos edificios renuncian a seguir usando el sistema debido a sus averías
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Buzones cerrados con cinta aislante por los vecinos en la plaza Ramon Calsina por una avería en la recogida neumática, en Barcelona. / JORDI OTIX


Jordi Ribalaygue
Jordi RibalayguePeriodista
Periodista especializado en información local de Barcelona y el área metropolitana. Ha trabajado en El Mundo, EFE, Público, Ara, Tot Barcelona y medios locales de Sant Adrià de Besòs y Badalona. Ha colaborado en la redacción del libro 'Objectiu Venus', sobre el barrio de La Mina.
Una señora baja con la basura de casa y la arroja al cúmulo de desperdicios que se amontona en torno a tres buzones de recogida neumática, en la Gran Via a la altura de Selva de Mar, en Barcelona. “Es que están llenos”, se excusa señalando las bocas por las que las bolsas asoman. “Pasa muchas veces y la calle queda echa un asco”, se queja. “Los vecinos que viven justo arriba están hartos: malos olores, bichos… Y da muy mala imagen”, resuelve otro vecino que observa el desaguisado. “A menudo los barrenderos han de retirar las bolsas a mano, pero las cañerías siguen sin absorber bien: quizá quedan libres un par de metros, se vuelven a llenan y la basura se desborda otra vez”, resume otro. “Pasa casi cada fin de semana”, apunta una vecina que reside entre Espronceda y Bilbao, donde más desechos se acumulaban la semana pasada fuera de los sumideros. “No he notado plagas, pero sobre todo el problema es el olor”, confiesa.

EP
Las estampas, tomadas al vuelo en el barrio de Provençals no hace ni una semana, se repetían este lunes en el Poblenou. Al igual que hace unos días en la Gran Via, varios aliviaderos rebosaban esta mañana, incapaces de tragar más en puntos de las calles Bilbao y Ramon Turró. La incidencia es caprichosa porque, en apenas unos pocos metros de distancia, era fácil toparse con depósitos grises y de materia orgánica saturados hasta derramar el contenido y otros que siguen vertiendo sin obstáculo aparente al sistema de evacuación subterráneo, extendido en distintas zonas de Sant Martí, donde las averías y los atascos menudean.
El Ayuntamiento de Barcelona responde que detecta “desbordamientos puntuales” en el distrito y que “se está adaptando el sistema para evitarlos”. Alega que, “hace poco más de un año, se realizó un cambio de proveedor del vaciado y mantenimiento de los buzones” y que “ha implantado un sistema inteligente” para la descarga y el cuidado de los depósitos, que terminó de desplegarse en febrero.

Un cartel colgado por los vecinos que advierte de una avería en unos buzones de recogida neumática en la plaza Ramon Calsina, en Barcelona. / JORDI OTIX
Escombros desparramados
Entidades vecinales urgen soluciones al consistorio. “Va a semanas, pero la mayoría de las veces no funciona”, asegura Edorta Moreno, portavoz de la Asociación Amics de la Gran Via. Muestra las bocas repletas y los escombros desparramados en la acera. “La basura tiene que estar por el suelo para que vengan a recogerla -lamenta-. Pasa a diario que deban retirarla manualmente. Los días del puente fueron especialmente problemáticos: se la llevaban pero al poco rato volvíamos a estar igual”.
“Cada semana se acumula basura en el suelo y ya hace mucho que pasa”, coincide Joan Maria Soler, vocal de la Asociación de Vecinos del Poblenou. “Provoca peste y es un problema de salud”, advierte. El gobierno del alcalde Jaume Collboni indica que “ahora el sistema recoge todos los buzones una vez al día, siempre de forma programada”. Sostiene que, “cuando los sensores detectan que los buzones están llegado al máximo” de su capacidad, “se hace un vaciado a demanda allá donde es necesario”.

