Movilidad
Unas obras en el metro de Barcelona cortarán la L4 y la L11 durante todo julio y agosto
La renovación de seis kilómetros de vías, que supondrán una inversión de 20 millones de euros de TMB, y las obras de señalización a cargo de la Generalitat afectarán por tercer año consecutivo a la línea amarilla
El metro de Barcelona vivirá otro largo corte en la L4 este verano
Pacto para la llegada de la L4 del metro a la Sagrera y doblar el recargo de la tasa turística en Barcelona

La estación de Verdaguer de la L4, en una imagen del otoño pasado / Victòria Rovira


Pau Lizana Manuel
Pau Lizana ManuelPeriodista
Las afectaciones del verano en la red de metro de Barcelona ya son un clásico del periodo estival en la capital catalana. "Llega el verano y llegan los cortes", ha bromeado el consejero delegado de TMB, Xavier Flores, que ha asegurado que esto implica que la empresa municipal "sigue trabajando por dar un servicio que está la altura". Sea como fuere, este verano vuelven a verse afectados los usuarios de la L4, que por tercer año consecutivo ven como la línea amarilla del suburbano, y la única que todavía funciona de manera manual, sufrirá cortes en un buen tramo de su recorrido.
Este año le ha llegado el turno al tramo norte, en concreto el comprendido entre las estaciones de Verdaguer y Trinitat Nova, que desde el 25 de junio y hasta el 31 de agosto, ambos incluidos, estará totalmente cortado. Además de la L4, también verá afectado su servicio la L11, que de hecho comparte vía con la línea amarilla. El metro ligero no funcionará entre las estaciones de Trinitat Nova y Casa de l’Aigua. En conjunto, el consistorio calcula que cerca de 100.000 usuarios cada semana de julio, algunos menos en agosto, deberán buscar una alternativa a sus recorridos habituales. Es una cifra considerablemente baja respecto a los meses de actividad escolar.
Hasta el 7 de septiembre
A partir del 1 de septiembre, la L4 recuperará su servicio entre Verdaguer y Maragall, lo que reducirá la afectación a las últimas cuatro paradas de la línea, que reabrirán el 7 de setiembre, cuando también recuperará la totalidad del servicio la L11. En conjunto, los cortes servirán para renovar integralmente seis kilómetros de vía, algo que incluye la sustitución de balasto por hormigón, algo que tendría que ayudar a hacer más fiables – y menos sacudidos – los viajes en el suburbano.

Boca del metro de la estación de Maragall, estación afectada por los cortes de este verano / Álvaro Monge
Como ya explicamos en EL PERIÓDICO, la primera idea de TMB era dividir esta afectación en dos etapas, una durante la semana santa y otra durante el verano, algo que la empresa municipal acabó desestimando. Ahora, las obras, además de la interrupción del servicio, prevén también la construcción de un nuevo pozo de ventilación en la estación Guinardó que servirá de punto de extracción de material durante los trabajos estivales.
Dos actuaciones en un mismo corte
Más allá de las obras de renovación de las vías, a cargo directamente de TMB, la Generalitat aportará su grano de arena y renovará la señalización de la L4. Esto obligará al ejecutivo catalán a desembolsar unos 10 millones de euros y permitirá flexibilizar la operación de la línea, ya que instalará enclavamientos en las estaciones de Trinitat Nova, Via Júlia, Girona y Maragall, lo que permitirá que los coches cambien de vía y que se cierren menos estaciones cuando haya fallos en el servicio.

Joanic, una de las estaciones afectadas por las obras de este verano / El Periódico
El director general de la red del metro, Òscar Playà, ha explicado que la actualización de la señalización es importante porque se trata de un "sistema que entra en obsolescencia", pero que sus efectos no se notaran hasta de aquí "a cuatro o cinco años".
La solución, otros metros
Durante la rueda de prensa de explicación de las afectaciones, la primera teniente de alcalde y presidenta TMB, Laia Bonet, ha querido destacar otras líneas de metro como mejor alternativa ante los cortes. En concreto, la L3, que conecta Trinitat Nova con Passeig de Gràcia, y la L5, que hace lo propio entre Verdaguer y Maragall.
Ambas líneas, según Playà, se reforzarán para cubrir la previsible alza en la demanda. "Las otras líneas de metro tienen que ser la alternativa principal al corte", ha insistido el director de la red de metro. En el caso de la L11, Bonet y Playà han querido recordar que Torre Baró conecta con Fabra i Puig, La Sagrera y Arc de Triomf a través de Rodalies.
Sea como fuere, Bonet ha explicado que TMB desplegará un servicio de bus sustitutorio con la “misma frecuencia de paso y la misma capacidad que los metros”. Este servicio, que unirá Verdaguer i Casa de l’Aigua con hasta 22 buses articulados que pasarán cada cuatro minutos en hora punta, ya tiene previsto modificar su recorrido a medios de julio, cuando comiencen las obras que han de remodelar – tan solo un año después de haber inaugurado su reforma – el pavimento de la calle Pi i Margall.
La empresa municipal de transporte también ha previsto un bus especial para personas con movilidad reducida entre Girona y Verdaguer, ya que la parada que hace honor al poeta es una de las pocas de la red suburbana de Barcelona que todavía no es accesible. Por otra parte, líneas regulares de bus como las del D50, H6, D40 o 76 también cubren tramos afectados por el corte.
Más información
TMB también lanzará estos meses una campaña de información que incluye el despliegue de informadores en las paradas de origen y final de los buses lanzadera, en todas las estaciones afectadas y también en paradas importantes de la L4 como Ciutadella - Vila Olímpica, Barceloneta, Urquinaona y Passeig de Gràcia. La empresa municipal también repartirá folletos, adaptará sus planificadores digitales a partir del 17 de junio y lanzará una campaña en todas las plataformas digitales donde tienen presencia.
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