Puntos de recogida neumática desbordados en la Gran Via, en Barcelona. / JR
Aparte, Soler menciona que perdura el hedor que emana de la central a la que se canalizan los desechos mediante aspiración, en la Diagonal con Bilbao. La pestilencia procedente de la planta ya causó malestar el verano pasado. En septiembre se adquirieron unos filtros para tratar de acabar con la molestia. “No fueron efectivos, bajó la intensidad pero no desapareció y ahora el mal olor sigue siendo bastante asiduo”, afirma Soler.
El ejecutivo municipal admite que la central vuelve a apestar. Expresa que los filtros volverán a cambiarse y la sustitución se avanza de septiembre a julio. Cita también que las puertas de la instalación solo se abren para recoger el contenedor, se adelanta la recogida a las 07:00 horas y se refuerza la limpieza para minimizar el estorbo. A su vez, reconoce que estudia “soluciones estructurales” para poner fin al hedor. “Es necesario un dictamen del estado de la central en profundidad, los parches ya no funcionan”, previene Soler.

Trabajadores de limpieza retiran desechos arrojados fuera de unos buzones atascados de la recogida neumática, en Barcelona. / CEDIDA
Conductos congestionados
Los conductos de recogida también se han atrancado en algunas comunidades de vecinos en las últimas semanas. EL PERIÓDICO ha detectado al menos dos casos.

Muebles y otros residuos acumulados fuera de los buzones de recogida neumática, en Barcelona. / JR
Mar vive en Diagonal Mar, donde han pasado 16 días con un tapón de basura en los conductos de la entrada de su edificio. “Hemos estado dos semanas llamando y no venían -protesta-. La semana pasada avisamos que había un problema de salubridad por la mala gestión del servicio. El atasco conlleva todo lo demás: malos olores, bichos que salen cuando las cañerías se taponan, moscas en el portal… Es horroroso”.
Mar apenas recuerda una sola incidencia antes de que se hicieran habituales a partir de la primavera de 2024. Coincide con el cambio de la empresa encargada de la retirada neumática en Sant Andreu y Sant Martí. Urbaser, a quien el ayuntamiento tiene adjudicada la limpieza de ambos distritos, pasó de subcontratar a Envac a confiar en URD. “Pueden venir a arreglarlo y, a los dos días, vuelve a atascarse”, manifiesta Mar.

Un cartel pide no dejar basura fuera de los buzones de recogida neumática en la calle Bilbao, en Barcelona. / JR
“La empresa responde, pero el sistema sigue fallando”, observa Pilar, residente en un inmueble del Poblenou que también encadena contratiempos con el servicio. “El verano pasado tuvimos muchos problemas -relata-. Los buzones estaban llenos y no venían a vaciarlos. Ahora responden más rápido, pero es fácil que los buzones se taponen, tenemos mucho mal olor y hay unas moscas pequeñas”.

Unos contenedores de la recogida neumática saturados en la calle Lope de Vega, este lunes en Barcelona. / JR
Prescindir de los buzones
Pilar comenta que la comunidad ha decidido prescindir de los cajones de la neumática del bloque y no usarlos más. “Buscamos contenedores para tirar la basura. Yo aprovecho cuando voy al tranvía”, explica la vecina, que apostilla que ya han cerrado por su cuenta algunas de las bocas del edificio con plásticos. “Nuestra administradora preguntó al ayuntamiento por si podían sellarlas pero dijeron que no lo hacían”, agrega. En la escalera de Mar, también han planteado al gestor si se puede clausurar e inhabilitar la compuerta del interior del portal. “Solo da problemas. Ahora estoy llevando la basura a unos contenedores que están cerca”, expone.

Un buzón de recogida neumática de materia orgánica lleno y desbordado en el Poblenou, este lunes. / JR
La Asociación de Vecinos del Poblenou ha reclamado un encuentro monográfico sobre los problemas de la neumática al consistorio. Por su parte, Amics de la Gran Via se ha citado con cargos del distrito este jueves. La asociación pide recuperar contenedores convencionales de todas las fracciones, una campaña informativa sobre los horarios para deshacerse de los despojos y poner cámaras de seguridad y agentes cívicos con capacidad de multar para combatir el incivismo. Representantes municipales ha alegado a menudo que las tuberías han solido dañarse al tirarse material indebido, como cristales, restos de obras u objetos voluminosos.
“La principal medida es arreglar el sistema”, esgrime Moreno. El ayuntamiento tiene pendiente una auditoría en profundidad de la red, que anunció en octubre pasado al frecuentar los fallos. El ejecutivo informa de que este julio comenzará a mejorar los puntos de recogida de la neumática en el distrito, que se alargará hasta enero de 2026. "Se repintarán o se plastificarán para evitar la corrosión y se mejorarán las tapas, la rotulación, etcétera", destaca.
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